Dos almas heridas y destinadas a amarse se volverán a encontrar, que lastimosamente en una vida anterior no lograron ser felices. El destino puede ser muy curioso y tal vez un poco misterioso, nunca sabrás lo que sucederá en tu vida y en la vida de...
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DOMINGO 21 DE ABRIL
El gran día había llegado y era esperado por muchos de los familiares de los novios, hoy era el día de su unión matrimonial. Los invitados comenzaban a llegar en las distintas horas, unos eran demasiados puntuales y otros llegaban a la hora más cercana a la celebración de la ceremonia.
El novio, Mark se encontraba platicando con sus amigos Jackson y Bambam, estos habían sido amigos durante toda la vida, lo felicitaban por casarse con Myoui Mina.
— El día de hoy te nos casas, hermano muchas felicidades. Espero tengas un gran matrimonio con Myoui. — Jackson palmeo el hombro de su amigo.
— Felicidades Mark, pensábamos que serías el único que no se casaría. — Bambam rió.
— Muchas gracias por venir, Mina y yo estamos muy felices por casarnos, estábamos esperando este día con demasiada emoción.
Aunque Mark parecía ser el único con una gran sonrisa y tratando de aparentar la gran pareja de casados que serían
— Jack y yo pensábamos que no te casarías, luego de los rumores de Mina y su fotógrafa. Eso fue totalmente absurdo. — Los dos amigos rieron, pero Mark no dijo nada y trató de reír.
— Si, muy absurdo. — Mark miró su reloj, apenas eran las 5:56 PM, la ceremonia comenzaría a las 7:00 PM cuando ya haya caido la noche. — Estoy emocionado por ver a mi futura esposa, seguro se verá bien en ese vestido.
— Eso te lo aseguro.
Los amigos de Mark y él seguían bromeando y jugando entre ellos, al tener a su amigo apunto de casarse era algo nuevo para ellos dos. Mark nunca fue popular entre las chicas y nadie creería que ahora se casaría con una supermodelo y gran cantante.
Él tenía una sonrisa brillante y demasiado alegre, en cambio, por otra parte estaba Mina.
Mina se notaba triste cuando la comenzaron a maquillar, sus ojitos se veían algo hinchados y agotados. El brillo que siempre habían tenido se había ido, sus ojos eran oscuros y sin nada de vida, luchaba por mantenerse "alegre", pero era inútil. El corazón de la japonesa parecía no estar feliz, su amada se estaría yendo a New York por la madrugada de hoy y ella estaría casandose con un idiota al que no ama.
— ¡Hija! — Sachiko, su madre se acercaba a ella con los brazos abiertos. - ¡Que hermosa te ves!, estoy muy feliz de verte de blanco, pero no me gusta ver tu carita triste.
