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Estaban arreglándose para ir a comprar algunas cosas para la pijamada que tendrían.
— Ven, bebé — lo subió a sus brazos y salieron de su hogar.
Ahora estaban en el supermercado comprando golosinas, jugos e ingredientes para hacer sándwiches. Después salieron y fueron en busca de una tienda donde vendieran pijamas.
— Bebé, ¿cuál quieres?
— Vaquita, papi.
— Pero ya tienes una de vaquita, bebé.
— No, papi, esta — le enseñó un conjunto que consistía en un short con manchitas de vaca y una playera con una vaquita en medio.
— Okey, bebé.
— ¿Qué pijama llevadá papi?
— No lo sé, bebé — dijo haciendo una mueca.
— Este, papi — le enseñó un conjunto de un pantalón café con cuadros y una playera de color café, con un osito en medio.
— Qué bonita, bebé, ¿crees que se le vea bien a papi?
— Papi bonito.
— Entonces la llevaré — subió a TaeHyung a sus brazos y se dirigió a la caja a pagar.
Se apresuraron en llegar a casa para preparar todo.
— Bebé, ¿podemos guardar algunas golosinas para después?
— Sí, papi — dijo TaeHyung desde la sala.
JungKook servía las golosinas en platitos, hacía sándwiches, servía una jarra de agua natural y otra con jugo de naranja, y TaeHyung estaba pensando en las películas que verían.
— Listo, bebé, vamos — dijo llevando la comida mientras subían las escaleras para llegar a su habitación.
— Bebé, ¿puedes traer la mesita para poner las cositas en la cama?
— Sí, papi.
— Tan obediente, mi bebé bonito.
— Papi, te amo — soltó y tapó su carita.
JungKook dejó las cosas sobre la mesa y se acercó a TaeHyung para cargarlo y besarle su carita, mientras el pequeño dejaba salir dulces risitas.
— También te amo, bebé. Ahora ven, pongámonos nuestros pijamas. Bueno... Yo te pongo tu pijama, recuéstate en la cama príncipe.
TaeHyung se acostó y JungKook le empezó a sacar su ropita, le puso un pañal y un poco de talco, su short y su playerita. Después él se puso su pijama. JungKook se sentó y se apoyó en la cabecera de la cama con TaeHyung en medio de sus piernas, pusieron una película y empezaron a comer.
JungKook estaba muy atento viendo la película, hasta que empezó a mover sus manos y tocó los muslos de TaeHyung, se veía tan caliente con esos shorts.
— Dios, JungKook, tranquiliza tus hormonas — dijo la voz de su cabeza.
— Bebé, ¿me das un besito? — pidió con voz ronca.
— Sí, papi — TaeHyung le dio un besito en el cachete, pero JungKook quería más.
— Uno aquí también, bebé — señaló sus labios.
TaeHyung le dio un piquito en los labios de JungKook, pero el pelinegro agarró su carita y empezó a devorar la boquita de TaeHyung.
TaeHyung soltó un pequeño gemido a causa de que JungKook apretaba mucho sus cachetitos y le dolían, ahí fue cuando JungKook se dio cuenta de que no podía hacer eso, había roto una regla.
— Bebé, voy al baño, ¿sí? — dijo y se levantó rápido al baño, con un sentimiento de culpa.
