XIX - END

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Soobin recién despertaba, con dificultad debido al cansancio de ayer.

Poco a poco se sentó en la cama para darse cuenta que Hueningkai, no se encontraba en ella cómo habitualmente. —¿Rubio? — Susurró para el mismo. Levantándose dispuesto a buscarlo.

Tan solo abrir la puerta de la habitación, el sonido de la regadera de la ducha ya era presente.

El único pensamiento que solo se le paso por la mente fue que el menor y dueño de la casa solo estaba duchándose para comenzar su día como lo hacía normalmente.

No le dio importancia, bajo hacia la cocina para adelantarse con el desayuno de ambos.

Varios minutos pasaron mientras Choi, seguía concentrado en la cocina. De un momento a otro, un fuerte golpe situado en el baño, hizo que levantara su mirada. Corriendo hacia ella para ver que pasaba.

Tan solo medio pasillo, agua salía de la puerta donde el menor se encontraba. Mojando el suelo, pero había algo más, no se sabía distinguir, pero no era solo agua. Un ligero color iba tiñendo aquel líquido transparente..

A paso rápido intento pasar al baño, pero aquella estaba asegurada desde dentro.

—¡HueningKai! —El mayor grito fuertemente para que aquel le escuchara, mientras golpeaba la puerta con fuerza para poder entrar. —¡Rubio! ¡¿Estas bien?! —Seguía golpeando y gritando desesperadamente hacia la puerta, sin respuesta alguna.

Se fijó más en el agua que estaba llenando el pasillo. Empezaba a teñirse de rojo..Un rojo carmesí llegando al vino, que no requiere mucha inteligencia para saber lo que es.

—¡Huening, abre!— Pronto su voz empezó a quebrarse, sintiéndose débil al ver la sangre también manchar el borde sus pantalones y el suelo. Sintiéndose débil de saber que la misma sangre que sale, es de su querido rubio.

Rápidamente corrió hacia la habitación, con la esperanza de encontrar alguna llave para poder entrar. Busco por todos lados, sintiéndose inútil por no encontrar nada. Entre cajones, armarios.., estanterías. Entro a las demás habitaciones del hogar, buscando con rapidez mientras solo podía maldecirse a sí mismo por no estar en este instante con Hueningkai.

Por fin, en uno de los cajones un montón de llaves se dejaron aparecer, agarrándolas todas mientras corriendo se dirigía a la puerta del baño de nuevo, ver el agua completa de ese color carmesí, partió su corazón en dos.

Las lágrimas nos paraban de salir de manera descontrolada mientras probaba con cada una de las llaves para poder entrar, sintiéndose incapaz de hacer algo por el, mientras susurraba el nombre del contrario evitando ver el suelo.

Una llave giró la cerradura, haciendo que los ojos de Choi se abrieran con sorpresa, abalanzándose sobre la puerta para abrirla con rapidez.

-¡Rubio! — Grito con ansias de ver el estado de Kai, mientras su mano temblaba. —R-Rubio...— Su tono de voz bajando repentinamente mientras veía al mismo chico que amaba, en la bañera llena de agua mientras diferentes partes de su torso, piernas y muñecas sangraban sin control alguno. Para Soobin, esto fue cómo un balde de agua fría. Sin saber cómo reaccionar, se quedó en la entrada, viéndole en silencio, mientras escuchaba ligeramente su corazón quebrándose, con el mismo sonido de un plato al caerse al suelo.

Después de unos segundos para que el pudiera procesar esa imagen, se dirigió a el, pisando el agua que ya estaba por inundar la habitación. Apago la regadera, mientras intentaba agarrar a Hueningkai con sus brazos, pero no podía sacarle de ahí, verlo en ese estado le dolía. Mientras gritaba con desesperación el nombre del contrario.

20:20 - SOOKAIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora