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JungKook le abrió la puerta de su auto a TaeHyung, que de inmediato reconoció aquel lugar

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JungKook le abrió la puerta de su auto a TaeHyung, que de inmediato reconoció aquel lugar.

El Lincoln Park.

TaeHyung ocultó su rostro en la gran bufanda que llevaba porque hacía un frío del demonio y caía nieve a cada segundo. En el parque la helada se veía y muchos árboles y arbustos estaban llenos de nieve.

JungKook tomó su mano y la enlazó con la suya, comenzando a caminar. TaeHyung sonrió al ver lo lindo que era aquel parque, ya que nunca tuvo la oportunidad de conocerlo.

― Este es mi lugar favorito de Chicago ― confesó JungKook.

― ¿Y qué? ¿Me trajiste aquí para decirme que tiene esposa e hijos? ― JungKook rio y negó.

― Las mujeres no son mi fuerte. Quería confesarte quién soy.

― El joven con más dinero de Corea, ¿verdad? ― JungKook lo miró ― JiMin me lo dijo.

― ¿No te molesta?

― ¿Por qué debería? No es como si yo volviera a vivir a Corea o nosotros salgamos.

― Escúchame, TaeHyung, nunca he sido ese hombre que busca a alguien por amor. Jamás me he enamorado, y... ― tomó el rostro de TaeHyung en sus manos ― No sé por qué, pero siento un sin fin de emociones cada vez que te veo. Quiero protegerte, darte amor...

― J-JungKook... no. Yo tengo mucho encima, tengo dos niños conmigo, que aún dependen de mí. YeonJun es mayor, pero no voy a dejarlo. No puedo...

― Te quiero... Te quiero con todo el combo completo ― los ojitos de TaeHyung brillaron ― He venido de vacaciones un mes, y el domingo me tengo que ir. Hubiera querido ir antes al club y poder conocerte antes. Sé que apenas nos conocemos, pero tenemos mucho tiempo para hacerlo.

― Te vas el domingo JungKook, tenemos cuatro días.

― Es mucho, ¿quién sabe, TaeHyung? Todo puede pasar.

TaeHyung no se resistió cuando JungKook lo besó. Incluso lo profundizó, se devoraron entre sí. JungKook lo arrinconó contra un árbol, apoderándose de las caderas de TaeHyung. El castaño se aferró al cuello del azabache.

― D-Debemos detenernos... ― gruñó JungKook.

― ¿Por qué? Quiero seguir besándote.

― Vamos a mi departamento, entonces.

Aquella tarde llegaron al departamento de JungKook y entre beso y beso, cayeron en los brazos de Morfeo. Ambos se durmieron y no se despertaron hasta ya entrando la noche, cuando el celular de TaeHyung no paraba de sonar.

― Hola, Tae. Siento molestarte, pero tengo que ir a trabajar y Nana ya había hecho planes para hoy. Lo siento, pero debes venir.

― No te disculpes, Yeon. Iré enseguida.

Change ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora