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¡Al fin estaba en casa!

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¡Al fin estaba en casa!

Luego de dos semanas internado por la seguridad de sus bebés, le dieron el alta.

Había llegado a casa con JungKook y BeomGyu, su pequeño había estado pendiente de él en todo momento.

― Al fin llegamos a casa, mis pies duelen ― puchereó TaeHyung, sentándose en la cama en su habitación.

― BeomGyu ve a ducharte, cuando termines piensa en qué podemos cenar, ¿sí? ― le pidió JungKook, BeomGyu asintió y besó las mejillas de ambos para luego retirarse.

JungKook cerró la puerta con pestillo cuando BeomGyu se fue y TaeHyung rogó que no lo jodiera, porque no tenía intención de interrumpir su paz.

― ¿Puedes darme las pantuflas del bolso, por favor?

JungKook asintió y cuando las tomó, se paró frente a él y luego se agachó para quitarle las zapatillas y ponerle las pantuflas.

― Gracias.

― TaeHyung ― el castaño lo miró ― Te amo.

El castaño frunció el ceño y asintió, sin saber qué más decir.

― ¿No dirás que también me amas? ― Preguntó el azabache.

― No.

JungKook asintió y le sonrió, para luego besarlo. TaeHyung se negó.

― ¡JungKook, aléjate! ― Gritó TaeHyung, ya impacientado ― ¡¿Por qué eres así?!

― Discúlpame, pero ya no sé qué hacer para mostrarte que estoy aquí ― bufó ― Estoy aquí con ustedes.

― Lo sé, te veo.

El azabache acarició su vientre, para luego agacharse y besar su vientre, viendo los piecitos de alguno de sus bebés marcarse en el vientre de TaeHyung.

― Te pedí disculpas, ¿qué más debo hacer? ― Preguntó JungKook.

TaeHyung suspiró.

― Está bien, supongo que es suficiente. Tu madre me dijo que te hiciera sufrir un tiempo ― rio.

JungKook abrió la boca, sorprendido.

― ¡Eres malo!

― ¡Tú me gritaste!

― Sí... Me lo merecía.

JungKook le sonrió y luego volvió a besarlo, esta vez siendo correspondido por TaeHyung, quien rodeó su cuello con las manos y lo atrajo hacia él.

― Te amamos, JungKookie.

― También los amo, mis amores.

Eran una pareja poco convencional, pero se amaban con la misma intensidad que la primera vez.


◇◆◇◆◇


El nacimiento de ambos bebés había cambiado todo, otra vez.

Sus pequeños, Jeon RyuJin y Jeon SeungMin; eran muy distintos. Solo tenían tres meses, pero RyuJin era la inquieta y la rebelde; pedía a JungKook cada vez que lo sentía cerca, y SeungMin era el tranquilo; dormía siempre.

JungKook había reducido su horario y mucho de su tiempo lo pasaba con ellos cuatro. BeomGyu había aceptado muy bien a sus hermanitos, era muy cariñoso y ya sabía que RyuJin nunca le arrancaría el cabello.

Ahora eran una familia completa.

YeonJun y SooBin siempre pasaban a cenar con ellos; YeonJun se turnaba con TaeHyung para ir a la cafetería.

TaeHyung se sentía cómodo, tranquilo y querido. Desde que habló con JungKook, ya no se sentía presionado y recibía mucha ayuda, ya que los tres niños eran apegados a JungKook.

Ya era de noche, JungKook estaba arropando a BeomGyu mientras él terminaba de acostar a los mellizos en su habitación. Cuando finalmente los dos estuvieron acostados y tapados, bajó la intensidad de la luz y salió con cuidado de la habitación.

Se encontró con JungKook en medio del pasillo y ambos bajaron casi corriendo hacia la sala, JungKook tomó un vino de la despensa y ambos se sentaron en el sillón.

― Necesitaba una copa, los niños gastan toda mi energía.

JungKook rio y le sirvió una copa de vino.

― ¿Pensaste alguna vez terminar así? ― Preguntó JungKook ― Encontrar a una persona y que sientas que pasarás el resto de tu vida con ella.

― La verdad es que no ― Confesó TaeHyung ― Siempre pensé que estaría solo, por eso gracias. Gracias por aparecer en el bar y amarme.

JungKook sonrió, tomándolo de la mano para sentarlo en su regazo.

― Gracias a ti, mi amor. Sin ti no hubiese sido nada de esto posible, seguiría siendo un miserable, tú causaste un cambio en mí. Te amo, TaeHyung. A ti y a los niños.

TaeHyung le sonrió dulcemente y lo besó, sin cuidado, comenzando a restregarse en la polla semidura de JungKook.

― ¿Hace cuánto no lo hacemos?

― Ugh, ni me acuerdo. Solo sé que quiero tu polla~

TaeHyung se quitó la camiseta y luego quitó la de JungKook, desabrochó los pantalones de su esposo y se levantó para desnudarlo y también desnudarse él.

Se montó sobre JungKook y se deslizó sobre su polla. JungKook golpeó sus nalgas y luego las apretujó.

― Así~. Así te quiero siempre, conmigo, junto a mí.

― Me tendrás siempre, JungKook.

"Los grandes cambios siempre vienen acompañados de una fuerte sacudida. No es el fin del mundo. Es el inicio de uno nuevo."

Change ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora