— ¿Entonces... lo viste otra vez?
Johnny sentía una severa molestia en su sistema, no entendía porqué existía la necesidad de seguir hablando de su rival más profundo; Jaehyun.
— Sí... —Taeyong apretó poco a poco la tela de su pantalón, rasgando todo rastro con sus uñas, comenzando a ponerse algo nervioso.
— Podemos hacerlo...
— ¿Podemos? —el menor volteó su vista algo curiosa a John, y éste último le sonrió, demostrando una seguridad inimaginable.
Quería hacerlo, sí, pero no con él. Johnny le entorpecía sus sentidos; no exactamente por sentimientos familiares, sino porque su máxima debilidad estaba en juego, y no iba a perder el tiempo con alguien que no le servía. Bien se lo dijo Jeong.
— No, no eres apto para esto, John.
— ¿Por qué no? Actúas como un idiota miedoso ahora, dime... ¿qué te hizo Jae para que estuvieras como un perrito regañado?
La poca empatía que le quedaba por vaciar, se marchó al momento de escuchar como se refería a él, de verdad le causaba repudio y no iba a tolerar ser tratado de esa forma en sus últimos minutos.
— Una oportunidad, Johnny, una puta oportunidad te dí... —rió con mofa, empezando a elevar su sonrisa y un semblante algo perverso. —¿Qué no querías ser feliz con alguno de tus chicos? ¿Con Mark?
— ¿Crees que si lo quisiera de verdad me hubiera acostado contigo? Por dios... sabes perfectamente que al que quiero es a tí.
Estaban solos en la habitación del mayor, por lo que, Taeyong se aprovechó del silencio ensordecedor para acercarse a seducir a Suh.
Tocó su pectorales descubiertos con ambas manos, y con unos ojitos pícaros en sus carnosos labios, dándole unas directas referencias de quererle comer la boca.
Sin embargo, antes de que lo hiciera, lo jaló bruscamente de la muñeca. Tomó asiento a la orilla de la cama, aún con una pizca de repulsión, y colocó al más alto entre sus piernas para seguir bajando sus manos por su vientre y tocar su piel desnuda con la yema de sus dedos.
— Mmh, no me tienes tan contento, creo que no podrás divertirte.
— ¿Por qué n... —sus palabras fueron abruptamente silenciadas por un violento empujón, siendo impulsado a caer sobre la cama, y sintiendo próxima la figura de Johnny posicionarse encima de él.
Ya ni siquiera contaba los minutos, ni recordaba todas las fastidiosas horas que tenía que soportar su perfume fuerte y tedioso encima.
Odiaba que su olor se quedara impregnado en su ropa, en su piel; la cual terminaba heriendo de tantos rasguños impulsivos, queriendo desaparecer toda evidencia de ese chico.
Esa horrenda risa le mortificaba cada vez que tenía que satisfacerlo por un puto plan.
Pero, al tener en cuenta que, por fin sabía de sus capacidades, Johnny ya no sería un obstáculo más en su camino y bien podría deshacerse de su estúpida e ilusa cara.
John jadeó en la extensión de sus clavículas, mientras seguía frotando su pelvis lentamente; levantando las piernas de Lee y siguiendo con ese vaivén que lo volvía adicto. Los brazos del chico de abajo, rodearon su cuello y lo atrajeron a su pecho, aunque se desconcertó por la presión inexplicablemente fuerte.
Sus toques normalmente no pasaban a más de una fuerza débil, pero esa ocasión estaba algo raro...
— ¿Qu... —soltó un gemido asustado. El silencio reinó por toda la habitación, y su mente dejó de procesar cualquier divagación útil para el momento.
No podía concentrarse más que en, apretujar la piel de Taeyong debajo con desesperación, queriendo quitarse al momento de sentir como un filo penetraba con brusquedad su espalda. Sin parar seguía sintiendo el ardor intensificarse que, no podía ni siquiera emitir palabra alguna, por el pánico haciéndose evidente en su semblante.
