No es ella

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Jj maybank

Todos nos quedamos flipando ante su aparición tan repentina, yo aun seguía asimilando todo lo que acababa de pasar.  La versión de Alexa que acababa de conocer no me trasmitía nada bueno. Es como si hubiesen mandado a matar a la Alexa del verano pasado. Mire a el resto de los Pogues, tratando de comprobar si todos la habíamos visto, o si yo estaba soñando. 

-Vale tíos, estoy flipando- hablé, tratando de que los demás reaccionaran- Esa no es mi  Alexa.-

-La manera en la que se ha llevado el cigarro a la boca y ha  inspirado el humo, como si lo llevase haciendo toda la vida, me ha dado escalofríos- dijo Kiara con la mirada perdida en un punto fijo- ¿Dónde esta la Alexa que se burlaba de Rafe, y la que iba a surfear con nosotros aun siendo una kook?.-

-No lo se, es como si la hubiesen cambiado, daba miedo-dijo ahora Jhon B- Lleva 1 año fuera y lo único que nos ha dicho ha sido "oh mierda", esto es un sueño.

-Yo.., yo conozco bien a Alexa, Jj la forma en la que te ha mirado, ha dicho mucho-dijo Pope- Como si no te conociese, ni a ti, ni a ninguno de nosotros, es como si hubiese enterrado todo lo vivido bajo metros de profundidad. Ella no esta bien, Alexa nunca ha fumado, ni cuando Rafe se lo ha ofrecido, e incluso cuando tu se lo ofreciste.-

Nos subimos a la caravana de Jhon B en silencio, el estado de animo del grupo había decaído bastante desde el pequeño encuentro con una de las personas mas importantes de esta puta isla.  

Pasamos el resto de la tarde en el agua, con las tablas de surf, ninguno de nosotros mencionó a Alexa ni su comportamiento, pero todos sabíamos que moríamos por saber lo que le ocurría a la pelinegra.  Nos adentramos en territorio kook con las tablas de surf, para poder tener mejor oleaje. Desde la distancia del mar a la tierra se podía ver la prestigiosa casa de Sarah Cameron y el creído de su hermano Rafe Cameron. 

Kie bufó al ver que la recién nombrada ya nos estaba mirando, intercambiaron miradas, pero la Cameron cortó el contacto visual cuando una persona llego a su lado, logrando que la rubia pasase el brazo por encima de esta. Alexa estaba allí, se había cambiado de ropa, ahora tan solo llevaba un bonito bikini morado que me logro sacar algún que otro suspiro, tenia su cabello recogido en una coleta y unas gafas blancas protegían sus ojos, en la mano llevaba un cigarro. Se giró a Sarah queriendo ver lo que tan entretenida la tenía y nos vio a todos de nuevo, pude ver a Alexa bufar, y llevarse el cigarro a la boca. Jhon B se acerco a mi con su tabla, intentando que volviese a dirigir mi atención a el mar cristalino, iba a hacerle caso hasta que Rafe Cameron  se acercó  a mi Alexa con una sonrisa socarrona, a continuación pasó  su mano por la cintura de la kook, acariciando su piel. Rafe llevo su vista hacia todos nosotros y compartimos miradas de odio, cosa que era costumbre cada vez que nos encontrábamos en esta pequeña isla, ambos sabíamos el mutuo asco que nos guardábamos, y entre muchas de las razones era por ver de quién era el corazón de la inalcanzable Alexa.

 Este agarro la agarró por los hombros y la llevo dentro de la casa, con una sonrisa en su rostro, ella entro primero, este la iba a seguir, pero antes de eso, me  volvió a mirar, a la vez que me dedicaba una sonrisa socarrona y acto seguido me guiñaba el ojo, causándome un mal estar en el cuerpo al ver que quien ahora la acompañaba, era el.

Todas mis ganas de surfear se esfumaron, los Pogues decidimos marcharnos de esa parte de la isla e ir a la zona sur, cuando estábamos lo suficiente cansados como para no poder seguir surfeando, fuimos al Chateau, y encendimos una hoguera, todos nos pusimos alrededor de esta, mientras bebíamos cerveza y comentábamos la locura de día que había sido hoy.

-¿Creéis que Rafe esta con ella?-inicié yo el tema de conversación, queriendo resolver la duda que no paraba de rondar por mi mente. -Porque se les veía como si estuviesen liados-di una gran calada al cigarrillo que se encontraba entre mis dedos, tratando de que este aliviara la tensión que se había generado inconscientemente en mi cuerpo  al recordar como el la había tocado, deseando que las cosas fueran distintas, y que ocupase el lugar de Rafe fuese  yo. No debería de pensar en estas cosas cuando el primero en hacer daño a Alexa fui yo, pero el egoísmo me podía con ella y me gritaba que solo fuese mía.

Cicatrices en la arenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora