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Era la mañana siguiente y JungKook tenía que trabajar, hoy irían a comprar algunas cosas, TaeHyung le había dicho que quería darle una sorpresa a JiMin cuando llegara de irlanda. Hoy TaeHyung no iría a la escuela, de hecho era muy común que faltara. JungKook estaba pensando en que dejara de ir a la escuela y que tuviera clases en línea. Había varias escuelas y tal vez sería una buena opción, TaeHyung normalmente a todas las escuelas que iba sufría bullying, no sabía por qué, también lo acosaban y le hacían cosas muy feas, incluso los maestros y no siempre podía estar pegado a él, así que era difícil.
Se metió a bañar, estaba en la tina, un poco más relajado, cuando escucho a alguien abrir la puerta, era su bebé con ojitos rojos, sus mejillas mojadas al igual que su pantaloncito y el peluchito con el que dormía. Salió rápido de la bañera y se acercó a su bebé, tratando de secarse con una toalla para no mojarlo más.
— Bebé, ¿qué pasó?, ¿tuviste un mal sueño? — se puso en cuclillas para ver mejor la carita de TaeHyung.
— Mmh — asintió todavía llorando, rodeó el cuello de JungKook con sus bracitos y escondió su carita.
— ¿Me puedes decir que soñaste, bebé? — le besó su carita.
— Monstruo, papi. Ñam, ñam, yo — habló de manera inocente, aún llorando y asustado, abrazando más fuerte a JungKook.
— Oww, mi pobre bebé, se lo quería comer un feo monstruo en su sueñito — su bebé era muy inocente, incluso en sus malos sueños, aunque sabía que TaeHyung le daba miedito debía admitir que a él le daba ternura.
— Papi, mmm... Yo... — se separó y señaló su pantaloncito.
— Podemos bañarnos juntos y después, si quieres, puedes acompañar a papi al trabajo, ¿quieres?
— Sí, papi, baño.
Se quitó su ropita, con ayuda de JungKook y se metió a la tina. JungKook le puso su chupón y lo bañó con cuidado. Cuando salieron, se lavaron sus dientes y JungKook vistió a TaeHyung, le puso un pantalón de mezclilla holgado color café con algunos estampados, una playerita y una sudadera rosita.
— Bebé, ¿qué quieres desayunar? — dijo poniéndose su corbata y viéndose en el espejo.
— Mmm... Gadet... Gatitas — dijo viendo su peluchito que tenía en sus manitas.
— ¿Galletitas, mi amor? — volteó a ver a TaeHyung.
— Sí, papi. Ñam, ñam.
— Ven, vamos a la cocina — lo subió a sus brazos y fueron a la cocina.
JungKook sentó a TaeHyung en una silla, sacó un platito y puso galletitas, se las dio a TaeHyung y le preparó su biberón.
— Príncipe, ¿quieres que papi te ayude a comer?
— Sí, papi.
— Ven, súbete a las piernas de papi.
Cuando terminó sus galletitas, le dio su biberón, lo acostó en sus brazos y besó su frente mientras jugaba con el cabellito del niño.
— Listo, papi — dijo y metió su carita en el pecho de JungKook.
JungKook lo sacó de su pecho e hizo que se sentará y lo viera.
— Bebé, puedo... ¿Sacarte el aire? — preguntó un poco dudoso, siempre quiso hacerlo y nunca se había animado a preguntarle.
— Sí, papi — dijo, aunque no entendió a qué se refería.
JungKook puso la cabecita de TaeHyung en su hombro y le pegó despacio en su espalda hasta que escuchó un pequeño eructo, igual al de un bebé.
A TaeHyung le dio vergüenza y se tapó su carita.
JungKook rio un poco y acarició la espalda de su bebé.
— Príncipe, ve por tu mochilita, mientras hago un biberón para irnos, ¿sí?
— Sí, papi — bajó de los brazos de JungKook y subió las escaleras gateando.
Tomó su mochilita rosa, y metió varias cosas, banditas, estampitas, sus juguetes de conejitos y su peluche, intentó cerrar su mochilita, pero no pudo y la llevó con JungKook.
— Papi — habló TaeHyung y le dio su mochilita a JungKook.
— Bebé, llevas muchas cositas, ¿no crees que es demasiado?
— No, papi — hizo puchero.
— Está bien, bebé, pero no metas al peluche, este te lo llevas en tu manita, ¿sí?
— Está bien, papi.
JungKook metió el biberón en una de las bolsitas del costado de la mochila, y salieron de su casa agarrados de la mano.
