My Enid

Capítulo Once

N/A: Regresamos con nuestra programación habitual con un pequeño punto de vista de nuestro chico gorgon y un descubrimiento sobre Wednesday.

Enid tendrá que hacer más que avena para que ella vuelva.

Tuve que suprimir pequeñas partes de la versión original apostando a que no se notará.

¡Disfrútalo!

Ajax

—¡Oye...! —la llamó Yoko.

Ajax que todavía parecía curioso por la situación detuvo el avance de su compañera y dejó a Wednesday salir antes de recibir la llamada de atención de su directora.

No se dio cuenta hasta tarde que Emith había ido tras ella también. Y si lo hizo, tuvo que admitir que el chico era escurridizo...

—Deles tiempo —le dijo a la directora antes de que esta la volviera a llamar exigente y Yoko lo mirara.

Al parecer esos dos tenían algo pendiente.

La pelinegra salió hacia las calles, fuera de casa y se colocó lo mejor que pudo la capucha sobre su cabeza. Ni siquiera los pasos apresurados de la persona lo suficientemente tonta como para seguirla la habrían detenido de no ser porque esa persona era insistentemente irritable.

—Oye, tienes que calmarte.

Wednesday lo miró reuniendo toda la paciencia para no estallar contra el tipo menudo que se paraba frente a ella.

—Tenía razón contigo... —le dijo lo suficientemente duro. Lo miró a los ojos, resistiendo el impulso de escupir sus siguientes palabras, no tenía porqué discutir con él aquí afuera aunque ganas no le faltaban. —Te dije que quizás seguirías haciendo esto —siguió cruzándose de brazos. —Hiciste suficiente daño por un día —. El rubio estaba a punto de decir algo pero ella endureció la expresión antes de interrumpirlo. —Te prometo que voy a golpearte...

Con esa amenaza en el aire lo dejó atrás y cuando sintió que ya no la seguía se dirigió al único lugar en donde podría ignorar toda esta patética situación.

Estaba harta.

Enid no supo que hacer si no quedarse hasta verla marcharse en un taxi sin una pizca de duda.

Y ahí estuvo por unos minutos hasta que sus pies la obligaron a entrar de nuevo a la casa.

Luego de horas de no verla volver por la puerta como normalmente hacía, ya por la tarde empezó a replantearse la idea de seguir con todo este plan. Eugene podría entender si le decía que su integridad corría peligro si seguía en esta casa.

En cuanto él se apareció a su lado con esa sonrisa satisfecha mientras dejaba de ver bajo la terraza, sabía que no sería así.

—No creo que pueda soportar mucho tiempo —murmuró cuando el chico se sentó a su lado. —, solo ha pasado un día y me parece... que ha pasado un año entero entre nosotras —. Vio algunos pajaritos jugar entre las ramas de los árboles de pronto deseando ser uno de ellos. —Mi energía se fue a cero...

Eugene pareció comprensivo, aunque no la entendiera del todo. —Quiero que seas positiva, apenas pasó un día. Iniciar es la mitad del trabajo... —le dijo mirando el árbol con ella. —Apenas llevas medio camino.

Enid suspiró. —Es mi responsabilidad que se haya ido de la casa —susurró abrazando sus rodillas. —Yo... no puedo evitar ser tan molesta para ella.