Le tomó poco o menos de seis eternas horas que el canadiense llegara a su habitación y cayera profundamente entre sus brazos, refugiándose de inmediato en éstos; y cubriendo su cuerpo, como si tuviera miedo incluso del aire.
Los sollozos se hicieron presentes de forma inmediata, Haechan pudo sentir sus muslos un poco húmedos por los ojos de Mark posados ahí, justamente como hace días... pero ahora, era al revés.
Colocó sus manos calentitas en la espalda del mayor, para que vagaran con dulzura por todo su cuerpo, acariciando con extrema ternura y compasión, Mark la merecía en esos momentos y siempre.
La cabeza del moreno estaba llena de preguntas pero, no hablaría. Lo que menos quería ahora era alborotar las emociones de Mark, y que estuviera al borde del colapso, arrancando sus uñas.
Cuando el canadiense alzó su vista, Hae pudo notar a la perfección sus ojos nublados y vacíos de tanto lloriquear sin rumbo. Sus mejillas estaban teñidas de un ligero rosa, por el calor que emanaba y le compartía el cuerpo de Hyuck.
Y por algún instante, sintió una pizca de nostalgia al ver el rostro agotado de su mayor, recordando de alguna manera a su mismos gestos y forma de llorar; una tan dolorosa que la garganta se le irritaba por los gritos contra la almohada que daba cuando no podía desahogarse con libertad.
— ¿Mark...? —soltó cuando se dio cuenta de que él tenía ganas de hablar, pero sus labios secos se torcían hacia abajo.
— ¿Él... me a-amaba? —tartamudeó y casi se le escapa una tos ronca. Apreciaba bien la fría sensación de suciedad que resplandía sobre su corazón. No entendía bien porqué apesar de, saber ahora dónde se encontraba el cadáver de su ex novio, le dolía muchísimo más que lo hubiese engañado, antes que verlo morir.
— ¿Johnny?
— Él me engañaba, Hae... —las palabras que dejaba salir, para él eran cómo vómito verbal. —Todo este tiempo se estuvo acostando con otro chico, mientras me llenaba de mimos por la noche... como si nada hubiera pasado, como si no hubiese tocado a alguien más.
Haechan quería hablar, aconsejarlo, pero al notar que Mark no paraba de hablar entre pausas, entendió que se quería deshacer de todo lo que guardaba su pobre alma.
Aunque, su corazón podia compadecer el qué fuera víctima de tanto sufrimiento, decepción y ansiedad; las cuáles carcomían agresivamente su mente y alma como parásitos.
— Johnny de verdad no me quería... no lo hacía. —y darse cuenta de eso, sólo podía cegarle de una impotencia inmensa, haciendo que su cabeza quisiera explotar de rabia y tristeza dispersa. —Me duele, Hyuck, me duele m-mucho... siento como s-si me quemara algo aquí. —llevó su mano a su pecho, en la parte exacta donde latía su corazón agitado y pesado. Sorbió su nariz volviendo a bajar la cabeza.
Los ojitos sensibles de Hae fueron prontamente inundados de pequeña tristeza y melancolía en gotas saladas. De nuevo podía reflejar su rostro y dolor en el mayor, como si se tratase de un estúpido espejo distorsionado; mismo dolor, distinta persona.
— ¿Por qué...? ¿Por qué tuve que ser yo? ¡¿Por qué me tuvo que engañar a mí?! ¿Qué tengo, que me falta...? —su voz se quebró al fin después de esa última pregunta, y de nuevo sollozó, llenando la habitación de una oscuridad plena e intensa vibra.
— Tú no tienes nada malo, Markie, él es el idiota que no supo quererte de la forma correcta. —decir eso, sí que le dolió.
— Ahora está muerto... ¿es una justicia divina, Hae? —preguntó entre ruiditos y sus luceros brillaron como si esperara la bella aprobación de Donghyuck. Eso era lo que esperaba al verlo con una mínima esperanza.
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spattered by blood - jaehyuck
FanfictionA Jaehyun le gusta manchar sus manos en sangre. Y a Hyuck no le gusta que Jae lo toque con las manos sucias. 🔞 Mantener discreción, lenguaje no apto para personas sensibles. ¡! leve mención del johnmark, johntae.