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JungKook se encontraba haciendo el desayuno para su pequeñito, quien estaba durmiendo aún, hoy sería su último día de clases en una escuela presencial.
Subió a su habitación y vio a su bonito novio con su chupón en su boquita mientras lo succionaba de forma suave, abrazando su osito de peluche, parecía un pequeño angelito.
— Príncipe — susurró y mordió la orejita con cuidado de no lastimarlo — Despierta.
TaeHyung negó.
— Mi bebé, te amo. Eres mi vida entera — le dio un besito esquimal.
— Papi, te amo — abrió sus bonitos ojos y abrazó a JungKook.
— Amor, tienes que ir a la escuela.
— No, papi — hizo un puchero.
— Vamos, bebé. Es la última vez, lo prometo — tomó sus manitas y las enlazó con las de él.
— Parque, papi — formó una sonrisa inocente en su carita.
— Podemos ir, pero tienes que ir primero a la escuela.
— No me llev... Lleves ahí — hizo puchero y abrazó a JungKook — Miedo, papi.
— Pero es la última vez, puedo ir a comer contigo, te llevaré galletitas y un biberón, puedes llevar al señor conejito y verás a JiMin — habló tratando de convencerlo.
— Otey, papi — estaba un poco triste, no le gustaba ir a ese horrible lugar.
JungKook lo metió a bañar con sus juguetitos, agua tibia y una bomba de baño con forma de nubecita.
— Ven, bebé, es hora de salir — extendió una toalla para secarlo.
TaeHyung se metió en la toalla, JungKook lo llevó a su cama, le puso su cobijita de estrellas y su chupón, y fue al baño a vaciar la tina.
— ¿Qué quieres ponerte, bebé?
— Amadillo — señaló la sudadera amarilla que JungKook llevaba puesta.
— ¿Pero qué se pondrá papi?
— Mmm... — jugó con sus manitas y pensó — Tu traje, papi — se puso rojito.
JungKook se sacó su sudadera y dejó expuesto su torso.
— Papi — rio nervioso y tapó su carita.
— Bebé — habló con voz ronca, sabía que a TaeHyung le gustaba verlo sin nada en el torso cuando es pequeñito, tierno y adorable, porque se pone rojito y nervioso.
JungKook tomó la pequeña manita de TaeHyung y la puso en su abdomen. TaeHyung sentía el abdomen marcado de JungKook, rio nervioso.
— No, osito, mi papi — habló y tapó los ojitos del oso para que no "viera" a JungKook.
— Mío, mi bebé — JungKook tomó al osito y lo lanzó al otro lado de la habitación
— No, papi — bajó de la cama y fue por el osito.
— Ven, príncipe, hay que vestirte — lo subió a la cama y lo empezó a vestir.
Le puso un pantalón de mezclilla holgado, su sudadera amarilla y unos tenis blancos con algunas florecitas. Él se vistió con su traje, como la mayoría de los días.
— Vamos a desayunar, bebé — subió a TaeHyung a sus brazos y le puso su chupón.
— Te hice una ensalada — dijo cuando llegaron abajo.
— No, papi — dijo haciendo carita de asco.
— ¿Por qué no? ¿No quieres tener superpoderes? — habló como si le estuviera contando un secreto.
— Mmh — asintió y empezó a comer, creyendo lo que JungKook le dijo.
Después de algunos minutos, TaeHyung terminó de comer, fue por su osito y lo metió a su mochila.
— Es hora de irnos, bebé.
TaeHyung tenía la esperanza de que JungKook no lo llevara a la escuela y lo llevara al parque.
— Ven, bebé — lo subió al auto y le puso el cinturón de seguridad.
— Papi — habló TaeHyung y tomó la mano de JungKook, JungKook lo miró atentamente — Te amo.
— También te amo, príncipe — le besó su frente
TaeHyung se sentía triste, no quería llegar a la escuela. Quería llegar al parque, jugar con JungKook y que le diera mimitos.
— Llegamos, bebé.
TaeHyung estaba triste, pero JungKook le prometió que sería la última vez y que comerían juntos.
— Ven, amor — subió a TaeHyung a sus brazos y lo llevó a su salón.
Ahora estaba dudando si dejarlo ahí o no, TaeHyung seguía siendo pequeño.
— Hola, TaeTae. Hola, JungKook — habló JiMin.
— Hola, Minnie — habló TaeHyung y JungKook solo movió su mano.
JungKook sentó a su bebé en su pupitre y se puso de cuclillas para que lo viera.
— Amor, papi tiene que irse — tomó las manitas de TaeHyung.
— No, papi — abrazó a JungKook por el cuello, ahora quería llorar.
— No llores, bebé, vendré a comer contigo — abrió la mochila de TaeHyung y sacó su osito — Mira, bebé — empezó a jugar con él para que dejara de llorar.
Pasaron algunos minutos, las clases de TaeHyung estaban a punto de empezar y él tenía que irse.
— Bebé, papi tiene que irse — le besó su cachetito.
TaeHyung estaba más tranquilo, casi fuera de su espacio, así que solo asintió y también besó la mejilla de JungKook. Este se levantó y salió del lugar.
