One shots de los miembros de Stray Kids.
🔸️+18, romántico etc.
🔸️Acepto pedidos.
🔸️Sí hay alguna falta de ortografía se corregirá cuándo el libro se termine.
🔸️Cualquier comentario ofensivo será eliminado inmediatamente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desde que te quedaste embarazada ambos se acostumbraron a dormir en cucharita, Binnie siendo la grande y tu la pequeña pues así él podía sentir a su hijo, con las manos en su barriga.
De normal él notaba patadas muy, muy leves, esa noche, cuatro meses después de haber concebido al feto que ahora está en tu vientre, este ahora inchado notablemente, el pequeño bebé nonato dio una patada particularmente fuerte, tu ni te despertaste pues tenías el sueño pesado, tus amigos y familiares afirman que si una bomba nuclear cayera a tu lado, seguirías durmiendo, ChangBin en cambio sí la había notado, incluso se despertó, se arrodilló en la cama aún con las manos en tu barriga y eso hizo que tú te despertaras.
Miraste a tu esposo con el ceño fruncido. Él ni siquiera se dio cuenta que te despertó pues estaba concentrado queriendo sentir otra patada.
"¿Se puede saber qué haces?" Preguntaste haciendo que el pelinegro te mirara.
"Hay un bebé ahí dentro" Respondió él emocionado mientras señalaba tu inchada barriga.
"Ah, sí. Ahí lo dejé la última vez" Dijiste sarcásticamente mientras te sentabas con las piernas extendidas para después coger el vaso de agua que tenías en tu mesita de noche.
"Sé que estás embarazada, pero nunca lo asocié a que un bebé estuviera ahí dentro"
Le miraste en silencio unos segundos, pensando si martarlo o no por haberte despertado en plena noche.
"Oh, Dios, ni siquiera tenemos la casa a prueba de niños, cual quiera podría partirse la cabeza" Era cierto, ambos habían decidido que lo harían cuando el bebé naciera.
"Tenemos tiempo, todavía quedan meses para que nazca" Intentaste tranquilizarle.
"Por favor, Willy Wonka te metería alasalade exprimidos en cuanto te viera" Dijo mientras se pasaba una mano por su rostro medio adormecido.
Apretaste lo labios debatiendo de nuevo en hacer que muera o no.
¿Cómo se atrevía a decirte eso?
En parte era culpa suya, aun que solo colaborara durante tres minutos.
"La próxima patada te la voy a dar yo si sigues hablando, así que duermete" Te volviste a acostar de lado ya que esa era en la única posición en la que podías dormir bien.
Él te hizo caso y se tumbó a tu lado mirando el techo.
"¿Sabes si hay buenas escue-? ¡Ah!" La patada que le diste en la espinilla le interrumpió, arrepintiendose al instante de haber abierto la boca.
Ya sabía lo que pasaría la próxima vez que dudara de ti.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.