El chico que tenían delante seguía inconsciente en la silla atado en cinta adhesiva cuando llegó Connor con unas cuerdas y una grabadora. Jake no sabía que estaba pasando y se moría por dentro: cómo le podía pasar esto a un chico de 27 años que se encarga solo de programar videojuegos en su casa?
Por otro lado Edward estaba serio, frustrado. La ira le carcomía por dentro. ¿Y si hubiera pasado esto sólo Jake a solas? ¿Y si Emma, hubiera estado dentro del apartamento? Si le hubiera pasado algo a Jake no se lo perdonaría por nada del mundo.
Entonces el chico empezó a despertarse. Le habían quitado la capucha. Era un chico de pelo despeinado de color oscuro y unos ojos verdes muy llamativos. Estaba como si no supiera dónde estaba. Normal porque los inspectores habían cerrado todo y solo dejaron un foco de la cocina, que era donde estaban, encendido.
-¿Dónde cojones estoy? -Dijo, con una cara mosqueada. Normal. No le había salido muy bien su jugada.
-Dime antes quien eres y te lo diremos. - Dijo Connor cogiendo el pelo del chico por detrás. Estirando. Con mucha fuerza.
- Soy llamado en lo que vosotros sabéis Triángulo de plata. - Su voz era ausente. Como si no se diera cuenta de donde estaba.
-¿Había alguien más contigo Triángulo de plata o estabas solo? - Dijo Edward. Estaba delante de él. Serio. Su cara no mostraba ninguna emoción.
-No me ibais a decir donde estaba si os decía mi nombre. - Dijo e Intentó sacar una sonrisa torcida de sus labios.
- Antes contesta.
-De normal trabajo con alguien pero no. Esta vez estoy solo. Mejor solo que mal acompañado. No es así?
Edward y Connor se miraron entre ellos. Con tan solo esa mirada lo dijo todo.
-Jake, vete. No te va ha gustar lo que puede pasar.- Jake cogió su abrigo y salió por la puerta.
Edward cogió la pistola y fue a su habitación . De una mesita sacó un silenciador y volvió poniéndolo en la pistola.
- Vale como te llames, esto podemos hacerlo por las buenas o por las malas. - Él apuntó hacia la rodilla del chico - No quiero nada de bromas . ¿Porqué me querías matar 🔪 ? Puedes contestar...
- O te puede volar la rodilla, tu decides. - Connor empezó hacer la cuenta hacia atrás mientras que Edward cargaba la pistola.
- Vale vale... Total, acabaré muerto de todas formas. La reina lo ha pedido.
- Porqué lo ha pedido .
- Porque tiene miedo de que sepas más. Están pensando en algo gordo. No se que es pero debe de ser muy gordo para que hayan querido tener cerca a todos.
-¿ A qué te quieres referir con eso? - Dijo Connor
- Han querido reunir a todos los asesinos en un sitio y no han habido muertes estos días... ¿Eso no os decía nada o es que sois muy cortitos los de la pasma?
- ¿Cuál es vuestro plan?
- No lo sé. - Edward disparó a su rodilla. - Joder! He dicho que no lo sé, lo juro!
Los inspectores le amordazaron y le hicieron un torniquete en la rodilla.
- Creo que lo mejor va a ser dejarlo en la comisaría.
Y es así como se lo llevaron. Llegaron a la Comisaria y lo dejaron en la celda. Connor se quedó haciendo los papeles y Edward se fue a casa. Entonces alguien le cogió de la muñeca. Una chica, pero no era una chica cualquiera. Era ella. Era la Caballera de Fuego.
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Ala Negra
RandomEdward, un inspector de la Comisaría de Londres y su compañero Connor se adentraron en las escenas del crimen de una organización Mundial de asesinos conocida como Ala Negra. Una historia en la q la muerte y la sangre es un camino y la vida normal...