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La angustia y el desasosiego se habían disparado como venas rotas, y ahora su corazón estaba sangrando. Se inundaba en unos nervios terribles que ahogaban cada minuto de su tortuoso tiempo.

Mark no le respondía los mensajes desde duraderas horas, y para su mala suerte, Jaehyun le había dicho que no podía salir hasta que él llegara a casa.

La vibra tan horripilante de ese lugar, que ya no llamaba hogar, lo estaba desquiciando. El vacío silencio aturdía ferozmente sus tímpanos. Necesitaba a alguien con él, necesitaba la presencia de cualquier persona para estar bien.

Definitivamente era un muy mal castigo del cielo, o algo. Así lo sospechaba Haechan.

Hasta que al fin, después de todo un día entero, escuchó la puerta ser desbloqueada, y en su vista se mostró a un Jeong quitándose los zapatos para poder entrar.

Estaba a nada de soltar el primer reclamo, sin embargo, su pareja portaba un semblante satisfecho, una sonrisa tan hermosa que, sus hoyuelos podían ser la muerte más encantadora que alguien pudiera percibir. Hace bastante tiempo no lo había notado con esos gestos.

— Mi amor... ¿adivina qué? —mordió sus labios emocionado, y caminó más rápido para encontrar la carita triste de Hae y tomarla entre sus manos.

— ¿Qué es...? —su corazón se partía casi al soltar esa pregunta en un tono tan débil. Desde que pasó lo de John y Mark, no pudo dormir bien de saber que su pareja llegaba tarde a casa, y ni siquiera estaba con él en el día, como lo hacía antes.

La presión e inseguridad le daban malestar en todo su cuerpo, su mayor angustia era encontrar pruebas que alimentaran su inestabilidad emocional y le hicieran desconfiar de Jaehyun, de su novio...

Estaba claro que, toda su estúpida relación había comenzado por un trato, pero... ahora estaba profundamente enamorado de Jae, no podía imaginarse vivir sin él, sin su protección, sin sus caricias, sin su maldita sonrisa perversa.

No había nada de qué arrepentirse ya, su amor por Jeong fue creciendo durante cada hora del día, permanecía en cada amanecer al verlo tomando café, o en el anochecer cuando se iban a la cama.

No podría vivir sin él.

Ni mucho menos con la idea de que, quizás podría estarlo engañando. Y su idea era un completo enigma.

— Volveremos a trabajar, conseguí un cliente... —suspiró estando postrado ante Hyuck, después acarició sus muslos. —Esta vez estaremos sin distracciones, solamente tú y yo. ¿Lo recuerdas? como los viejos tiempos, antes siempre hacíamos eso cada semana, nos iba bien y éramos felices con bastante dinero. Podemos ir de compras, por un helado, o escuchar tus discos favoritos sin salir de casita... ¿mmh?

— ¿Solamente te sirvo para eso? ¿Para ofrecer mi cuerpo, que tú seas un criminal y que ganemos dinero sucio? ¿A eso va tu felicidad, Jae?

— ¿De qué hablas? Siempre hemos hecho eso... —alejó sus manos del cuerpo del menor, se desconcertó por el turbio cambio.

— En todo este tiempo ¿tú... no desarrollaste algún tipo de amor por mí, Jaehyun? —quiso verlo a los ojos pero no pudo al mencionar su nombre, pero se animó a hacerlo, de todas formas... sus ojos ahora lloraban. —¿En todos los días que hemos estado viviendo juntos, tú no llegaste a amarme de verdad? ¿Ni siquiera un poquito para protegerme de verdad y alejarnos de todo eso? ¡Mierda, Jae! Yo quiero estar contigo sin necesidad de hacer ese tipo de trabajo... quiero estar contigo y ser personas normales. Quiero ser un estudiante y cocinarte también...

— No es algo fácil... hemos hecho esto tantas veces que me parece imposible volver a la rutina a la que llamas normal.

Jeong se quedó perplejo y serio al escuchar llorar a Hae, estaba sollozando con tanto dolor entre gimoteos, tapándose el rostro y alejándose de él como si le tuviera miedo o asco. No sabía como reaccionar ante tantas palabrss desconocidas, ahora pareciese como si no conociera a Hae.

El corazón del menor quemaba tan fuerte que, quiso salir corriendo de ahí para ir en busca de algún objeto con bordes afilados para arrebatarse ese dolor tan intenso que llevaba empeorando. — No lo haré.

— ¿Qué?

— Que no lo haré, Jaehyun. ¿Escuchaste? No lo voy a hacer, no quiero volver a esa mierda, no lo haré jamás. —nunca había estado tan seguro de algo como en ese momento, que aseguraba que con eso dejaría de llorar y se volvería valiente repentinamente.

Sin embargo, esperaba un semblante enojado por parte de Jeong. Aunque no recibió eso, sino que se lo tomó con calma.

Apesar de que podría parecer algo bueno, le daba miedo que reaccionara así...

— Bien, haz lo que creas mejor. —murmuró, se levantó y se fue entre pasillos, desapareciendo de su vista.

Lo que causó que Donghyuck volviera a soltarse en lloriqueos, no fue esa reacción, sino que nunca escuchó una respuesta a su confesión de amor. Y ahora lo estaba torturando el tormento de pensar que Jaehyun no lo amaba, solamente lo utilizaba para su conveniencia.

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— Jamás pensé que fueras tan valiente.

— Ujum, ¿para qué me hablas?

— Uy, antes eras un altanero y ahora estás jodidamente brusco. Pero, bien. ¿Nadie te vió hacerlo, cierto...?

— ¿Crees que soy imbécil o qué mierda? Claramente no, la casa de John estaba sola.

La sonrisa cruda y helada de Jeong se escuchó rechinar por la llamada entre Taeyong y él.

— ¿Para qué me llamas, Jeong? estoy ocupado.

— Quiero verte.

Y ya que Dong le había dejado a un lado, necesitaba ceder ante el último paso. — Ya que por fin John no existe, puedes pelear conmigo o por mí, ¿no era lo que querías tú?

Y probablemente sí era lo que Taeyong había anhelado gracias a, su complejo de superioridad, pero ahora Jen estaba por su camino y no le parecía bien que corriera peligro su mayor corazón.

— Tal vez lo intente después.

— Quiero que lo hagas ahora, o le sacaré las entrañas a Jeno para que las mastiques.

— ¡Cierra la puta boca! —explotó el Lee mayor, tanto que Jae tuvo que separar el teléfono de su oreja o su oído iba a explotar. —Deja de hablar mierdas. Y te volveré a ver cuando yo mismo lo diga, imbécil.

El timbre del término de la llamada lo hizo burlarse aún más sobre el tema.

Si no podía desahogarse en su casa, lo haría en casa de alguien más.

spattered by blood - jaehyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora