Capítulo 18: juntos

22 2 0
                                    

Había estado evitando a Jungkook, en el colegio y en el estudio, así que apenas lo vio en el pasillo se escabulló, estaba muy dolida con él. Tenía educación física, así que entró al vestuario para ponerse el uniforme de gimnasia. Estaba poniéndose el pantalón cuando se dio cuenta que su tatuaje de corchea ahora tenía color, el chupetón de Yoongi le había roto los vasos sanguíneos y toda la zona estaba azulada.

-No sé qué me impacta más, el hecho de que tengas un chupetón entre los muslos o un tatuaje -dijo Chanmi cuando se sentó en la banca junto a ella -No lo esperaba de ti.

Suni se subió el pantalón con rapidez y se sentó, sus mejillas estaban rojas.

-Podríamos pasar el rato, un día...tienes que contarme de ese chico pálido, es muy guapo.

-¿Yoongi?

-Sí...¿fue él?, parece ser del tipo que te haría un chupetón.

Suni sonrió. -Es mi hermanastro.

-Vaya, la cosa se pone más escabrosa.

Suni se quedó en silencio, no sabía porque se lo había dicho. Supuso que confiaba en ella y estaba agradecida.

-Gracias, por decirmelo, me había culpado mucho, fue liberador saber que todo fue planeado.

-Joon siempre está detrás de todo lo que huela mal.

Suni se puso la última prenda deportiva, la chaqueta, y se cerró la cremallera. Chanmi notó que tenía pelos de gato pegados.

-¿Tienes un gato? -preguntó mientras se cambiaba la camiseta.

-Sí, se llama Minki por inteligente, es peluda y hermosa.

-Quiero conocerla.

-Podemos quedar un día después del colegio.

Chanmi asintió y después que ambas se pusieron los tenis, salieron juntas al gimnasio.

Cuando salieron del colegio ya era tarde, pasado las siete y para sorpresa de Suni, Yoongi estaba afuera esperándola en una moto, no era la del reparto, era mucho más grande. Ella se despidió de su amiga que sonrió admirada y trotó hasta él.

-¿Te doy un aventón?

-¿Qué haces aquí?

-Mira pulga, quiero que entiendas algo, no soy un príncipe azul...pero me gustas, quiero que estemos juntos. -le dijo pasándole el casco. Suni lo recibió. -Suni...-la tomó del mentón suavemente y la hizo mirarlo a los ojos. -sé que nuestras vidas no parecen coincidir, somos tan opuestos y yo soy una persona reservada, no quiero que nos juzguen, no quiero que nadie tenga nada que decir, no quiero a los chicos de la banda haciendo bromas ni queriendo saber más, no quiero herir a Jungkook tampoco y no quiero que tengas problemas en casa.

-¿Por qué no puedes prometerme amor eterno?

-Prefiero decirte siempre la verdad.

Ella jugó con el casco nerviosa.

-A veces solo quiero que me mientas, si se trata de ti puedo soportarlo sabes.

-Ok, vamos a estar juntos para siempre, nos casaremos y tu madre será la más feliz, tendremos hijos y una casa enorme con el dinero que ganaré como músico.

-Acepto.

Yoongi sonrió y se acomodó en la moto, ella se subió detrás con el casco puesto y lo abrazó por la cintura. Yoongi aceleró y salió de ahí con rapidez. Ella se apretó más a él cerrando los ojos, le daba miedo que un auto saliera de una esquina y los golpeara, así que se escondió detrás de él todo lo que pudo. Unos minutos después se relajó y trató de disfrutar la velocidad y el viento en la cara. Yoongi había dicho que no era un príncipe azul, pero había convertido en realidad el sueño de toda chica adolescente, irse del colegio en la moto con el chico malo. La aburrida Park Suni iba en moto con su novio, pensó que estaba soñando.

Our SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora