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Pasaron un par de horas y TaeHyung seguía dormido. JungKook terminó de trabajar y se levantó con TaeHyung en sus brazos, arrullándolo. Abrió un cajón de su escritorio y sacó un peluche del monstruo come galletas que tenía un chupón y se lo puso con cuidado, para que no se despertara, y tomó sus cosas para llevarlas a la oficina de NamJoon.
— Hola — dijo JungKook entrando a la oficina de NamJoon.
— Hola — habló NamJoon viendo a la laptop donde estaba trabajando.
— ¿Ya te terminaste?
— No, estoy ayudando a YoonGi, no vino ayer porque se sentía un poco mal. Supongo que tú ya terminaste
— Mmh — asintió, mientras arrullaba a TaeHyung.
— Puedo ayudarte y después podemos ir a comer.
— No te preocupes, ya casi termino — hubo un pequeño silencio — ¿YoonGi puede ir?
— Sí, claro.
Empezaron a hablar sobre algunas cosas de trabajo. NamJoon terminó de trabajar y se dirigieron a buscar a YoonGi. Luego salieron a una plaza para comer.
— Llegamos — dijo JungKook interrumpiendo a NamJoon y a YoonGi que estaban muy cariñosos.
Salieron del auto, y JungKook decidió despertar a su pequeñito.
— Tae, bebé — dijo tocándole con cuidado su naricita — Despierta, vamos a comer — TaeHyung negó con su cabecita
— Te compraré un juguete después de comer — le susurró a su oído y le quitó su chupón.
— Juguete, papi.
— Sí, bebé. Papi te va a comprar el que quieras.
— ¿Quieres cambiarte?
— Sí, papi. Pantalón aprieta.
— Vamos a un baño.
— Iré con TaeHyung al baño, pueden adelantarse.
— ¡Oh! Sí, iremos a uno de comida china que está ahí enfrente, ¿está bien? — dijo NamJoon.
— Sí, sí, está bien.
Después se dirigieron al baño, JungKook le quitó el pantalón a TaeHyung y le ayudó a ponerse el que traían en su mochila.
Salieron del baño y se dirigieron al restaurante. Se sentaron en la gran mesa que habían escogido NamJoon y YoonGi.
— ¿Ya pidieron algo? — preguntó JungKook.
— No, todavía no traen la carta — dijo NamJoon.
— ¿Qué tal tu sueñito, Tae? — preguntó YoonGi.
— Bonito — dijo sonrojado.
— Awww, mira tus mejillas rojitas — halagó NamJoon.
— Papi — habló en un susurro hacia JungKook y lo abrazó ocultando su carita en el pecho del pelinegro.
— Oye, deja a mi bebé — dijo soltando una risita y abrazó a TaeHyung.
— Hola, bienvenidos. Les dejo las cartas para que puedan ordenar — dijo el mesero.
— Yo quiero un Bibimbap — pidió NamJoon.
— Y yo quiero un Tteokbokki, por favor — habló YoonGi.
— Yo un Bulgogi — habló JungKook.
— ¿Tú qué quieres, bebé? — dijo JungKook volteando a ver a TaeHyung.
— Ñam, ñam, tú — susurró en el oído de JungKook.
— ¿Quieres lo mismo que yo? — le susurró también.
— Sí, papi.
— Dos platos de Bulgogi, por favor.
— Sí, en un momento les traemos su comida.
Después de unos minutos, llegó la comida y empezaron a comer. Cuando terminaron, decidieron ir al cine, querían ver una película de terror. TaeHyung no era muy fan, pero aceptó
Cuando estuvieron en la sala, trataba de distraerse para no asustarse, y lo estaba logrando, hasta que JungKook fue al baño y se quedó con NamJoon y YoonGi.
Se empezaron a escuchar gritos que provenían de la gran pantalla. TaeHyung se espantó y se puso a llorar. NamJoon y YoonGi se dieron cuenta, YoonGi agarró sus cosas y NamJoon cargó a TaeHyung fuera de la sala, empezando a arrullarlo como JungKook solía hacerlo.
— No llores, pequeñito — dijo NamJoon mientras lo arrullaba.
— Ahí viene JungKook — avisó YoonGi.
Cuando JungKook vio a NamJoon con TaeHyung, mientras este lloraba, empezó a caminar más rápido.
— ¿Qué le pasó? — preguntó JungKook y agarró a TaeHyung en sus brazos.
— Se asustó — dijo YoonGi
— Mi pobre bebé — dijo JungKook arrullando a TaeHyung mientras lo pegaba a su pecho.
— Papi — dijo con su voz rota.
— ¿Sí, bebé?
— Miedo, miedo.
— ¿Tienes miedo? ¿Quieres que vayamos a comprarte tu juguete?
— Sí, papi.
— Vamos entonces.
— Si quieren pueden regresar a ver la película y nos vemos mañana.
— ¡Oh! Sí, bueno. Adiós, Tae. Adiós, JungKook — dijo NamJoon y YoonGi movió su mano diciendo adiós.
— Adiós — dijo TaeHyung en voz bajita.
— Nos vemos mañana — dijo JungKook.
Llegaron a una juguetería y se llevaron algunos juguetes; como juguetes de cocina, patitos de hule para el baño, y algunos peluches
Después fueron a casa e hicieron la misma rutina: cenar, ponerse su pijama, lavar sus dientes y finalmente dormir.
