N/A: pequeñas ediciones hacen de una adaptación la más adecuada, así lo creo hasta cierto punto de la historia. Prometo que no afecta a la trama.
Sin más, el capítulo siguiente.
Presentación
Eugene le había prometido y jurado que serían por pocos meses que Enid tendría que fingir ser su hermano Emith, unos pocos meses hasta que él pudiera estar bien para volver e integrarse al grupo. La idea no le causaba tanto conflicto ahora a la rubia, que en esos momentos se veía en el espejo, con un poco de duda en la expresión.
Cada mañana, en la parroquia, ella solía cepillarse el cabello con mucho cariño y cuidado. Su larga melena dorada oculta entre el hábito le permitía el cuidado que merecía un cabello así. Algo avergonzada, admitía que estaba orgullosa de su cabellera desde muy pequeña.
Enid sonrió suavemente peinando su cabello, quizá, por última vez.
Era muy difícil hacer que su cabello se viera más corto con una coleta, una coleta la haría ver demasiado femenina con un rostro como el de ella y tener que usar peluca la primera vez ya le había causado un escozor casi insoportable. Ella no podría soportar tantos días con eso.
Bajó la mirada y se encontró resuelta con un par de tijeras sobre la mesa.
Eugene le dijo que no era necesario que se cortara el cabello, que podían hacer algo para que no parezca una niña. Enid parecía esperanzada, realmente en no tener que perder su largo cabello en ese momento.
Negó.
—No, si quiero ayudar a mi hermano en esto, debo evitar a toda costa que me descubran —tomó las tijeras tratando de no pensarlo mucho, pensarlo mucho haría que dudara de nuevo. —mi cabello largo es un problema... Um...
Se miró de nuevo levantando el primer mechón de cabello rubio y alzó un poco las tijeras, muy cerca. Respiró hondo y empezó a cortar mientras se veía con el ceño levemente fruncido por la concentración; cada mechón significaba una pequeña victoria y entre más reducía el tamaño de su melena, menos deprimida se sentía por la pérdida y más decidida por seguir con toda esta mentira por el bien de su hermano.
Si fuera Emith, habría hecho más, mucho más por ella, estaba segura.
—¡Vagabundos, vagabundos, son tan vagabundos! —repetían una y otra vez a su alrededor mientras trataba de sostenerse de pie todavía. Sus lágrimas habían mojado un poco la camiseta de Emith mientras la abrazaba los más fuerte que podía. Enid apretó más su abrazo alrededor de su hermano.
—¡No tienen papás, son unos vagabundos, son unos vagabundos!
—¡Niños vagabundos!
—¡Niños vagabundos!
Sintió a Emtih resoplar todavía mudo y abrazar a Enid como podía mientras seguían girando en contra de su voluntad en aquel juego. Débil todavía aún no podía detener toda aquella escena. Lo único que podía hacer era cuidar de que ella no cayera.
—¡Se van a arrepentir! ¡Ya verán! —logró decir su gemelo, haciendo que aquellos niños más grandes que ellos detuvieran poco a poco aquel carrusel riéndose todavía. —¡Algún día...!
—¿Algún día qué? —se burló uno de los niños empujando el carrusel. —¿Volverás a casa con tu mami?
—Hermanito... —murmuró la rubia aterrada mientras sentían que volvían a girar.

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My Enid
FanfictionEnid es una joven inocente que aspira a ser una monja. Su vida tranquila da un giro inesperado cuando su hermano gemelo, Emith, un aspirante a cantante, debe someterse a una cirugía en Japón justo después de ser seleccionado para unirse al grupo mu...