Las venas de su sien se marcaban, y el miedo enloquecía todos sus nervios. Tampoco le llegaban al cerebro señales de acciones irracionales para calmar la forma súbita en la que Lee lo había atacado.
La navaja atravesaba y rajaba la piel del mayor conforme Taeyong iba apuñalando como podía, abrazando el cuello de John con un sólo brazo para apoyarse, mientras que con la otra; acuchillaba la espalda de su mayor con violencia.
— No me... dejabas otra opción, asqueroso idiota. —se agitó al decir eso, removiendo su cuerpo entre gemidos dolorosos. El peso del cuerpo del americano poco a poco iba incomodando a Lee, queriendo safarse de ahí abajo.
Un chorro de sangre escurrió en la cara del menor al empujar el cuerpo de Johnny hacia un lado, y no pudo evitar asquearse. El simple hecho de saborear ese líquido carmesí, justamente de esa persona, lo hizo toser y tallarse la cara con rapidez.
Se levantó cuando notó el desastre que había hecho; toda su ropa estaba siendo manchada, y por primera vez confirmaba no disfrutar el asesinato de una persona.
John yacía boca abajo en la cama, escuchando en sus oídos el ritmo de su corazón bajar con lentitud, con sus repetidos cortes abiertos, grandes y profundos brotando de sangre al aire libre.
El líquido carmín no dejaba de resbalarse y expulsarse con fuerza por toda su espalda, chorreando cada parte blanca de la cama. Si seguía así, se haría un oscuro charco en el suelo de la habitación y debía limpiar toda esa mierda.
Sin embargo, detrás de esa escalofriante y sangrienta escena, por la puerta entreabierta, se encontraban unos ojitos grandes empapados de lágrimas, que no dejaban de desplazarse involuntariamente por todas sus mejillas.
El brillo se había escapado, incluso las pupilas se convirtieron en unas pequeñitas de terror. El llanto desolado era el principal síntoma de toda su decepción siendo enterrada en su pequeño corazón destrozado.
Apretó sus puños con impotencia, y con cautela fue dando pasos hacia atrás, acercándose a la salida de la casa para huir de allí entre sollozos incontrolables y ruidosos.
Su cabeza no dejaba de repetir los gemidos placenteros de su ex pareja, ahora muerta, y no paraba de lamentarse por haberlo perdido y llorar por eso. No sabía con exactitud cuántas veces le había visto la cara de idiota, pero aún así... su corazón latía desesperadamente por haber visto el cuerpo ensangrentado de Johnny.
Mark quiso dejar de escuchar los estruendos en su cabeza, cayó al suelo del estacionamiento, y empezó a golpear su frente contra el piso sin parar. Se tapó los oídos por cada golpe que iba sangrando y magullando su piel.
Sentía una alteración extrema en su organismo provocada principalmente por el despecho, que se apoderaba y cegaba absolutamente todos sus sentidos.
Hasta que un sonidito retumbó en sus tímpanos y lo asustó, haciendo que se detuviera. El ruido provenía de su bolsillo asi que, con cuidado, como si tuviera miedo a romperse de nuevo, sacó su teléfono de su pantalón para contestar la reciente llamada.
Deslizó el botón automáticamente, para colocarse el celular en la oreja hasta escuchar una dulce voz melosa y colorida.
— ¡Markie! ¿Quieres venir? Jaehyun no está, podemos comer lo que queramos y jugamos videojuegos, ¿quieres...?
Ese tono en el que Haechan hablaba, le daba suma tranquilidad y amena relajación, pero incluso así, hizo que su corazón se encogiera y su llanto incrementara a medida que escuchaba al menor hacerle preguntas.
Su vocecita era tan chillona que cosquilleaba en su alma.
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spattered by blood - jaehyuck
FanfictionA Jaehyun le gusta manchar sus manos en sangre. Y a Hyuck no le gusta que Jae lo toque con las manos sucias. 🔞 Mantener discreción, lenguaje no apto para personas sensibles. ¡! leve mención del johnmark, johntae.