Cap9: El apartamento

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Hace ya un mes que los inspectores no saben nada sobre la Caballera de Fuego. También no sabían nada sobre Ala Negra y no han tenido más asesinatos este mes. Estaban desaparecidos sin ninguna información de ellos.

También volvieron a Londres. Edward volvió a su apartamento que lo compartía con su mejor amigo Jake. Él trabajaba mucho tiempo en sus proyectos de programación en casa , y al estar Edward yendo de un lado a otro eligieron vivir juntos. Era un apartamento enorme de grandes dimensiones. Al lado de la entrada de la casa, había una cocina enorme y delante un salón con un sofá y una televisión de grandes dimensiones. Luego, un poco más apartado de lo que es el salón se encontraban las dos habitaciones y el baño.

-¿Cómo te ha ido en la oficina?- Dijo Jake desde el salón, en el sofá cuando escucho la puerta. Jake era un chico de pelo rizado y moreno. Estaba jugando a la consola a un juego de setas que se metían en una cueva. Edward dejó el abrigo en un perchero, dejando la pistola a la vista apoyada a donde se aguarda.

-Ha ido bien, hemos conseguido algo de información- Dijo Edward.-Por lo que parece el pintor tenía planteado abrir una nueva galería con un colaborador de millonadas en América del Sud. ¿Cómo vas tu con la programación de tu nuevo juego?

-Va bien, he tenido unos pequeños problemas pero los he podido arreglar con facilidad.

Edward entro en la cocina, para preparar unos fideos instantáneos. Sacó una sartén para hacer una salsa de soja, un poco de especias y algo para acompañar... cuando sonó el timbre de la puerta. 

-¡Ya voy yo!- Dijo Jake levantándose de su sitio en el sofá y yendo a la puerta. Es entonces cuando se escuchó un chillido. Edward al darse cuenta dejó todo y se dirigió hacia la puerta, con arma en mano . Vio a Jake, que lo estaba agarrando un tipo del cuello. Era un chico de su edad más o menos. llevaba una sudadera con capucha verde que le tapaba el rostro y en el acabar de la capucha un triangulo de plata boca abajo. Sujetaba con fuerza a su amigo, y en la otra mano sujetaba un hoz como la que tenía sujeta en el cinturón.

-Un paso más Sr. Baker y acabará con su amigo en lo que se dice pio. -El chico encapuchado apuntó con la hoz hacía Jake- ¡Deja el arma en el suelo y lánzala hasta aquí! -Edward hizo caso y tiró la pistola hacia donde estaba el chico encapuchado.

El hombre apuntó para que tirara hacía atrás, y él siguió sus órdenes. Llegando hacia la cocina con las manos en alto. Edward estaba mirando cada  uno de sus pasos, cada movimiento, cada dedo que sujeta la hoz y  las que sostienen el cuello de su gran amigo.  Observo cada detalle de la habitación. Donde estaban lo mas cercano para poder despistar y para que pueda atacar al chico sin hacer daño a su amigo. Y lo encontró. 

-Que quieres de mi-Dijo Edward.

-Quiero tu cabeza inspector y ya que estamos... me llevaré la de tu gran amigo-dijo pasando su hoz cerca del cuello de su amigo. Atemorizado por su vida, sin decir ninguna palabra para que no corra tanto peligro su vida. 

-¿Porqué queréis mi cabeza? Os lo ha pedido vuestra jefa. ¿No es así?- Entonces el chico encapuchado se puso a reírse con malicia echando hasta la cabeza hacía atrás. Edward aprovechó el momento y sujetó el mango de la sartén que estaba reposada en el fuego sin que se diera cuenta el tipo.

-Usted parece tener más información de la que debe saber un poli, normal que mi reina quiera tener vuestra cabeza como... -Entonces, Edward le pegó con la sartén en la cabeza haciendo que soltara la hoz y a su amigo, que atemorizado se separó del tipo. Edward le dio otro golpe con la sartén al a verse dado cuenta que intentaba levantarse de nuevo.

-¿Quién coño es este tío?-Preguntó llevándose la mano en el cuello-¿Está vivo? Mal golpe le has pegado.

-Un sirviente de Ala Negra, solo esta inconsciente; no tardará mucho tiempo en que se despierte. Trae cinta adhesiva, ¡Rápido!

Jake fue corriendo a por lo que le pidió su amigo, mientras que Edward levantó el cuerpo inconsciente del tipo que intentó atacarles y lo desprendió de sus armas. Luego, lo sentó a una silla y lo ató con la cinta adhesiva.

-Tráeme el teléfono.

-¿A quién coño vas a llamar? ¿A los refuerzos?

-Voy a llamar a Connor, el tiene que saber todo esto.


Ala NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora