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JungKook se dio cuenta de que ya habían pasado un par de horas. Su bebé tenía que terminar la tarea, y él necesitaba terminar algunas cosas de su trabajo.
— Bebé, es hora de hacer tarea — dijo mientras le besaba sus suaves cachetitos.
— Tarea no, papi, aburrido — dijo e hizo un puchero y se recostó en el piso.
— Vamos, bebé, si terminas tu tarea te daré de cenar nuggets.
TaeHyung no dudó en pararse del suelo y subir a los brazos de JungKook, llegaron a la sala y TaeHyung empezó a hacer su tarea.
Normalmente, cuando TaeHyung hace su tarea sale de su little space y esta no era la excepción.
— JungKook — habló TaeHyung, mientras caminaba hacia la barra de la cocina donde se encontraba JungKook.
— ¿Sí, amor? — dijo JungKook notando que TaeHyung estaba fuera de su espacio.
— No entiendo mi tarea de matemáticas, ayúdame — dijo TaeHyung con voz cansina.
— ¿Es lo único que te falta?
TaeHyung asintió mientras jalaba a JungKook a la sala para que lo ayudara.
JungKook entendía la tarea de TaeHyung, así que le explicó cómo se resolvían sus problemas de matemáticas.
— ¿Entendiste?
Asintió un poco dudoso, la verdad es que no había entendido ni la mitad de lo que había dicho.
— Entonces... ¿Puedo regresar a terminar mi trabajo?
— ...
— ¿TaeHyung?
TaeHyung simplemente empezó a llorar, no entendía nada, y sabía que JungKook tenía trabajo que hacer, se sentía muy estresado, no entendía para nada las matemáticas y eso le frustraba. Poco a poco volvió a sentirse muy pequeñito, empezando a llorar de manera infantil, mientras se apegaba a JungKook buscando que lo mimara.
— No, bebé, no tienes por qué llorar — lo cargó y lo llevó al sillón donde lo tapó con su cobijita y le puso un chupón en su boquita. Empezó a arrullarlo y a darle besitos en su carita para que dejara de llorar.
TaeHyung dejó de llorar, ahora tenía hambre.
— Papi... Pancita hambre.
— ¿Quieres Nuggets, bebé?
— Sí, papi.
— Ok, entonces vamos de compras.
Subió a su habitación para cambiar a su bebé. Le puso una sudadera, mucho más grande que él, una gorra con ojitos de rana, un pantalón de chándal gris y sus tenis blancos.
