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Ese día TaeHyung no tendría clases por órdenes de la escuela, así que JungKook lo llevaría al trabajo.
Eran las seis treinta de la mañana. Como de costumbre, JungKook ya llevaba algunos minutos despierto, había preparado unos hotcakes, una taza de leche chocolatada para él y un biberón también con leche de chocolate para TaeHyung.
Subió a su habitación para despertar a TaeHyung y desayunar
— Bebé, despierta — juntó sus narices dándose un besito esquimal.
— No quiero, JungKook — dijo con su voz normal.
— ¡Oh! ¿Hoy no eres bebé?
— No, JungKook — dijo somnoliento.
— Okey, preparé el desayuno — hizo una pausa — ¿Quieres desayunar conmigo, amor?
— Mmh — asintió y talló sus ojitos — Vamos.
Bajaron las escaleras, entraron a la cocina y se sentaron juntos. JungKook puso la leche del biberón en una taza y empezaron a comer.
— ¿Cómo dormiste, Tae?
— Bien, solo que hacía un poco de frío porque alguien me quitó las cobijas — dijo riendo un poco y dejando un beso en los labios de JungKook.
— ¡Oops! — rio un poco JungKook.
Siguieron hablando hasta que subieron a su habitación de nuevo, para bañarse juntos.
— ¡Oye! — dijo TaeHyung frunciendo un poco el ceño y fingiendo enojo, cuando JungKook le dio una nalgada amistosa.
— Lo siento, no pude contenerme — dijo riendo.
Debía admitir que amaba mucho a TaeHyung en su espacio, aunque a veces lo extrañaba fuera de este. Se terminaron de bañar y TaeHyung se vistió con un pantalón de mezclilla ajustado negro, una sudadera negra que pertenecía al pelinegro y unas vans. JungKook, como siempre, se vistió con un elegante traje, negro, al igual que sus zapatos.
— Tae, ¿quieres que lleve algunos juguetes?
— Mmm... Sí, creo que debemos llevar algunas cosas.
JungKook metió, en una mochilita blanca con decorados infantiles, algunos juguetes, un biberón con agua natural, otro con leche de vainilla, una cobijita y un pantalón no muy ajustado.
Llegaron a la oficina de JungKook, TaeHyung se sentó en la silla enfrente del escritorio de JungKook y sacó su celular, se empezó a tomar algunas fotos y también le sacaba algunas a JungKook, algunas las subía a Instagram, le gustaba mucho subir cosas ahí cuando estaba fuera de su espacio.
Después de unas horas, TaeHyung empezaba a sentir la necesidad de que lo mimaran.
— Papi — dejó su celular en el escritorio y se sentó en el regazo de JungKook.
— ¿Ahora si eres bebé? — le preguntó besando su cabecita.
— Sí, papi.
— ¿Quieres tu biberón, príncipe?
— Sí, papi, leche.
JungKook se levantó cargando a TaeHyung, para sacar la cobijita y el biberón de la mochila. Regresó a su silla, y le dio su biberón hasta que se durmió.
