Dos almas heridas y destinadas a amarse se volverán a encontrar, que lastimosamente en una vida anterior no lograron ser felices. El destino puede ser muy curioso y tal vez un poco misterioso, nunca sabrás lo que sucederá en tu vida y en la vida de...
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Cada día que pasaba Mina y Chaeyoung discutían, no había día que estás no estuvieran en desacuerdo. Los demás trabajadores como maquillistas, estilistas se acostumbraron tanto que al verlas pelear ya no intervenían, para ellos ya era costumbre.
— Myoui, ¿Quieres por favor moverte de la fila? — Chaeyoung intentaba pasar a pedir un café.
— Son, estoy ordenando y deja de molestar. — Mina la miró de reojo y devolvió su mirada a la caja.
— Llevas ahí más de 10 minutos, esto ya parece a propósito. Mejor me voy y regreso en otro momento.
Chaeyoung se fue del lugar, quería estar lejos de esa japonesa mientras podía. Eso de ser su fotógrafa era muy agotador, las dos ya ni querían verse.
— ¿Debería renunciar? Estoy harta de sus malditos tratos. — Chaeyoung hablaba bajito para evitar ser escuchada.
La puerta de la sala de espera se abrió y volvió a cerrar, sin embargo se escuchó como alguien le ponía el seguro. A Chaeyoung no pareció importarle y seguia viendo su teléfono móvil.
La silueta de una mujer se posó frente a la coreana, está era una silueta conocida, Chaeyoung miró la cara de esa chica y vaya sorpresa.
— ¿Qué quieres Myoui?
Son se intentó levantar del sillón, pero Mina la volvió a empujar hacia este.
— Estoy harta, no puedo seguir ocultando que extraño esos labios gruesos que tienes y esa dulce sensación que me generan después del beso. — Mina se sentó en el regazo de la coreana y junto desesperadamente sus labios con los de Chaeyoung.
Chaeyoung al principio se negó, luchaba por no volver a caer en los encantos de esa linda japonesa y adivinen, perdió.
Mina comenzaba a hacer pequeños movimientos circulares estando sentada de Chaeyoung. Chae estaba en el cielo, había vuelto a probar los labios de Mina, definitivamente este era el pecado.
Un "Toc Toc" se escuchó, Chaeyoung y Mina estaban extremadamente sonrojadas y con los labios hinchados. Cuando escucharon eso se separaron y ninguna pudo mirarse a los ojos.
— ¿Hay alguien ahí? La puerta parece estar cerrada. — Mark habló, esto provocó de Mina sintiera un leve escalofrío.
— Disculpa, no me di cuenta que tenía el seguro puesto. — Chaeyoung abrió y vió al prometido de Mina, este al verla cambió su mirada, la miraba con odio. — ¿No has visto a Myoui? No la encuentro por ninguna parte, siempre odio que salga sin avisarme.
— No, no la he visto. Hace un rato dijo que se sentía mal, tal vez se fue a casa. — Chaeyoung intentaba cerrar la puerta, pero Mark la empujó. — Quiero descansar, puedes irte.
Mark bufó y no pudo más resistencia.
— Ya se fue. — Chaeyoung dijo en un tono cortante. — Tal vez deberías irte a casa.
