♥02♥

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La mano que fue extendida hacia él fue tomada con fuerza sin un ápice de duda mientras bajaba delicadamente del automóvil. Sostenía entre sus manos una pequeña carpeta transparente con todos sus exámenes y records de chequeo. El omega suspiró pesadamente mientras observaba las enormes puertas de vidrio de la entrada del hospital.


Jun cerró la puerta del auto y se paró al lado del menor resistiendo el impulso de pasar su brazo alrededor de la cintura ajena para confortarlo, olía los nervios de su compañero.


- ¿Nervioso? –intentó romper el hielo

- Exhaló notoriamente para luego negar con el rostro- Solo un poco Junnie. Entremos.


No pudo evitar sonreír mientras ocultaba su rostro bajo su palma derecha que supuestamente utilizaba para acomodar su flequillo rubio, no importaba que tan molestos estuvieran siempre había amado cuando Minghao lo llamaba por apodos tiernos; ese día no fue la excepción.


*-*-*-*-*-*-*-*-*


- Entonces nos veremos la semana que viene –terminó el beta mientras que Jun limpiaba el gel del estómago ajeno- Cuídense, chicos.


El rubio ayudó al otro a levantarse de la camilla para luego estrechar la mano del médico y retirarse del consultorio. Xu salió con una sonrisa apretada en sus labios que terminó transformándose en un puchero demasiado evidente una vez estuvieron solos.


- ¿Pasa algo, Hao? –exclamó el alfa mirándolo con preocupación.

- Tantos exámenes me dejaron exhausto –dijo mientras acomodaba sus anteojos en el puente de su nariz- y tu hija tiene hambre –se acarició la pancita mientras agrandaba su puchero- pero yo tengo mucho sueño.


Wen sonrió con dulzura, dudando con su mirada baja antes de levantar su diestra y dejarla en la espalda ajena y así guiarlo por el pasillo evitando que tropiece con los demás transeúntes del hospital.


- Iremos por lo que sea que quieras comer para el bebé, y luego te llevaré a descansar tan pronto como nos desocupemos.


Le sonrió, el omega se sonrojó al ver como aparecía ese discreto hoyuelo en su mejilla izquierda que ya sabía que solo hacía acto de presencia cuando era una sonrisa genuina; un detalle en su rostro que lejos de aportarle ternura lo hacía ver más atractivo.


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- Entonces la semana que viene tengo que ir con Haohao al hospital para que nos hagan exámenes, el doctor dijo que era para chequear que todo estuviera en orden con nosotros tres –comentaba Jun a través del teléfono; Seungcheol le había llamado para saber cómo había sido la cita médica con el omega-

- No dudes en llamar por cualquier cosa que necesiten –dijo con tono metálico a través del altavoz- sabes que pueden llamarme.

- Gracias por eso Cheol, pero todo está bien.

- Ok entonces voy a colgar, voy a buscar a Chan a su clase de baile –informó- Adiós Jun, Adiós Hao.

-Vale, adiós- sin más cortó y volteó para mirar a Minghao, se había quedado dormido en tan poco tiempo.


El rubio suspiró; cuando llegaron a casa de sus amigos estacionó el automóvil para luego dar la vuelta, abrir en donde se encontraba el omega y levantarlo al estilo nupcial para después caminar hacia la habitación que ahora le pertenecía al pelinegro.


Lo dejó con muchísimo cuidado en su cama, dejando salir su aroma a grandes cantidades y de manera consciente para mantener adormilado al menor. Lo arropó con la cobija de ranitas que utilizaba y se inclinó lo suficiente para acariciarle el cabello y dejar un beso en sus sienes:


- Descansa, Hao –le susurró antes de irse.


*-*-*-*-*-*-*-*-*


Cuando Xu despertó, salió de la cama con rapidez buscando al alfa por toda la casa. Al notar que estaba solo se enojó y no tardó en llamarle.


- ¿Ming...

- ¡Yah! –le gritó- ¿Cómo te atreves a dejarme solo? ¿Qué pasa si me hubiera despertado con malestar o nauseas? Eres un irresponsable Junhui... Ugh, te detesto, idiota-

- Jun se quedó en silencio un minuto mientras procesaba los gritos a través de su teléfono hasta que habló- ¿Quieres que vaya?

- ¡OBVIAMENTE WEN JUNHUI! ¡AHORA MISMO! –demandó enojado-

- Pero no te molestes Haohao, no es bueno para el bebé –le pidió amablemente- ¿Te llevo algo?

- Helado de té verde –pidió con un puchero que obviamente no fue visto por nadie- y tu sweater de rayas que me gusta, luego de que lo dejes impregnado de tu aroma.


Cuando colgó la llamada, el pelinegro sonrió con suficiencia y se sentó en el sofá, dispuesto a ver un poco de televisión mientras esperaba al padre de su bebé. En su pecho su omega vibraba de emoción al saber que pronto estaría de nuevo al lado del alfa.


Jun de verdad no se esperaba que apenas llegando Minghao se le acurrucara a un lado suyo mientras vestía el sweater pedido y tomaba el helado con una cucharilla directo desde el envase.


- Minghao...

- ¿Uhm? –respondió con la cuchara en la boca-

- ¿Te sientes bien? –preguntó confundido, a pesar de reconocer el brillo plateado en los ojos ajenos, sabía que su omega estaba en la superficie, no tanto el humano-

- Sí, lo estoy –respondió testarudo- Ahora Abrázame que tu hija tiene frío. Sé un buen padre –le contestó sin mirarle porque sus ojos no se despegaban de la pantalla del televisor.


El alfa suspiró y pasó su brazo alrededor del omega dejando su mano sobre la pequeña pancita de este; sin ser suficiente, levantó un poco la tela de su sweater con el pulgar para que su mano estuviera directamente contra la piel del otro quien a pesar de intentar contenerlo: ronroneó.


No le molestaba estar así, para nada; simplemente estaba asombrado. Cuando terminaron Minghao había jurado que no le dejaría tocarlo más nunca en su vida por voluntad propia, ahora resulta que tenía al omega restregando su cabeza contra su pecho luego de haberle exigido que acudiera a su llamado.


Xu era demasiado dulce y sensible por mucho que intentara ocultarlo.

Perdóname, HaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora