- ¿Quieres explicarme qué fue lo que pasó? - me dijo Nessa al aparcar su coche fuera de mi casa.
Yo no había articulado una sola palabra en todo el camino de regreso y ella no había hecho nada para hacerme hablar. Me conocía tan bien que sabía cuándo era prudente hablar conmigo y, era claro que, en ese momento yo no me encontraba en condiciones de hablar.
Una punzada de dolor me recorrió el cuerpo al recordar a detalle lo que había sentido cuando los labios de Charlotte se unieron a los míos. Sin duda, había sido un beso completamente diferente a los que nadie me había dado. Aquel beso me había movido el mundo entero.
No fui capaz de responder.
- ¿Engfa?, ¿Me puedes decir qué está pasando?, antes me contabas todo y de repente, de un segundo a otro, me entero de que existe una chica que es ciega, que se llama Charlotte; que casualmente es la misma Charlotte de la que ya te había hablado. Aquella que había estado en aquel accidente con el chico que yo salgo. Explícame, por favor, que no sé en qué momento dejé de ser tu mejor amiga. - dijo Nessa severamente con sus ojos clavados en mí.
Yo era incapaz de mirarla. Sabía que si lo hacía iba a echarme a llorar.
- Charlotte es hija de Elena, una amiga que mi madre hizo hace poco. - comencé con voz ronca y entrecortada - La conocí cuando me ofrecí a ayudarle a moverse sin ver, es ciega reciente, como ya sabes. - el nudo que sentía en mi garganta hacía que me fuera difícil hablar - No sé por qué no te comenté nada acerca de ella..., simplemente cuando estoy con ella, el mundo es ajeno a mí. Sólo estamos ella y yo y... - cerré los ojos con fuerza - todo es perfecto, es perfecta.
- ¿Cuánto tiempo tienes conociéndola? - inquirió Nessa suavizando el tono de su voz.
- No lo sé - acepté - Un mes... creo, no estoy segura.
El silencio se extendió entre nosotras y la miré. Tenía la mirada fija al frente. Sabía que estaba furiosa conmigo, pero era Nessa, y ella nunca me abandonaría así fuera la más imbécil de todas.
- ¿Te gusta? - preguntó.
El corazón me dio un vuelco. Mi pulso se aceleró notablemente y sentí un extraño mareo que me provocó unas extrañas náuseas.
Comencé a negar con la cabeza, pero entonces, me di cuenta...
- No lo sé. - admití. Despegué la mirada de ella y bajé la vista hacia mis manos. Estaba tan nerviosa que retorcía mis dedos sobre mi regazo.
- ¿Qué pasó entre vosotras hoy? - dijo con la voz comprensiva que siempre utilizaba cuando estaba mal.
Aspiré aire entrecortadamente incapaz de detener mis lágrimas. Sequé rápidamente mis mejillas intentando verme más valiente de lo que en realidad me sentía.
- Me besó... - dije - La besé... - me corregí. Y entonces me di cuenta de que no sabía quién había iniciado todo. - ¿Nos besamos? - pregunté más para mí que para ella.
- ¡¿Qué?! - chilló Nessa asombrada. - Pero Engfa, ¡Eso es fantástico!, ¿No?
Comencé a negar con la cabeza enérgicamente.
- ¡No lo entiendes! - gimoteé rindiéndome a mis lágrimas, las cuales caían espesas sobre mi rostro. Los sollozos eran increíblemente desgarradores. Llevaba mucho tiempo sin llorar de esta forma. - Me dijo que había sido un error besarnos, que no debió suceder; que no siente, ni sentirá nada por mí.
Me llevé las manos a la cara mientras volvía a mi llanto. Era incapaz de seguir hablando. Unos brazos cálidos me rodearon y mis lágrimas aumentaron.
- Tranquila - murmuró Nessa besando mi cabello. - Sea quien sea que haya comenzado el beso, te correspondió y le correspondiste. Pueden hacerse idiotas las dos, pero si se correspondieron fue porque hay algo que las atrae la una a la otra.
Me hizo mirarla mientras sonreía cálidamente y decía - Pude ver cómo te trataba en el café. Toda su atención estaba fija en ti; y, llámame loca, pero, a pesar de que sus ojos están sin vida, pude ver aquel brillo especial que sólo hay en la mirada de una persona enamorada.
Negué con la cabeza. - Es que ni yo misma sé qué es lo que siento.
- Si lo sabes, pero no quieres verlo, Engfa. No quieres ver que Charlotte te gusta, yo misma puedo notarlo. - río con ironía diciendo - Jamás te había visto llorar por una chica.
Yo reí entre lágrimas por su comentario. - No estoy llorando por ella. - me defendí.
Ella rodó los ojos - ¡Eres imposible!Reí una vez más intentando limpiar mis lágrimas y entonces, un puchero me alcanzó.
- Nessa, ¿Qué hago? - supliqué por su consejo.
Ella suspiró.
- Creo que debes darle tiempo y espacio para que aclare su mente y, sobre todo, sus sentimientos. Así como tú debes aclarar los tuyos. Ambas están abrumadas por todo lo que ha pasado y, es justo que se tomen un tiempo para estar solas y meditar. Sólo así, podrán hablar sobre esto. - dijo poniendo un mechón rebelde de mi cabello detrás de mi oreja.
¿Y si decide que no siente nada por mí? - dije con horror en la voz.
- Te extrañará, deja que te extrañe. - me guiñó un ojo.
Un horrible pensamiento me asaltó.
- ¿Y si no me extraña?
- Entonces, será una completa imbécil por dejarte ir.
Reí tristemente mientras me secaba las lágrimas.
- ¿Luzco muy mal? - pregunté.
- Te ves fatal. - dijo Nessa haciendo una mueca mientras me soltaba a reír entre lágrimas.
***
Agradecí infinitamente que mi profesora de literatura haya dejado muchos deberes para el fin de semana. Así tendría todo mi tiempo ocupado. Lejos de mis tortuosos pensamientos sobre Charlotte.
Había llamado a Elena para disculparme por no poder ir. En cierto modo, no mentía, mi tarea era una pila interminable de libros por leer y ensayos por terminar.
Cuando llegó el lunes, ni siquiera tuve la decencia de mirarme al espejo. Me da vergüenza decirlo, pero, ni siquiera pasé por la ducha aquella mañana. Simplemente me cambié de ropa, lavé mis dientes y mi cara, me amarré el cabello en un moño despeinado.
Unos vaqueros, un jersey negro con capucha y unos converse me vestían.
Al llegar a la universidad, me encaminé por el estacionamiento hasta la entrada del edificio principal. Mi clase de literatura comenzaría en escasos diez minutos.
Una figura se encontraba de pie junto a la puerta de mi clase, pero no le di importancia hasta que se interpuso entre la puerta y yo.
Alcé la vista y pude ver a Mew Suppasit parado frente a mí.
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Autor original: Sam Leon.
ESTA HISTORIA NO ES MIA
ES UNA ADAPTACIÓN, TODOS LOS DERECHOS A SU AUTOR ORIGINAL.
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Though I Can't See You ❧ Englot G!P
FanfictionDespués de aquel accidente automovilístico, Charlotte Austin había pasado de ser una chica fuerte, altanera, arrogante y decidida, a ser una pobre diabla enfadada con el mundo. Una chica huraña y solitaria que parecía que lo único que quería hacer e...