Capítulo 22: rap

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Fueron a caminar por el centro. Daegu no era una ciudad tan pequeña, tenía un monorriel que le daba un aspecto futurístico y muchos edificios de departamentos de mucha altura. Fueron a Dongseong-ro, una calle llena de negocios, muy parecida a Myeongdong en Seúl, con tiendas de belleza y comercio y con mucha gente joven deambulando por ahí. Terminaron en el mercado nocturno y comieron empanadas vietnamitas y otros tentempiés que ella quiso probar asombrada. Yoongi se reía de que todo la sorprendiera, cómo si nunca hubiese visto los platillos.

—Vamos, has estado en Europa y te sorprende el mercado nocturno de Daegu.

—Es muy grande, mira —gritó ella de pronto, le tomó la mano y lo hizo correr unos puestos más allá.

—Son patas de pollo —le dijo él intentando entender su conmoción.

—Qué asco.

—Por favor, no pueden no gustarte las patas de pollo. Tienen colágeno, te hace bien a la piel —le dijo en tono burlón, mientras se preparaba mentalmente para llevarla al club y presentársela a sus amigos.
Yoongi le había advertido que todos sus amigos eran despojos o no tenían trabajos o tenían unos muy malos de medio tiempo y un par había estado o iba a estar muy pronto en la cárcel, como Junho, había querido verlo y había llamado a su madre, para enterarse que su amigo estaba en un centro de detención. Saberlo solo había empeorado todos los problemas que tenía.

Cuando llegaron al lugar ambos estaban nerviosos, Yoongi porque no sabía qué iban a pensar sus amigos cuando la vieran. Ella porque temía que él quisiera terminar su relación. Seguro odiaba a su padre y a ella también.

Unos chicos sentados en una mesa levantaron el brazo para saludar a Yoongi al reconocerlo.

El lugar era bullicioso y oscuro, había música electrónica sonando y mucha gente joven.

—¡Eh Yoongi...compañero! —gritó un joven haciendo aspavientos con la mano.

—Hola a todos —dijo él avergonzado al llegar, poniéndole una mano en la espalda a Suni que llevaba una falda tableada blanca, un polerón rosa que dejaba ver el cuello de una blusa blanca debajo, un abrigo caro color caramelo y una pequeña cartera chanel cruzada. —Eh chicos, esta es Suni, mi novia

—¿Yoongi tiene novia? —preguntó una chica bajita, de cabello castaño corto que estaba abrazada de un tipo alto, de bonita sonrisa, que vestía una chaqueta de cuero. —gusto en conocerte Suni, soy Yejin.

—Hola —contestó ella inclinando la cabeza y tratando de sonreír. Ambos estaban tensos.
—Vamos qué pasa, ¿acaban de pelear? —preguntó un chico orejón pero atractivo. —Soy Jisub.
—No...no somos muy buenos para socializar, ya me conocen. Jisub, Yejin, Hyuk y MinJung —dijo Yoongi nombrando a los que faltaban. Suni volvió a inclinar la cabeza.

Ella podía sentir las miradas de desconcierto que le daban, claramente no era lo que esperaban de una novia de Yoongi.

Volvió a saludar tratando de memorizar los nombres Hyuk era alto de chaqueta de cuero, Jisub el orejón guapo, las dos chicas Yejin y Minjung. Minjung tenía el pelo rojo furioso y un arete en el labio inferior.

Suni se preguntó si sería alguna antigua novia por la forma en que lo miraba. Pensó que quizás esa chica sabía mucho más de él que ella y eso le molestó de inmediato, había algo diferente en su lenguaje corporal al mirar a Yoongi, su sexto sentido de mujer se lo decía.

—Wow, pero tienes que contarnos todo, ¿cómo ha sucedido este milagro?, pensabamos que Yoongi se casaría con su guitarra.

—Cómo se conocieron ¿Suni hace música?

—Suni puede tocar cualquier instrumento, es cellista y tiene oído absoluto. —Respondió él orgulloso.

—¿Cello? ¿Es millonaria o algo?

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