Dos almas heridas y destinadas a amarse se volverán a encontrar, que lastimosamente en una vida anterior no lograron ser felices. El destino puede ser muy curioso y tal vez un poco misterioso, nunca sabrás lo que sucederá en tu vida y en la vida de...
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El tiempo se pasó relativamente rápido, el vlog de Mina ya estaba grabado, los editores tendrían que hacer algunos arreglos, para que en cierto tiempo, ya sea publicado. El día por fin acabó y era hora de volver a casa.
Al estar varias horas caminando bajo el sol, fue demasiado agotador, y las dos chicas estaban realmente cansadas; lo único que querían, era descansar.
— Chaeng, ¿Te vas a casa? — Mina detuvo a la coreana, que estaba casi saliendo del edificio.
— Si, tengo que agarrar el transporte, y ya estoy muy cansada. ¿Tú ya te vas a casa?
— Si. Bueno, el día de hoy quería salir con mi prometido, pero el día estuvo muy cansado, lo único que quiero es descansar. ¿No quieres que te lleve? Así llegas más rápido, en lugar de esperar en la parada de autobuses. — Mina se ofreció amablemente, aunque quería pasar un poco más de tiempo con Chaeyoung.
La coreana dejó de prestar atención alrededor, esa palabra "prometido" la había dejado tan aturdida. Chaeyoung quería acercarse más a Mina, era muy hermosa y elegante, tanto que hacía que su corazón se acelera, pero sus planes se derrumbaron. En ese momento, ella creía que nunca se podría acercar a esa linda modelo, su corazón de hizo añicos. Mina nunca se fijaría en ella...
— ¿P-prometido...? — La coreana aclaró su garganta.
— ¿Perdón?
— Es que me sorprendió bastante. Muchas felicidades por tu boda, no sabía que te casarías. — Chaeyoung intentó forzar una sonrisa, y no quedar como una tonta.
— ¡Cierto! No usas las redes sociales. — Mina rió. — Y si, me casaré en unos cuantos meses, me siento tan emocionada de que llegue ese día. Muchas gracias, Chaeng. Te aseguro que te invitaré, pero no respondiste mi pregunta.
— No te preocupes... Yo puedo ir sola, ve a casa o con tu prometido, aún es temprano. Linda noche, Mina. — Se despidió con la mano. — Nos vemos mañana.
A Mina se le hizo un poco extraño su comportamiento, pero nuevamente lo ignoró, seguro se sorprendió de que se casaría.
Bajó por el elevador, hasta el estacionamiento subterráneo, y caminó un poco hacía donde estaba estacionado su automóvil. Sacó sus llaves, entró y comenzó a manejar hacia su departamento. Al llegar, notó que las luces se encontraban encendidas, caminó lentamente hacia su puerta, abrió con mucho cuidado y se llevó una gran sorpresa.
— !Mi amor! Por fin llegas. — Mark, su prometido abrazó a Mina, y dejó un beso en sus labios. — Perdón si te asusté, te quería dar una pequeña sorpresa. ¿Te gustó?
— No me esperaba para nada esto. Muchas gracias. — Mina besó su mejilla, dejando un poco de labial en éste. — Te amo mucho, mucho. ¿A qué se debe esta sorpresa?
— Solo quería pasar tiempo con mi prometida, e igual te extrañé muchísimo. Ven, vamos a sentarnos. — Mark agarró la mano de la nipona y la llevó hasta la mesa. — Cenaremos juntos, como dos enamorados. Está noche será una cena romántica, sólo tú y yo.
