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Minghao parecía vacío. Miraba a la nada, mientras su madre sostenía al bebé y caminaba alrededor intentando calmarlo. El omega abrazó sus piernas dejando salir unas lágrimas silenciosas, sin poder despegar su mirada de un punto fijo.


- Hao... Vamos Hao, intenta comer algo –le mencionó Jisoo preocupado mientras se acercaba a la cama.

Xu ni siquiera respondió. Solo pestañeó. Parecía un muñeco sin vida. Más pálido de lo que naturalmente era y solo moviendo los pulmones al respirar, y sus párpados de vez en cuando.

- Escuchen... Esto no puede seguir así –Hong habló tanto para su amigo como para su mamá.

- La señora volteó con el bebé en brazos aun llorando- ¿Qué propones, Hong? ¿Traer a Junhui a rastras para que asuma la paternidad de un hijo que no es suyo?

Las crueles palabras hicieron que de los ojos del menor salieran más lágrimas.

- Señora Xu, no debería hablare de esa forma. Si usted no confía en Minghao tampoco debería estar aquí –le comentó severo el omega- Yo sí creo en Hao, tiene que haber una explicación para todo esto.

- ¿Cómo justificas, Jisoo; que las dos pruebas salieron negativas? –preguntó con el inagotable bebé que ya estaba rojo de tanto llorar.


Minghao no aguantó más, con dificultad se puso de pie, tapando sus oídos y llorando en silencio hasta que llegó a la esquina de la habitación; escondiendo su rostro mientras apoyaba la frente a la pared.


- Es solo una suposición pero... Desde el primer día sentí algo extraño. El bebé no se parece a ninguno de los dos... Además llora demasiado –hizo una pausa mientras tomaba un vaso de agua- Ni siquiera en los brazos de Hao se calma y eso es muy raro, por no decir que es anti natural. Tal vez, solo tal vez... Bueno, es mi idea –suspiró antes de hablar- Minghao no sea su padre.

- ¿Qué? ¿Qué clase de teoría es esa, Jisoo? –respondió la señora con el niño en brazos.

- Puede que... Puede que le hayan entregado el hijo de alguien más –dijo en un susurro, pero lo suficientemente alto para que todos en la habitación escucharan.

- Minghao se aceró a Jisoo con cara de miedo- Y-yo... Claro... Tiene sentido. No es mio, no es mi hijo... No me siento conectado a él, ni a su aroma, tampoco reconoce el mío... Obviamente no es de Jun, tampoco es mío –arrancó a llorar sobre los hombros de su amigo- Quiero a mi bebé... Mi bebé... ¿Dónde está mi bebé?

- Jisoo lo miró asustado cuando detectó un brillo anormal en sus ojos- Hao... Tranquilo, lo encontraremos y...

No pudo terminar de hablar porque su amigo se desvaneció entre sus brazos perdiendo el conocimiento.

- ¡Minghao!


El alfa pelirrojo, pareja del mestizo entró cuando escuchó el grito y levantó al pelinegro mientras que Hong salió corriendo de esa habitación con dirección a la enfermería donde estaban los recién nacidos.


- ¡Un médico, por favor! –escuchó a la señora Xu gritar detrás de él.


*-*-*-*-*


Jun sintió nuevamente su teléfono sonar, buscó apoyo en los ojos de su amigo y abogado. Seungcheol le animó a atender la llamada. Suspiró cansado y contestó. El sonido de las miles de llamadas de Minghao, que no paraban lo tenían cansado:

Perdóname, HaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora