❝ Jeon JungKook, un CEO multimillonario. Kim TaeHyung, un mesero y bailarín en un bar de Chicago. Nadie predijo que su encuentro causaría muchos cambios y que muchos serían buenos y otros no tanto. ❞
↬ Kook top, Tae bottom.
↬ Romance, smut, fl...
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YeonJun no supo si era buena idea, quizá esto sería solo pasajero y luego, él y sus hermanos sufrirían las consecuencias. Pero cuando observaba a JungKook, como se le iluminaban los ojos cuando BeomGyu le decía "papi" o la sonrisa completamente verdadera que soltaba cuando estaba con TaeHyung.
Quería confiar en el cambio, quería confiar en JungKook y que todo saldría bien. Quería creer que ese cambio drástico sería lo mejor que les había sucedido.
La joven secretaria de JungKook – anotado para decírselo a TaeHyung – le sonrió y luego enfocó su mirada en las puertas de cristales, donde un azabache entraba por ellas con un celular en la mano, supuso él hablando.
Jadeó cuando se acercó a la secretaria, SooBin tenía unos bonitos zapatos con un jean negro y una camisa blanca arremangada hasta sus codos y allí, YeonJun pudo observar los tatuajes que adornaba el brazo derecho del azabache.
Observó como la secretaria aceptaba unos papeles que le había entregado y comenzaron a coquetear, así, sin más, SooBin había cortado la llamada y apoyó sus brazos sobre el escritorio y no paró de sonreírle.
Bajó la cabeza un poco triste, pero ¿qué demonios?
Él ya sabía cómo eran los tipos de su clase. Sabía cómo coqueteaban y solo por tener la polla grande y dinero en sus cuentas, creían que se comían el mundo.
YeonJun ya vivió cosas así. Él no quería a alguien así.
Sonrió cuando JungKook finalmente salió del despacho e ignoró a SooBin, caminando hacia él. JungKook lo abrazó y él lo recibió igual.
― ¿Cómo te ha ido?
― Bien, Kookie. Me ha gustado en verdad e hice un amigo.
― Me alegro, Yeon. ¿Nos vamos? ― YeonJun asintió y tomó su mochila.
SooBin se acercó a ellos, medio pálido le sonrió, pero YeonJun lo ignoró. Definitivamente, era mejor así.
― Cabrón, has pasado de largo. ¿Nos vamos? ― JungKook asintió y YeonJun puchereó, no quería compartir auto con ese idiota, además sabía que de la oficina de JungKook a la casa había unos cuarenta minutos.
YeonJun mantuvo su cabeza gacha en el ascensor e incluso cuando JungKook los dejó solos para ir en busca de quién sabe qué.
― Hola, YeonJun ― la voz de SooBin se hizo presente y una corriente eléctrica persiguió la columna de YeonJun.
― Hola ― Contestó simplemente.
― JungKook me dijo que comenzaste la universidad hoy. Maestro infantil, ¿no? ― YeonJun asintió sin mirarlo ― ¿Estás enojado o algo? ¿Fue por la secret...?
Antes de que pudiera terminar, YeonJun lo detuvo.
― Tú y la secretaria me tienen sin cuidado. Estoy cansado, solo eso.
