Me tomé mi tiempo para ducharme. Al salir, pasé casi veinte minutos frente al ropero decidiendo que iba a ponerme.
"¿Desde cuándo me importaba tanto la manera en la que lucía?"
Sacudí la cabeza desechando el pensamiento y me encontré con el vestido verde menta que tenía frente a mí. Me enfundé en él y luego me miré en el espejo. Era corto y dejaba ver lo único que me gustaba de mi cuerpo: Mi trasero. Era holgado y suave. Me gustaba la manera en la que disimulaba los pocos kilos que me faltaban. Era muy diferente al tipo de cuerpos que se estereotipaban como "Perfectos", pero no me sentía mal por mi aspecto.
Me puse un moño y alisé mi cabello a la perfección. Me maquillé un poco más de lo normal poniéndome un poco de delineador sobre la línea de las pestañas y un color de labios rosa pálido que combinaba perfecto con mi el color de mi piel.
Rocié un poco de perfume sobre mí y me miré. No lucía tan mal como pensé que luciría y sonreí.
-¡Engfa!- Gritó mi madre desde la planta baja de la casa. -Nessa está aquí-
-¡Ya voy!- grité tomando mi bolso y metiendo dentro mi cartera, mis llaves y la barra de lápiz labial rosa.
Bajé las escaleras y besé a mi madre.
-Te ves preciosa, hija- dijo mi madre mientras acariciaba mi mejilla. Sonreí con aprehensión y volví a besar la mejilla de mi madre.
-Dile a papá que vuelvo temprano y que debe dejar de trabajar tanto- dije.
-Yo le diré, princesa. Diviértete que Elena y yo vamos a charlar mucho está noche.-dijo mi madre.
Se habían puesto de acuerdo para reunirse en casa de ella para charlar mientras Charlotte y yo salíamos con mis amigos. Al llegar al lugar, lo único que hacía era buscar el auto de Elena.
-¿Estás bien?- preguntó Nessa cuando vio que no me movía de donde estaba.
-S-Si. Invité a Charlotte, pero no ha llegado- dije buscando entre la gente.
Nessa sonrió diciendo con los ojos entornados. -Tranquila, ella vendrá-
Me sonrojé por completo. Debía lucir desesperada para que Nessa me mirara de aquella manera, así que me obligué a mí misma a no buscarla entre la gente cada dos minutos.
Una figura alta se impuso entre la gente. Vestía unos vaqueros negros, una camisa negra y una chaqueta de cuero. Su cabello negro lucía más hermoso de lo normal, su piel resplandecía a la luz de las farolas de la calle y sus ojos color miel lucían cálidos a pesar de estar fijos en la nada.
El corazón me dio un vuelvo. ¿Acaso siempre tenía que lucir tan encantadora?.
Caminé hasta ella y sonrió. De nuevo ahí estaba aquella sonrisa encantadora en sus labios. Aquella que me robaba el aliento.
-Hola- dijo con su voz ronca.
Sonreí y dije -¿Cómo supiste que era yo?.
Charlotte rodo los ojos al aire y dijo -Podría reconocer tu aroma en cualquier parte-
Sonreí radiante antes de bromear -Voy a cambiar de perfume a ver si así dejas de reconocerme en todos lados.-
Ella río roncamente y posó su mano en mi hombro como siempre que caminábamos juntas en un lugar nuevo. Aferraba mi hombro con su mano izquierda y con la derecha aferraba más el bastón blanco.
Llegamos a la mesa donde se encontraban todos, y todos me miraron estupefactos. Nadie esperaba que Charlotte fuera invidente. Lo único que les había dicho era que iría una amiga. Sin embargo, actué como si nada sucediera.
-Chicos, ella es Charlotte Austin- dije con naturalidad.
Ella asintió levemente en su dirección a manera de saludo y yo continué -Charlotte, bueno.... ellos son todos.-
La risa de mis amigos se extendió por mi bobo comentario y nos sentamos en la mesa. La noche comenzó perfecta, mis amigos trataban a Charlotte como a cualquier persona y pude ver que la tensión en su rostro disminuía conforme pasaban los minutos.
Una figura se posó detrás de Charlotte y yo, haciendo sombra sobre nuestras cabezas. Nessa se levantó de golpe y chilló -¡Mew!, ¡Llegaste!-
El corazón me dio un vuelco mientras Charlotte se tensaba a mi lado. No había tomado en cuenta que Nessa quizás podría invitar a Mew, y que, quizás, Charlotte no querría revivir el pasado del que había huido durante tanto tiempo.
-¿C-Charlotte?- dijo la voz ronca detrás de nosotros y apreté los ojos con fuerza al ver los puños de Charlotte cerrarse con mucha fuerza haciendo que sus nudillos se pusieran blancos.
Mierda... esto no podía salir nada bien.
-¿Charlotte, eres tú?- dijo la voz.
Me volví y encaré a un chico increíblemente atractivo, era castaño y de ojos negros.
Charlotte se volvió lentamente y pude ver la expresión de lástima en el rostro de aquel chico castaño.
-¿Mew?- Inquirió Nessa con el ceño fruncido. -¿Se conocen?
Charlotte se puso de pie de golpe e intentó abrirse paso entre las mesas para alejarse.
-Charlotte...- dije intentando detenerla
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Autor original: Sam Leon.
ESTA HISTORIA NO ES MIA
ES UNA ADAPTACIÓN, TODOS LOS DERECHOS A SU AUTOR ORIGINAL.
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Though I Can't See You ❧ Englot G!P
ФанфикDespués de aquel accidente automovilístico, Charlotte Austin había pasado de ser una chica fuerte, altanera, arrogante y decidida, a ser una pobre diabla enfadada con el mundo. Una chica huraña y solitaria que parecía que lo único que quería hacer e...