Capitulo 34

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Una semana.

Una semana sin saber absolutamente nada de Charlotte. Una semana en la que no respondió ni una sola de mis llamadas. Una semana en la que no pude dormir pensando en ella. Todos los días despertaba revisando el móvil, esperando encontrar una llamada perdida de ella, pero no había absolutamente nada.

No iba a rogarle. La amaba, pero si ella no quería saber de mí, no iba a ir a buscarla.

Pensaba que, tal vez, con el paso de los días, ella querría verme. Sabía que se enfadaría, pero nunca imaginé la magnitud de lo que pasaría.

¿Tanto odiaba a su padre?, aparentemente sí.

Los exámenes finales no podían haber llegado en peor momento.

No tenía cabeza para estudiar, y ni siquiera me importaba hacerlo. Nessa había intentado animarme y lo agradecía, pero era imposible.

No podía quitarme de la mente la expresión decepcionada de Charlotte.

¡Una maldita y jodida semana!, ¿Tan poco le importaba?, ¿Tan poco valía lo que sentía?, ¿Su orgullo era tan grande?...

Cerré los ojos intentando apagar el ardor que sentía por las lágrimas contenidas. La mano de Nessa sobre la mía me hizo reaccionar.

Alcé la vista y la miré. Una sonrisa triste surcaba su rostro y me quité uno de los audífonos que tenía puestos.

- ¿Cómo te encuentras? - preguntó, sentándose en el asiento frente a mí.

Me encogí de hombros intentando restarle importancia al nudo dentro de mi pecho.

Nessa suspiró pesadamente. - Es una idiota - espetó.

Una sonrisa dolorosa cruzó mi rostro y dije - Es MI idiota.-

Nessa suspiró una vez más.

- ¿No te ha llamado?-

- No.-

- ¿Ni ha respondido tus llamadas?-

- No.-

Nessa enmudeció. Sabía que no tenía idea de qué decirme y ella nunca se quedaba sin palabras.

- ¿Cómo va todo con Mew? - dije, intentando cambiar de tema.

- Bien. Iremos ésta noche a bailar, ¿Quieres venir? - me invitó Nessa.

Una sonrisa triste me asaltó.

No tenía intenciones de salir a divertirme; al día siguiente era mi día de descanso en el trabajo, pero aún así, no quería hacer nada más que llegar a casa y revolcarme en mi propia miseria hasta sentirme un completo cerdo estúpido.

- Gracias, pero creo que paso. - dije mirando al suelo.

Todas mis noches, desde hace una semana, se resumían a eso: comer, lamentarme, y llorar hasta quedarme dormida.

- ¡No digas tonterías!, Mew no invitará a Charlotte, yo me encargo. Necesitas salir, ya te has revolcado en tu dolor una semana, no puedes seguir así. - me reprendió.

- ¡Claro que puedo!, ¡Mírame!, ¡Lo estoy haciendo ahora mismo! - chillé mientras intentaba ponerme de vuelta mi audífono.

- ¡Sin estupideces!, ¡Vas a ir conmigo a bailar y te vas a divertir! - me dijo, sosteniendo mi mano lejos de mi oreja.

Tras casi cuatro horas de Nessa rogándome que la acompañara, accedí, sólo porque sabía que no me dejaría en paz si no lo hacía. Tenía que ir y acabar con sus intenciones de ayudar.

Cuando llegué a mi casa, ni siquiera me molesté en mirar el móvil. Lo había dejado en casa debido a mi horrible manía de llamarla por teléfono cuando sabía que ella no quería saber nada de mí. Sabía que no había llamado, así que, ¿Qué más daba si no lo revisaba?

Though I Can't See You ❧ Englot G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora