XI

1.7K 146 50
                                    




╰┈ VENENO

Danilo me llevó a una terraza sin decir nada, estaba re serio el wacho, pero también lo veía diferente, raro. Para mi me iba a tirar de ahí corte re enfermito. Nos sentamos y la primera en hablar fui yo.

—¿Y cómo anda tu nueva novia?

—No es mi novia, esa, nunca lo fue. Solo pintaba chapes de ve' en cuando pero nada má'. Le corté todo.

—Uh, ¿no pudiste ilusionarla o qué pasó? —fingí deprimirme.

—Pasa que yo te amo a vos, Candela. Me re gustas, me encantas, flaca. Y me siento un re hijo de puta por tener que ser así. Pero prefería alejarnos y no que tus viejos te re contra caguen a palo por mi culpa. Sé que te traté para el culo, y te hice sentir mal, pero sino no ibas a dejar de querer vernos. Tenía que hacerlo, pero en ningún momento te llegué a amar menos —confesó poniéndose de cuclillas frente a mi.

Negué rápidamente con la cabeza —No, no, no, no me hagas esto. Yo te creo y después volves a ser el mismo hijo de puta de siempre haciéndome llorar.

—Pero te lo estoy diciendo en serio, no quiero ponerte mal de nuevo. Me siento re culpable por cómo te hice sentir, posta, Can.

—Si, me estás poniendo mal de nuevo. Sabes cómo me pongo y volves diciéndome estas cosas como si me lo fuera a tomar re tranqui.

—Quería decírtelo, sino ibas a pensar que ya no te quiero, que no me importas o que solo te boludee.

—¿Eso te importa o la culpa que sentís?

—La culpa me la puedo aguantar, pero saber que estás mal, no —agarró mis manos y miró al piso— En serio te pido perdón por cómo te traté y por dejarte sola, no quería que se la sigan agarrando con vos.

—Mi viejo hace días que no aparece, y yo te necesitaba tanto, pedazo de forro. Ya sé que fue por ellos que lo hiciste, pero parecía como si estuvieras siendo sincero.

—No, reina. ¿Cómo vas a pensar eso? Yo te adoro, por eso quería alejarte de los problemas, y yo soy uno para vos.

—Eso era antes, a mi vieja ya no le importa nada, ni si quiera si estoy con vos.

—Mira si no le va a importar, cuando la cruzaba parecía que iba a sacar un machete.

—Hoy hablamos, y posta parecía que ya todo le chupaba un huevo.

—Entonces si puedo estar con vo', ¿no? —dijo con su típica sonrisa.

—No, gil, no quiero que me boludees de nuevo —empecé a negar.

—Reina, escuchame —me agarró de los hombros— Si yo puedo estar con vos, sin problemas, no te boludeo ni en pedo. En ninguna situación lo haría, Can.

—No sé, Danilo. Si te perdono y volves a cagarme voy a sentirme como una boluda. No quiero que vuelva a pasar.

—Bueno, reina. Yo a vos no te tengo que convencer con palabras, te tengo que convencer con acciones, demostrándote que te amo y que estoy arrepentido de todo —afirmó parándose.

Repetí su acción —Vamos a ver cuánto duras, Uruguayo. Yo ya me voy a mi casa.

—Vamos que te acompaño, te tengo que cuidar, reina.

—Gracias, pero tampoco me cuesta tanto hacerlo sola —dije bajando de la terraza y él me siguió.

—¿Te olvidaste de la vez que tomaste la jarra de vino del Jorge y andabas en pedo por la calle?

—¿Yo qué sabía que iba a tener cosas raras? Me re cagaba de sed.

—Pero si estaba yo te hubiera comprado un jugo, algo, tené' que tener cuidado ahí.

—Bueno, pero, tampoco me fui al carajo, según vos.

—Fue una mezcla de boludeces y cosas tristes lo que decías. Che igual, mi ropa te queda re linda. Es porque vo' sos hermosa, reina —rodeó mi cuello con su brazo.

Miré su brazo y después lo miré a él —¿Ya andas tomando confianza, salame? Baja un cambio. No sé de qué te sorprendes si a mi todo me queda re lindo.

—Si, pero esa remera, me volvía loco, lastima que no me pediste ayuda para sacártela, te fuiste a la mierda.

—Más que pedirte ayuda, me la hubiera quedado. Para sacármela tenés que demostrar que no sos el pelotudo que yo creo.

—Yo te lo voy a demostrar, reina. Ya te la puse, solo falta sacártela —se quedó pensando— Pero la remera digo yo, cuando estabas en pedo ni besarte quería, mira si iba a pasar otra cosa. Ni ahí, yo tengo que estar seguro de que querés. Tuve que ayudarte con la remera porque se te trabó la cabeza.

—¿Por qué te la chapabas? —cambié el tema.

—Porque pensé que así iba a poder sentir algo que no sea culpa, o al menos iba a distraerme de todo. Pero fue una boludez. Esa mina no me hacía sentir nada. Ni si quiera un cuarto de lo que me haces sentir vos, reina.

—¿Pero te gustaba?

—Hace años que no me gusta una wacha de verdad, sin contarte a vo'.

Seguimos caminando despacio como si ninguno quisiera llegar, yo lo miraba porque tenía algo raro y no sabía qué, cada tanto hacía movimientos raros en su cara.

—¿Qué hiciste en estos días?

—No, nada, solo andaba por ahí...

—¿Y estás cansado? Porque te veo muy raro, Uruguayo.

—Estoy re bien, te extrañaba, nada más.

Ninguno volvió a hablar hasta que llegamos a mi casa y tocó despedirse.

—Chau, Uruguayo. Tené cuidado.

—¿No hay beso de despedida? —preguntó con esa sonrisa.

—No, por un tiempito no va a haber.

Chasqueó la lengua —Chau, reina, descansa. No' vemo' mañana, te amo —se despidió y yo entré a mi casa.

¿Tendría que haberle dicho que yo lo amo más?

No sé, pero ya no puedo creerle todo tan rápido. Hace unas horas estaba como un perro mojado triste por él.




















Holaaaaaaaaaaa, perdón por no actualizar 😔

Ayer estuve ocupada todo el día, y encima no saben el palo que me di, me reventé la cabeza, casi se quedan con la historia a la mitad. Pero por suerte estoy joya.

Espero que les haya gustado el cap, les agradecería mucho si votan. Los amoooo 💗💗

VENENO -Danilo Sánchez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora