12. Distintos

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-Es perfecto.

Nara suspiró con felicidad viendo su creación que ahora yo estaba usando. Ella se encontraba parada justo detrás de mi acomodando la mascada que enroscaba mi cuello y ahora caía por mis hombros delicadamente. El enorme espejo que estaba enfrente hacía que pudiera ver casi toda la tienda en el.

La mirada de Jungkook se cruzó con la mía en el espejo. Me puse un poco nerviosa y solo sonreí un poco. Él hizo lo mismo y movió los labios sin hablar: Sí, es perfecto.

-No puedo creer que se te vea increíble el color negro- Nara continuaba rondándome asegurando que el vestido estuviera en su lugar. Y no perdía la sonrisa y la emoción del inicio.

En realidad el vestido era el protagonista. No yo. Era muy bello. Y como Nara había dicho, era muy elegante pero sin ser muy llamativo.

-Nos llevaremos este entonces- Jungkook caminó detrás de mí y me tomó la cintura con sus manos. Salté un poco ante su tacto.

-¡Estupendo! Haré que se los envíen más tarde para que no tengan que llevarlo en ese aparato que tanto te gusta.- Nara señaló el casco de Jungkook que estaba sobre el sillón y rodó los ojos con disgusto refiriéndose a la motocicleta.

Él rió y le agradeció mientras ella se alejaba para hablar con su empleada.

-¿Te gusta?- me preguntó viéndome en el espejo.

Asentí con la cabeza mirándolo en el reflejo.

No pude evitar notar lo diferentes que nos veíamos ahora. Él con su ropa de motociclista y yo... con un vestido impecable del mismo color que su ropa y que nunca me imaginé usar en algún momento. Ninguno de los dos se veía como siempre.

Él llevaba su traje negro todos los días, a veces era de color azul. El cabello perfectamente acomodado, nada salía de su lugar. Simplemente él era perfecto.

Y yo usaba mis converse, mi uniforme que en ocasiones acababa sucio por el trabajo en la cocina, mi pelo siempre estaba despeinado y el trenzado que me hacía terminaba hecho trizas.

Ahora parecía que nos habían intercambiado de lugar. Yo, la persona elegante (menos por el pelo en este momento) lista para ir a un evento de suma importancia en la ciudad. Y él, un chico motociclista un poco desaliñado por usar su medio de transporte favorito muy seguido, que lucía rebelde pero encantador. No pude evitar reír un poco.

-¿Qué pasa?- preguntó él aún viéndome por el espejo.

-Es solo que, no parecemos los de siempre. Hoy no somos el CEO más importante y la repostera.

Jungkook rió un poco y asintió.

-Dejamos de serlo cuando aceptaste ser mi novia.

En efecto.

Ya no era la misma cocinera que solo era conocida en la empresa y por algunas personas del sector restaurantero. Ahora todos me conocían. Incluso algunas personas de mi edificio, que no vivían en el mismo piso que yo, me saludaban por mi nombre. Me sentía un poco mal por no conocer sus nombres y no regresarles el saludo correctamente.

En ocasiones me preguntaba qué hubiera pasado si no hubiera aceptado. No estaría probandome vestidos para ir a eventos importantes, tal vez Minji no se habría acercado a Eunwoo y no hubiera comenzado a sentir cosas por él, yo no habría conocido el lado divertido (y más interesante) de Jungkook.

Era divertido como él analizaba los platillos cuando los probaba, como fruncía el ceño cuando algo le gustaba, como le hablaba a Bam para que fuera con él, cómo se ponía nervioso cuando me invitaba a cenar, como hacía el esfuerzo de vez en cuando para ir a la cocina a dejarme dos tulipanes (ahora amarillos) en mi estación.

Sweet Deal (JungKook) ♡ Fake datingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora