Capítulo 9: mafiosos

8 1 0
                                    

Suni escuchó los primeros golpes y los gruñidos y jadeos de Yoongi. Pensó en entrar corriendo, pero no podría hacer nada contra esos tipos. Le dio la vuelta al baño hasta quedar junto a la ventana, buscó el sonido que quería en su celular y subió el altavoz haciendo sonar una sirena de policía. Hubo un silencio en el baño y decidió gritar "Policía". Vio a los tipos salir corriendo cuando volvió a la puerta de entrada. La respiración entrecortada de Yoongi se escuchaba incluso desde afuera por lo que entró corriendo. Dio un grito al verlo ensangrentado en el suelo. Se arrodilló y lo tomó de la cara para verlo de cerca y revisar las heridas. Lo ayudó a levantarse, pero él se soltó y abrió la llave del lavamanos para echarse agua a la boca, escupió varias veces la sangre que tenía acumulada y se miró los dientes en el espejo.

—¿Estás bien?

—Sí, sobreviviré.

Al caminar hacia la salida se quejó y cuando se encontraron con otra persona que iba entrando al baño arrastró los pies al esquivarlo. El señor los miró extrañado, pero no dijo nada porque hubiese una mujer en el baño y un hombre herido.

—¿Por qué me sigues?

—Te pediré un taxi.

—Puedo hacerlo yo mismo —se quejó él y caminó hasta la calle, el primer taxista que le iba a parar se arrepintió al verlo y siguió su camino. Yoongi maldijo, Suni caminó unos pasos lejos de él y paró un taxi que sí se detuvo. En 10 minutos estaban en su departamento.

—A veces puedes ser insoportable, pero gracias por lo de la sirena, fue muy inteligente.

—Soy muy inteligente.

—Quizás eso es lo más irritante —dijo él sacándose la chaqueta con dolor y poniéndose la mano sobre el costado antes de sentarse en el sofá.

—Es la costilla ¿verdad? Muéstramela.

—¿La arreglarás con tus ojos biónicos o solo quieres verme medio desnudo?

—Por qué actúas así, me besaste hace menos de dos horas.

—Fue un error —el corazón de Suni dolió, pero tampoco esperaba más.

—¿Qué es lo que te da miedo? Que me enamore perdidamente de ti. Eso no va a pasar. Sí, siento una atracción hacia a ti cuando estamos solos, pero no me gustaría estar con alguien como tú, un vago mal educado, esto es solo curiosidad, nada más, no te engañes, una chica como yo se va a enamorar de un médico, un gerente, un empresario, no de un músico fracasado que recibe palizas en un baño público.

Yoongi la miró con rabia, le había dolido, no iba a negarlo, esa niña tenía una boca peligrosa, para besar y para hablar.

—Sinceramente te creo, tu no tienes la habilidad de enamorarte de nadie, apenas si tienes emociones, todo pasa por tu cabecita, todo bien controlado, vi tu habitación, creo que ni siquiera te gusta el cello, yo la música la amo, tu solo cumples, no hay nada que te apasione, nada te cuesta trabajo, no sabes lo que es tener un sueño, no siempre voy a ser un músico de segunda y si no lo logro moriré en el intento. En cambio tú siempre serás una marioneta de tus padres.

Le había dado dónde más le dolía.

—No hables de cosas que no sabes o te dejaré a tu suerte.

—Es justo lo que quiero.

Se quedaron en silencio un momento.

—Ayúdame a quitarme esto antes de que te vayas —le dijo él dándose cuenta que no se iba a poder quitar la camiseta para verse los rasguños y moretones porque le dolía todo el cuerpo. Uno de los tipos lo había pateado con unos zapatos grandes y duros.

Our SongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora