♥09♥

197 19 0
                                    

"Cinco meses y un par de semanas después"


- Yo soy el padre de ese bebé que está por nacer –dijo con total seguridad

Minghao lo miró con odio mientras se apretaba el vientre peleando con la incomodidad del trabajo de parto, siendo esa la única razón por la que Jun se aguantó para no ponerse de pie e ir a romperle la cara a puñetazos

- Deja de hablar estupideces y vete a la mierda Hoshi. Ya Minghao está pasando por suficiente –le gruñó con su aroma haciéndose espeso en la habitación

- El alfa coreano rió y luego miró al pelinegro- Minghao querido... ¿Por qué no le cuentas a tu alfita lo que hiciste conmigo la noche en que lo viste siéndote infiel en televisión nacional? Hicimos más que esa simple escena.

- ¿De qué carajos estás hablando, Hoshi? Yo jamás he estado contigo –escupió el omega.

- Oh mi lindo Haohao –Jun gruñó al escuchar el apodo que él usaba con su omega en unos labios ajenos- Al parecer ese día estabas tan borracho que no recuerdas todo lo que hicimos... Ese bebé es mío, no del hombre que supuestamente amas. Ya es hora de que digas la verdad, Xu.


Wen se cansó de escuchar las estupideces del que consideraba su amigo y agarrándolo por la ropa lo empujó fuera de la habitación, fue allí que descargó su ira en el rostro ajeno hasta que vio como la sangre baño aquel rostro:


- No vuelvas nunca más por aquí –gruñó en su voz de comando- No te acerques a nosotros. Juro que te mataré si lo haces.


Desapareció detrás de la puerta donde estaba su omega pero, aún alterado, no se acercó al menor sino que levantó el teléfono para llamar a la recepción:


- Xu Minghao solo tendrá visitas del personal que yo autorice ¿Entendido?

- Claro que sí, señor Wen –contestó la mujer a través del teléfono- Puede hacer una lista y dejarla acá cuando desee. Disculpe si cometimos un error.

- Uno muy grave –contestó antes de colgar molesto.


Sin más, luego de lanzar el teléfono tomó papel y bolígrafo para comenzar a escribir la lista. Aún consumido por la rabia y mezclando el hangul con su hanzi natal hasta que los sollozos descontrolados de su omega lo hicieron recordar dónde estaba y que papel debería estar cumpliendo:


- Mi amor... No llores más –se acercó acunando el rostro ajeno, limpiándolo con sus pulgares- Todo va a estar bien.

- Junnie yo no estuve con él. Yo nunca he estado con alguien que no seas tú –le juró para luego enterrar su rostro en el pecho del rubio buscando abrazarlo.

- Yo confío en ti, ranita. Sé que jamás me mentirías –le besó la frente para luego limpiar sus lágrimas- No llores más ¿Si? Nuestro hijito va a nacer mañana y no quiere conocer a su papi llorando –el omega asintió, aspirando el aroma de su alfa para calmarse- No obstante cuando nazca Renjun, vamos a hacer una prueba de ADN. Así denunciaremos a ese idiota por acoso, allanamiento de morada y denigración.


Xu asintió una vez más y volvió a acurrucarse en los brazos de su alfa. Sintiéndose protegido y amado.



*-*-*-*-*-*-*-*



- Todo salió perfecto, ya pueden pasar a verlos a su habitación.

Les informó el galeno encargado de la cesárea y se retiró cuando vio a los amigos abrazándose por la buena noticia. Jun fue el primero en entrar dejando atrás a los otros, llevándose la sorpresa de ver a un desesperado Minghao tratando de calmar al bebé.

- Hola, mi amor... Hola, bebé –Wen se acercó dejando un beso en cada una de las frentes.

- Desde que se despertó está llorando y no se calma con nada. El pediatra ya lo revisó pero dice que está perfecto –le comentó a su alfa.

- Es normal, Hao. Apenas es un bebé. Suelen llorar mucho


Xu asintió cortamente con un nudo en la garganta y vio como el rubio alzó al cachorro que no dejaba de sollozar. Luego vio a sus amigos entrar.


- Wow desde pequeño y ya está dando problemas –soltó Seokmin con una sonrisa divertida mientras saludaba al omega.

Jisoo sonrió tímidamente acercándose al cachorrito y frunció el ceño al verle. Una tonta idea pasó por su cabeza pero luego negó.

- En serio me cuesta creer que la obsesión de Hoshi haya llegado tan lejos –mencionó Seokmin.

- Pienso denunciarlo –respondió el rubio.

- Bien merecido lo tiene... -fueron interrumpidos por el omega mestizo quien le decía que ya debían retirarse.


*-*-*-*-*-*


- Señor Wen, no podemos aceptar una demanda. La prueba de paternidad que nos ha entregado es negativa –le explicó el oficial devolviéndole los papeles que Jun había entregado confiado, sin revisar los resultados

- ¿Qué? –Gruñó, revisando en la hoja y luego negando al leer los resultados- No, esto está mal, aquí hay un error.

- Hoshi sonrió desde su silla, mirándolo con los ojos entrecerrados y un adhesivo sobre su nariz- Te lo dije Wen, ese cachorro es mío.

- ¡CÁLLATE! –Le gritó desde lo más profundo de su ser para luego volver ante el oficial de policía- Exijo que repitan los exámenes, frente a todos... Estos resultados fueron alterados.

- ¿Está consciente de que si no tiene razón, sus palabras son una difamación hacia el equipo del hospital?

- Yo estoy completamente seguro de que hay un error. Es mi omega y es mi bebé.

- A solicitud del demandante, se repetirán los estudios.


*-*-*-*-*-*-*-*


- Negativo... Otra vez.


Jun sintió su mundo derrumbarse al leer ese resultado, esta vez todo se hizo frente a sus ojos, pero el resultado era el mismo.


- ¿Qué? No. Eso está mal. Mi bebé es de mi alfa –Minghao se exaltó.

- Seño Xu... Le recomendamos mantenga la calma, usted está recién operado –el oficial de policía le hizo señas a un enfermero para que lo sentara en la cama del hospital.

- Jun... Junhui... Junhui... Mi alfa... tienes que creerme –estiró la mano hasta tomarlo de la muñeca.


El rubio tenía los ojos llenos de rabia, incertidumbre, decepción y tristeza. Soltó su muñeca de un movimiento sin ser demasiado brusco con el omega a lo que el otro lloriqueó.


- Alfa...

- ¿Estas siendo honesto, Minghao? –preguntó roto, sin voltear a mirarlo, y se marchó junto al oficial de policía.


Dejando en esa habitación a un omega destrozado que no entendía nada de lo que estaba pasando y solo con la compañía de aquel bebé que no dejaba de llorar.

Perdóname, HaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora