❝ Jeon JungKook, un CEO multimillonario. Kim TaeHyung, un mesero y bailarín en un bar de Chicago. Nadie predijo que su encuentro causaría muchos cambios y que muchos serían buenos y otros no tanto. ❞
↬ Kook top, Tae bottom.
↬ Romance, smut, fl...
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Cinco meses habían pasado desde la vuelta a Corea. TaeHyung y JungKook habían abierto una pastelería en el centro, administrada por el castaño, además que YeonJun estaba en épocas de exámenes y su relación con SooBin, iba ¿Fluyendo?
YeonJun aún no confiaba del todo y SooBin lo notaba.
Llegó a su departamento y recibió un mensaje del castaño, sonrió y se propuso ir a buscarlo. Salió, así como entró y condujo a la universidad de YeonJun, a veces odiaba que cursara de noche algunas materias.
Para su suerte, la universidad quedaba cerca de su casa, por lo que en veinte minutos estaba allí. El castaño estaba en la puerta hurgando en su mochila, abrigado hasta la cabeza.
Tocó la bocina y YeonJun levantó la cabeza y sonrió, cerró su mochila y corrió al coche. SooBin le abrió la puerta del copiloto y el castaño entró, cuando se sentó y cerró la puerta, se acercó y lo besó.
― Hola, bebé.
― Hola, cariño ― le sonrió después de apartarse ― Adivina quién aprobó psicología y conducta infantil.
― ¡Bien hecho! ― Gritó felicitándolo y encendiendo el auto ― Te mereces una buena cena y helado.
YeonJun festejó y tomó su mano para besarla. SooBin sintió su corazón derrochar de amor. El castaño era tan bonito, tan tierno.
Acordaron preparar una lasaña y obviamente el postre era helado. YeonJun estaba cortando los vegetales cuando miró a SooBin preparar la masa para la lasaña.
― SooBin ― llamó la atención del azabache ― Hoy... Hoy hablé con el profesor de Psicología.
El mayor levantó la cabeza y se acercó quitándose la harina de las manos.
El profesor de Psicología de YeonJun había sido un tema delicado para ellos, ya que este no dejaba de coquetearle y proponerle sexo a cambio de buenas notas.
― ¿Se volvió a insinuar?
― Sí, pero he hablado con TaeHyung ayer y me motivó. Por lo que decidí enfrentarle ― SooBin lavó sus manos y las secó para después acercarse y tomarlo de la cintura ― Le dije que aunque me halagaba, que me sugiriera tener sexo para aprobarme la materia era una falta de respeto hacia mi persona. Y que...
SooBin lo abrazó por la cintura y se acercó a su rostro.
― ¿Y qué?
― Le dije que tengo novio.
El mayor, sonriendo, asintió y lo besó, YeonJun lo aceptó.
― Eres mi novio ― Aclaró besando los labios del castaño.
YeonJun rio y asintió, empujándolo para que vuelva a su labor. SooBin sintió ese calorcito en su pecho del que hablaba JungKook cuando veía a TaeHyung, eso de lo que hablaban muchas personas.
Eso que sentía era amor.
― SooBin, ¿qué haces? ― se sobresaltó cuando escuchó la voz de YeonJun al lado suyo ― Mira lo que has hecho.
SooBin bajó su mirada y observó su dedo ensangrentado. Abrió los ojos, y sin saber qué hacer, comenzó a agitar su dedo, creyendo que haciendo eso su herida sanaría.
― ¡Cálmate, idiota! Ven conmigo.
YeonJun le envolvió el dedo en un repasador y lo llevó consigo al cuarto de baño, donde buscó el botiquín de primeros auxilios y tomó lo necesario para desinfectar y cubrir esa herida.
―L-Lo siento... y-yo no me di cuenta de lo que hacía.
― Está bien, cariño. Ten cuidado la próxima vez, ¿sí?
Su novio empapó su dedo con agua, le colocó una crema y luego le puso una bandita para después besar su herida. SooBin le sonrió y le besó la frente agradeciéndole.
― Si no te molesta, tomaré una ducha mientras terminas de llevar al horno la lasaña ― YeonJun lo abrazó por la cintura.
― Hazlo, bebé. Terminaré de hacerlo yo.
El castaño casi corrió hacia la habitación de SooBin y cerró la puerta con pestillo, de debajo de la cama buscó un pequeño bolso donde había dejado prendas para esa ocasión.
TaeHyung le había ayudado a planear eso, y aunque fue humillante, su hermano se encargó de que fuera completamente normal.
Siempre fue muy seguro de sí mismo, él se creía hermoso en lo considerable y sabía que tenía buen cuerpo. Sus caderas, sus curvas delicadas, su culo paradito y voluminoso.
Ambos hermanos habían dejado a BeomGyu con JungKook y se dispusieron a marcharse a un Sex Shop que había en el centro. Buscaron todo lo necesario para TaeHyung y para él. Hace mucho había querido realizar este pequeño fetiche que tenía con la lencería y algunas medias de red, además de unas faldas circulares con volados.
Eligió lencería negra, particularmente pensó que quedaría perfecto con su piel pálida, las medias de red eran del mismo color al igual que la falda.
Estiró toda la vestimenta en la cama y se encerró en el baño, se duchó y se colocó la loción corporal de vainilla que tanto le gustaba a SooBin. Se colocó un choker negro con una luna de colgante, terminó por vestirse, pero sabía que algo faltaba y era qué carajos llevaría puesto en la parte de arriba. Fue hacia el armario de SooBin y observó sus camisas. Había una celeste con rayas que le había llamado la atención, por lo que se decidió por ella.
Se acercó al pequeño tocador de la otra punta de la habitación y se maquilló muy levemente. Retocándose con rubor y pintando sus labios de un rosa brillo.
Se miró al espejo grandísimo que había frente a la cama y suspiro. Se veía lindo, mucho.
» ¿Y si a SooBin no le gustaban esas cosas? «
Se sacó una fotografía para luego enviársela a TaeHyung y luego ordenó la habitación para dejarla como estaba.
Miró la puerta frente suya y sonrió convencido, entregándose ánimos.