𝟬𝟯

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Capítulo 3
"Sueños salvajes"


⚠️ Advertencia: este capítulo incluye contenido sexual (no explícito)

Me encontraba recostada en la cama, sumida en la oscuridad, cuando de repente escuché un par de golpes provenientes de la puerta. Intrigada, encendí la lámpara y me levanté hacia ella, preguntándome quién podría ser a esta hora. Cuando abrí, me encontré con Matías, visiblemente borracho y con la camisa desabotonada. Una imagen que guardaría en mi cabeza por el resto de mi vida.

"¿Matías? ¿Qué haces acá?" —cuestioné algo adormilada y confundida, mientras lo escaneaba de arriba a abajo. Mati permaneció en silencio y simplemente apartó la mirada, aparentando no estar ebrio. Después de unos instantes, dijo:

—"Perdón, necesitaba verte. Me quedé con ganas después de la charla de hoy." —respondió con sinceridad. Su mirada lujuriosa recorrió mi rostro, mientras apoyaba su cuerpo sobre el marco de la puerta. De golpe, el ambiente se sintió cargado de tensión.

—"¿Y por eso viniste hasta acá? No... no sé qué decirte" —murmuré nerviosa, ante la repentina cercanía entre nosotros. Antes de que pudiera responder algo más, Matías se adentró en la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Me atrajo hacia su cuerpo, y sin pensarlo más, me besó intensamente en los labios.

El calor de su cuerpo contra el mío y la pasión en sus labios me hicieron olvidar cualquier pregunta o duda que pudiera tener. Nos dejamos llevar por el momento, retrocediendo hacia la cama hasta caer en ella, mientras Mati intentaba posicionarse sobre mi.

La tensión sexual entre nosotros era evidente desde el momento en que nos cruzamos. Podía sentir la intensidad de su deseo en sus besos, mientras sus manos recorrían mi cuerpo, acariciándome con suavidad. Sus besos eran calientes y hambrientos, mientras que una de sus manos buscaba adentrarse lentamente bajo mi ropa.

—"Mati..." —Intenté hablar en voz baja, pero él me calló rápidamente, susurrando un "déjate llevar hermosa"

Sus palabras me hicieron temblar y automáticamente una ola de deseo me invadió. Sus manos, cálidas y reconfortantes, comenzaron a acariciar mi cuerpo debajo de la ropa, deslizándose desde mi cadera hasta mi vientre, y ascendiendo lentamente hacia mis pechos. Un suspiro de satisfacción escapó de mis labios, mientras me dejaba llevar por sus caricias, sintiéndome completamente envuelta por su agarre. De repente, Mati rompió el silencio.

—"Qué suavecita que sos" —susurró con su voz ronca, debido al alcohol.

Mis mejillas se sonrojaron ante su comentario, y no pude evitar sonreír. Extendí una de mis manos para acariciar su rostro, sintiendo su piel bajo mis dedos. Estaba a punto de acercarme a su oído para devolverle el gesto cuando...

—¡Bip, bip, bip!

El ruido estridente de la alarma interrumpió el momento mágico. Mis ojos se abrieron de par en par, y me encontré sola en la cama, con el celular en la mano. Apagué rápidamente la alarma en mi teléfono, sintiendo una mezcla de desorientación y decepción al darme cuenta de que todo había sido un sueño; aunque mi corazón todavía palpitaba por la intensidad. "Que mal que me había dejado este pibe", pensé.

Aún acostada en la cama, abrí mis redes sociales para ver qué me habían enviado mis colegas. Pero lo primero que apareció en mi feed fue una foto de Matías en sus historias. Mi corazón dio un pequeño salto al ver su rostro, y rápidamente me detuve a pensar si debía reaccionar o no. Después de unos minutos, decidí pasar de largo. No quería parecer demasiado intensa.

𝒀𝑬𝑺, 𝑨𝑵𝑫 ?; 𝐌𝐚𝐭𝐢𝐚𝐬 𝐑𝐞𝐜𝐚𝐥𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora