Suerte y ganar

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Jj maybank

Me desperté exhausto despues de la terrible noche en vela que había pasado, no había podido pegar ojo, y cada vez que cerraba los ojos solo pensaba en todo lo que Alexa me había dicho, me di cuenta de que el que la había cagado había sido yo, y estaba dispuesto a hacer todo lo posible por tenerla de nuevo entre mis brazos.

Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina. Miré el suelo del pasillo relucir, cuando este antes estaba lleno de polvo y suciedad, no le di mucha importancia y seguí mi camino. Cuando ya estuve en el salón, pude ver a Alexa fregando el suelo de este, llevaba unos auriculares puestos, y se movía de lado a lado, vestía con unos shorts bastante cortos, que parecían hechos solo para ella de lo bien que le quedaban, de parte de arriba solo llevaba la de un bikini, rosa, que tenía un escote que no dejaba mucho a la imaginación. Me quede quieto en mi lugar, observando sus movimientos , esta se giró hacia mi y se asusto al verme, quitándose los auriculares de un tirón. 

-Me has asustado tonto.- Hablo mientras me sonreía, cosa que me dejo bastante extrañado, porque desde que había vuelto parecía que únicamente mi presencia y la de Kie le molestaban.

-Disfrutaba de las vistas, no todos los días puedes tener a Alexa Harper limpiando tu salón, en bikini.- dije mientras le guiaba un ojo.

-Ahí tienes tu desayuno.- me dijo mientras apuntaba a la pequeña isla de la cocina, que por cierto estaba reluciente. Me arcerqué y observe mas de cerca el trabajo de la kook. Ahora el fregadero no estaba lleno de platos sucios ni la encimera llena de cervezas y restos de comida. 

Agarre el plato de comida, y no pude evitar sonreír al ver que se trataba de mi desayuno favorito, una tostada untada en mantequilla de mermelada, con un café con leche, me ilusioné como un niño pequeño al ver que se había acordado. 

-Gracias princesa.- dije mientras me metía la tostada a la boca.

-De nada Maybank.- Perdí la ilusión cuando me llamo por mi apellido en vez de usar su mote tan cariñoso que se había vuelto costumbre, ya no me decía rubia.

- ¿Por qué no descansas?, no deben de ser más de las 7, es temprano y aún todos están durmiendo.- trate de convencerla.

-Por una vez te voy a hacer caso, porque de verdad que siento que he corrido una maratón.- hablo esta desplomándose en el sofá. Imité su acción sentándome a su lado.

-Deberías de estar durmiendo, no limpiando, además de que hoy vas a tener que sumergirte.- está se tenso ante la mención de el buceo, dejándome extrañado ante su cambio de emociones, su bipolaridad cada vez me estaba causando mas dudas.

-No eres el más indicado para hablar, tu también deberías de descansar más.- 

-No podía dormir, además tenia hambre.- dije comiéndome otro trozo mas de tostada.

Ella iba a decir algo más pero cerró la boca en cuanto vio a Jhon B entrar por el marco de la puerta, logrando que esta se levantase y fuese a abrazarlo, dejándome a mi ahí sentado. Fruncí el ceño al verlos abrazarse. ¿Desde cuándo Alexa había vuelto a tratar a Jhon B como antes?

-Me muero de sueño.- comentó este mientras iba a la cocina frotándose los ojos. En cuanto llego y abrió los ojos completamente, chilló. 

-¡¿Qué le ha pasado a la cocina?!- chilló flipando viendo como esta y el resto de la casa relucía.

-Ha sido Alexa, ha limpiado todo.- comenté dándole un sorbo a mi café.

-Alexa no tenias porque hacerlo.-

- Eres mi amigo, y además tu casa era un desastre, no podías seguir viviendo así, entre tanta mierda.- Hablo mientras subía sus hombros.

Jhon B no dijo nada más y en cambio fue a abrazarla mientras le repetía lo muy agradecido que estaba con ella, luego esta le dijo que había hecho cafés para todos y que se sirviese uno.

Cicatrices en la arenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora