Capítulo Seis

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N/A: No suelo ser de las que ve novelas, a menos que éstas tengan una trama interesante que contar. Esas que te atrapan como telarañas. Sin embargo, ayer volví a ver una que era infancia para mí, me recordó tiempos extraños con mi supuesta heterosexualidad, volví a sentir una trama sin relleno. Era como volver a 2015 ¿sabes?

Sin más... ¡el cap que sigue!

Habitaciones

La habitación en la que estaba no se parecía en nada, absolutamente en nada a mi pequeña y acogedora habitación en el convento. La madre superiora ya me había advertido que este viaje me daría muchas sorpresas ¿sería esta una de esas?

Miré alrededor con cuidado y todo tenía algo costoso adherido en las paredes o en las repisas, o en las mesas, o incluso en el suelo con alfombras de diseño. Cada detalle me parecía extremadamente curioso y extravagante, no dejaría de ver los marcos y las luces hasta acostumbrarme supongo.

Se suponía que esta era mi habitación, donde dormiría por los siguientes meses hasta que mi hermano volviera.

Mis cosas ya estaban acomodadas estratégicamente en las esquinas, por lo que no me fue difícil encontrar mi baúl cerca de la puerta en cuanto me acerqué a mi cama.

Con una sonrisa animada abrí el cajón sin seguro y fui sacando mis pertenencias con cuidado.

La madre superiora había empacado la pequeña virgen Maria junto a una biblia que leía de niña en la catecismo. Las hojas estaban algo gastadas por el tiempo y el uso, y la pequeña estatuilla estaba un poco descolorida por los lados. Sin embargo para mí, era la compañía que había tenido por años a parte de mis otras hermanas y la iglesia. Era suficiente.

Las acomodé con cuidado a lado de la lámpara y admiré por unos momentos el pequeño espacio que se me había dado para componer canciones. Sé que era así por el pequeño cuaderno de composición nuevo en la esquina y un lapicero con todos los diferentes lápices en una esquina cuidadosamente apiladas junto a la tarjeta de bienvenida de Eugene.

Mi cama estaba detrás, no era por demás decir que parecía más grande que mi cuerpo, además de que había botones incrustados en la cabecera que obviamente no sabía para qué me podrían servir.

Me incorporé de la silla y de pronto más animada tomé un poco de impulso antes de lanzarme hacia esa cómoda y esponjosa cama con un brinco.

—¡Aaaaaaa! —caí entre las frazadas riéndome mientras sentía que mi cuerpo rebotaba como si la cama fuese de gelatina. Estiré los brazos mientras trataba de controlar mi respiración y permanecí unos segundos más mirando el techo con un suspiro. —Ay madre...

Se sentía extraño.

Eugene me había dicho que volvería para la fiesta de bienvenida de esta noche. Fiesta que era para recibirme como nuevo integrante de la banda.

Los chicos ya estaban también en sus habitaciones, igual de exhaustos que yo o más por las entrevistas que duraron casi toda la mañana y parte de la tarde.

La directora Weems casi parecía la felicidad encarnada cuando todo terminó y nos invitó a comer sushi para luego ir al sauna.

Estábamos tan cansados que tuvimos que declinar su oferta para irnos directamente a casa. Eugene, durante el camino, decía que sería lo mejor ya que por la noche no me cabría un bocado si comía en ese momento y mucho menos sushi.

Luego de eso, me llevó hasta esa casa donde tendría que vivir a partir de ahora. No había hablado mucho con Wednesday, o Yoko, o Ajax, y definitivamente no pude irme con ellos en esa gran miniban en el que se fueron ellos, pues tenía que recoger mis demás cosas con el chico de lentes. Cuando todo estuvo instalado en la habitación me dejó prometiéndome que volvería para irnos a la fiesta.

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