Sweet Deal (JungKook) ♡ Fake dating

8. La pareja de azul

-¿Estás lista?

Respiré hondo y tomé el brazo de Jungkook. Asentí y lo miré.

-¿Y tú?

Él sonrió y comenzamos a subir las escalinatas que dirigían a la entrada de la enorme casa que se imponía ante nosotros.

Creí que, al ser la fiesta en un huerto, nos reuniríamos en un granero o algo parecido. Ahora comprendía por qué nuestros atuendos eran tan elegantes.

Oliver era dueño de inmensas tierras de cultivo, pero también tenía una casa de campo gigantesca y una granja con algunos animales. Incluso podría decir que la casa simulaba un castillo en medio de la vasta vegetación, entre hermosos jardines frutales y con hortalizas por todos lados.

Llegamos a la puerta de la casa y una persona nos preguntó por nuestro nombre antes de dejarnos pasar. Nos dirigió por un pasillo bastante largo hasta llegar a una terraza que daba a un jardín con una piscina, un área de fogata e incluso podías ver a lo lejos un pequeño establo dónde había una persona cepillando algunos caballos.

Al rededor de la piscina había varias mesas de cocktail adornadas con un mantel de cuadros rojos que simulaba a los manteles de picnic. También tenían una vela en medio junto con algunas manzanas recién cosechadas como centro de mesa. Del otro lado había unas personas tocando el violín y el cello. Era un evento bastante elegante y formal, pero con un toque hogareño.

No pude contener mi sorpresa ante la majestuosidad de la casa, y solté un "wow" casi inaudible.

-Lo mismo dije yo la primera vez que vi esta casa- Jungkook susurró en mi oído.

Era una pena que el cielo amenazara con llover, desde este lugar se podría ver un atardecer maravilloso.

Podía ver a algunas personas conversando a lo lejos, algunos no paraban de dirigir su mirada hacia nosotros.

Un mesero se acercó con una bandeja con varias copas de vino blanco. Los dos tomamos una  y bebimos un poco.

-Este vino es delicioso- dije realmente sorprendida por su sabor.

-Eso me halaga señorita Kim- escuché a alguien detrás de nosotros.

Oliver se acercó con su propia copa en la mano.

-Nosotros hacemos este vino aquí mismo. Tenemos un viñedo a unas millas de aquí.

-Es bastante bueno, muchas felicidades- dije cordialmente.

En ese momento sentí la mano de Jungkook sobre la mía. Entrelazó nuestros dedos naturalmente.

-Muchas gracias, me alegra que una chef reconocida apruebe el sabor de nuestro vino. Pero ¡pasen a la fiesta! mucha gente ha estado preguntando por ustedes toda la tarde.

Oliver nos señaló hacia una mesa con tres hombres de diferentes edades. Los dos comenzamos a caminar hacia ella. Oliver seguía hablando con otros invitados que iban llegando.

Jungkook se acercó a mi oido de nuevo, discretamente.

-Vamos directo a los lobos, ten cuidado.

Asentí y reí un poco, pretendiendo que lo me que me susurraba era una broma o algo así. Pero mis sentidos estaban muy alerta.

-¡Jeon! Pensamos que no venías.- dijo un hombre de unos 35 años con un vaso de cristal en la mano, parecía whisky.

Estaba segura que su comentario se refería a la firma del contrato... había un extraño tono de burla saliendo de él.

-Lamento arruinarles su fiesta- dijo Jungkook como broma (que no parecía una broma) hacia el hombre.

-Me alegro que el niño viniera hoy- dijo otro, que se veía aún con más edad que el anterior, levantando su copa de vino.