Antoinette Topaz, una chica inocente, lesbiana, tranquila. Nunca le gustó llamar la atención de las personas y nunca le faltó el respeto a nadie. Reina de las serpientes sureñas. Vive en el lado sur.
En cambio, Cheryl Blossom, una chica presumida, e...
Me siento mal, devastada, sin rumbo a ningún lugar.
Desde que paso lo de Cheryl, lo único que he hecho es estar encerrada en mi cuarto todos los días.
No voy al colegio, no como con mi familia, ya no soy parte de las serpientes, duermo todo el día, y estoy realmente mal físicamente.
Se puede decir, que no la he superado. Tengo mi cara llena de granos, y se puede decir que como helado todos los días.
Odio mi cuerpo y mi cara ahora mismo, son tan horribles.
Betty y Verónica me han venido a visitar un par de veces, me contaron que su relación va muy bien, que se aman una a la otra, cosa que me destruyo. Me hacían recordar a Cheryl y a mi cuando empezamos nuestra "relación".
Todavía no sé el porqué ella se fue así, le he preguntado a todo el mundo si sabe dónde está, y nadie sabe.
Ahora mismo, estoy con mi celular llorando viendo algunas fotos nuestras, su sonrisa, siempre tan bonita.
Seguí con mis lágrimas hasta que escuché que alguien tocó la puerta de mi habitación, odio que hagan eso.
—¿Quién es?
?: Somos nosotras, Toni. —Betty y Verónica. Realmente aprecio que quieran ayudarme, pero me hacen cada vez más mal.
—Pasen.
Betty: ¿Cómo estás, T?
Verónica: Betty, no me parece una pregunta coherente, es obvio cómo está ella.
Betty: Cállate. Bueno, Toni, vinimos a decirte algo importante. Debes dejar en el pasado todo el tema de Cheryl, mira como te encuentras, un poco más y pareces que no te has bañado en una semana.
—¿Creen que no lo he intentado? ¡LA AMO! No puedo dejarla atrás, algo me lo impide, algo me lo niega. Me siento atada, he intentado varias veces de olvidarme pero lo único que he hecho hasta ahora es empeorarlo.
Verónica: Toni, te entendemos. Pero verdaderamente estás muy mal, intentémoslo juntas, hagamos esto juntas. De hecho, tengo una idea.
—¿Hmm?—Dije como gesto para que siguiera hablando. Olvidar a Cheryl es lo que quiero, pero no lo he podido lograr sola, a lo mejor las chicas me ayudan.
Verónica: Salgamos de fiesta mañana, o sino el domingo.
—No se, aunque quiera olvidarla no puedo...
Betty: Vamos, Toni. Inténtalo, Peaches ya no es un obstáculo.
Oh, olvide esa parte.
Betty había dicho todo lo que paso con Peaches a la policía, entonces hicimos una orden de alejamiento, gracias a Dios.
Volviendo al tema de la fiesta, de verdad quiero ir a esa fiesta, quiero arreglarme, salir, ligar.
Iré.
—Bien...Iré, pero si me quiero ir, me voy.
Verónica: Oh por Dios, ¡SIIIII! Lo logramos, Betts.
Betty: Si, cariño, lo hicimos. Ven dame un beso.—Duele.
Verónica: Deja eso ahí. Toni, si quieres ir a la fiesta, realmente debemos arreglar un poco tu aspecto. Primero que nada, buscaremos tu ropa. ¿Puedo ver tu clóset?
—Claro...Perdona el desorden.
Verónica fue a mi armario y revolvió todo, hasta que encontró un vestido que me lo había regalado la amiga de mi madre, muy bonito la verdad. Era de un tono muy lindo de rosa, un rosa muy claro. También tenía un escote y era bastante corto, la espalda también estaba descubierta.
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Verónica: Este, este es el indicado. Dios Toni, escondiste una hermosa joya en tu armario, este vestido es lo más hermoso que he visto en mi vida. También llevarás unos tacones negros. Te los prestare ya que veo que no tienes.
—Está bien, Vero. Yo me confirmo con unas zapatillas y ya...
Verónica: No, corazón. No llevarás unas simples zapatillas...Segundo paso, vamos a la peluquería para retocarte el cabello, pareces salida de un río.
Ella y sus comentarios humildes.
Fuimos a la peluquería, mis padres se sorprendieron al ver que estaba saliendo de casa. De todos modos, fui cubierta, no quería que nadie viera mi cara en ese momento. Necesitaba ir a un SPA y que me arreglen.
En el peluquero me hice un alisado y me retoqué mis puntas de rosa, como siempre lo hago. En verdad me gusta como queda mi pelo así.
Mi cabello quedó realmente lindo, así que ahora nos dirigíamos a un lugar para que arregle mi cara, al menos un poco.
Al terminar ese tratamiento, mi piel quedó irreconocible. Se veía hermosa, ya casi no se notaban mis granos.
Por fin habíamos terminado todo.
Betty: Toni, te ves hermosa. Ya puedes ir a tu casa devuelta...—Dijo riendo con Verónica.
Verónica: Eso, vengan, llevaré a T a su casa.
V y B me llevaron a casa, mis papás comentaron muchas cosas lindas sobre mi cambio. Me dijeron que estaba hermosa e irreconocible, me gusta que digan eso. Estoy dispuesta a olvidar a Cheryl Marjorie Blossom.
