El taxi les dejó en las puertas del hotel cerca de la playa. Un hotel precioso que parecía un palacio blanco, con sus grandes cristaleras y sus jardines.
En el centro de Valencia se podían ver todo tipo de teatros, tiendas de trajes,... Pero llena de fiesta personas viendo magníficas obras de arte de corcho.
-¿ Porque hay tanto escándalo?- dijo Edward malhumorado.
-Es por las fallas, es una fiesta que tienen aquí hasta el 19 de marzo- dijo Connor tranquilo con una risa en sus labios, que por lo que parece se había documentado. Mientras, intentaban pasar por los caminos que parecía que la gente les atropellaba hasta que llegaron a su destino, un edificio con clase que entraba gente con trajes y vestidos glamurosos. Edward y Connor entraron en el edificio donde les agradecían de haber venido una mujer. Llevaba un vestido rojo y glamuroso con cola la cual, llevaba una diadema en su pelo suelto y castaño.
-Hola Edward, gracias por venir; por fin coges mis invitaciones a la fiesta .
-Gracias a ti María, por cierto te presento a Connor Davies mi compañero .- Dijo dirigiéndose a su compañero que estaba detrás suya y le daba la mano.
- Espero que os lo paséis bien, enseguida me uniré a vosotros.
Los inspectores van subiendo las escaleras mientras que Edward le dijo a Connor:
-Sr. Davies, no te dejes engañar por la tapa de la gala, aquí también puede atacar Ala Negra y por eso he querido estar. Se lo he avisado a María, la anfitriona de la gala. Pero piensa que no actuarán.
- Tendré los ojos abiertos, mejor no estar muy alejados - dijo Connor con frustración. Mientras que se acaban por fin las escaleras y se escucha la música de la fiesta. La gente iba de las mejores galas que tenia, el champán estaba a rebosar y los aperitivos para la gala de María, la gala del cumpleaños y de los trajes nuevos que se llevarían en verano.
Era un espacio grande y en una pared un escenario que llegaba la pasarela a mitad de la pista, lleno de fotógrafos por delante de toda la pasarela y por fuera habían mesas reservadas pero tranquilas al ser una gala donde sólo van los importantes diseñadores y los grandes invitados. La música era preciosa con piano y violín al unísono.
-Voy a por un poco de ponche-dijo Connor levantándose de la mesa.
Entonces apareció entre la multitud un hombre alto con el pelo rubio con el traje despampanante, sus ojos como el mar de la playa miraban a Edward y le tocó el hombro. Edward se giraba y miraba a Rubén Garcia, con una sonrisa alegre y saludándole amistosamente.
-¡ Hombre ! ¿Qué tal vas? Te veo diferente... Has cambiado a la marca Stars con los trajes mmm...te queda mejor que la Leansman que te comprabas- dijo Rubén .
-Bien la verdad, y gracias aunque no sé aún como te das cuenta.
-Tienen la marca en los botones, además, las costuras y los diseños tienen alguna diferencia.
-A que has venido esta vez- dijo Edward- ha llevarte alguna modelo a tu apartamento o ha ver la competencia, que ya sé que María te esta machacando este invierno.
-Las dos, no sé como no lo has hecho alguna vez.-Dijo con toda la sinceridad del mundo mientras que Connor llegaba con dos ponches en la mano.
-Perdona, ya tengo los dos ponches- dijo Connor interrumpiendo la conversación extendiéndole uno a Edward.
-Gracias Connor; te presento a Rubén García es el diseñador de Hada de aguja y un amigo mío de aquí de España.
-Encantado de conocerle-dijo Connor.
De repente, una luz escenario se encendió, la música paró de sonar y salió a la pasarela María con una sonrisa en sus labios.
-Buenas noches, antes de este verano; se puede decir que ya hace calor en este lugar. ¡Así que hay que dar un aplauso a la moda de este verano acuático!
Salieron dos modelos con bañadores cortos, las dos rubias con los ojos azules mirando hacia delante y haciendo poses para los cámaras; luego salieron dos morenitas con el pelo oscuro con blusas que encantaron al público y es entonces cuando sé escuchó un chillido super agudo que venía de atrás del escenario, había alguien en el suelo tirada con un vaso casi vacío de agua.
Era una de las modelos, tenía el pelo rubio con los ojos castaños vestida con uno de los nuevos trajes de María para verano, sus labios carnosos estaban pintados de el color rojo como la sangre. Al lado del cuerpo se encontraba una tarjeta con el símbolo de Ala Negra y con pastillas en una bolsa de plástico. La chica que estaba a su lado llevaba un bañador. María entró y vio completamente desparramada en el suelo a la mujer y se tapó la cara con las manos chorreando lágrimas de tristeza. Connor miró las pastillas y dijo con sabiduría:
-Son opioides, Edward, se lo pueden haber puesto en la bebida.-La cara de Edward estaba tiesa mientras que dijo que cerraran las puertas. Seguro, que el asesino no había podido escapar de la gala antes de ese grito de alerta.
Los policías llegaron enseguida al edificio para ir haciendo interrogatorios y desalojar el lugar de la gente. Mientras Edward se encargaba de precintar y los del laboratorio recoger el cuerpo, Connor se encargaba de interrogar a María para que le diera los datos y algo de información pero esas pocas respuestas no fueron de gran utilidad para el caso.
-Que tienes por ahora Sr. Davies .
-Nos ha dado algo de información pero no sirve para nada ahora mismo, pero si que sabemos el porque han ido a por ella, por lo que parece nuestra víctima es abogada en otras horas en un buffet de abogados muy importante de España. Por lo que parece le gustaba ser así, sacarse dinero por la noche de modelo y por la mañana abogada seria.
Se escuchó sin previo aviso un sonido de hierro arriba, en el techo.
-Que era eso ?- Dijo Connor .
Eran pasos de tacones que iban rápido sonando como chasquidos de hierro.
-Rápido, alguien intenta salir del edificio!
Edward y Connor se van quitando las chaquetas para mostrar las pistolas mientras van corriendo por las escaleras para llegar. En el pasillo del tercer piso iban corriendo y vieron a una mujer con el pelo castaño largo, su piel blanca como la nieve, con un traje azul oscuro parecido a esa noche.
-Alto, Policía! Pare o disparo!- dijo Edward parado con la pistola en la mano.
-No creo que quieras disparar a una joven e inocente mujer...-Dijo parándose y girándose para que le pudieran ver.
-Levante las manos!- Dijo Connor levantando la pistola.
-Porque no?-Dijo la mujer lanzando dos shurikens que llegaron a desarmar a los inspectores. La mujer se fue corriendo tan rápido como podía a la azotea seguida de los inspectores. Al llegar, saltó de la azotea y se desplegó un aladelta. Iba tan rápido que no la pudieron alcanzar a tiempo Edward y Connor.
-Mierda!- Chilló el Sr. Davies a regaña dientes.
ESTÁS LEYENDO
Ala Negra
RandomEdward, un inspector de la Comisaría de Londres y su compañero Connor se adentraron en las escenas del crimen de una organización Mundial de asesinos conocida como Ala Negra. Una historia en la q la muerte y la sangre es un camino y la vida normal...