XIV

1.5K 131 25
                                    





╰┈➤ VENENO

C.

Me desperté cagada de frío pero transpirando hasta el culo. Me moví como pude y no vi al uruguayo al lado mío. Capaz que se había ido a su casa o estaba cagando, qué se yo. Muy despacio, me senté en la cama y me paré para ir al comedor o la cocina para ver si estaba ahí. Salí de mi pieza y comencé a llamarlo.

—¡Uruguayo! ¿Estás acá? —grité caminando lentamente hasta la sala.

Pasé por el pasillo y lo vi saliendo de la pieza de mi vieja. Esto no me gustaba ni un poco, no creo que le robe algo, pero sabía lo que ella tenía en el cajón. A Danilo lo sentía cada vez más relacionado con la falopa, y no creo estar paranoica. Ojalá lo estuviera, pero hay tantas coincidencias.

—¿Qué hacías ahí? —pregunté acercándome.

Cerré la puerta y me miró —Tené' fiebre, hermosa. Capa' que tu vieja tenía algo, no sé. Perdoname.

—No pasa nada, pero para la próxima pedime a mi —lo agarré del brazo sin apretarlo y fuimos hasta la sala.

Me acosté en el sillón temblando del frío.

—Hoy te cuido yo, aunque ahora debería estar en Liniers pero prefiero cuidarte, reina —dijo agachándose a mi altura.

—Pero anda rápido, boludo, yo me puedo cuidar sola —me senté.

—Nah, yo quiero estar con vo' si mañana te mejora' vamo juntos —empezó a acariciar mi pelo.

—Pero mira cómo estoy, en cualquier momento me pego una siesta de siete horas.

—Igual, yo me quedo por si te despertas y necesitas algo —sonrió.

—Bueno... gracias, Uru —volví a acostarme.

—¿Qué "gracias"? Yo quiero un beso.

Vio que yo no se lo iba a dar así que me lo terminó robando él.

—Descansa un rato, hermosa, te amo.

No soy consciente de cuánto dormí pero se sintió bastante. El Uru me terminó despertándome con besos en la cara. Por suerte ya me sentía un poco mejor.

—Hermosa, te hice un mate cocido, te iba a hacer un té pero me acordé de que no te gusta —habló tranquilamente.

Abrí los ojos y me acomodé en el lugar, giré un poco la vista y vi que era cierto, me preparó un mate cocido con unas galletitas.

—Te bajó dos grados. Me parece que me va mejor como doctor que como futbolista —se rió.

—El doctor Sánchez, serias, suena piola —afirmé agarrando la taza para tomar.

—Obvio, si el fútbol no funciona le meto a lo que sea eso de doctor, qué se yo.

Me reí y lo miré —Dudo que te vaya mal en el fútbol, pero trata de no mandarte ninguna cagada.

—Si yo soy re santo, loca. Un pan de Dio' —sonrió.

Danilo estuvo todo el día cuidándome, hasta que se hizo de noche y tuvo que volver a su casa, pero dijo que mañana iba a volver para que vayamos a Liniers.

Por suerte ya me sentía bastante mejor aunque estaba un poco caliente pero no importa. Comí con mi vieja y fui a dormir pensando en lo dulce que había sido el Uru en todo el día.

D.

Ya era el segundo día para ir a Liniers, no podía faltar porque ya falté ayer por Cande, pero si ella me acompañaba era mejor.

Me preparé rápido y fui a buscarla a su casa, cuando llegué golpeé la puerta y después de unos segundos me abrió con una cara de felicidad.

Que hermosa esta wacha.

—Buen día, reina. ¿Estás mejor?

—Bastante, si tuve al doctor más capo.

—Bueno hoy el doctor más capo te quiere llevar a que lo veas bailarse a todo' los chetos de Liniers.














Holaaaaaaaa, perdón por desaparecer, me daba mucha paja actualizar pero lo hice. Escribiría más pero no llego con la batería y encima estoy cansada.

Prometo que me voy a poner las pilas con la historia para poder terminarla.

Chauuuu, los amoooo

Voten che

VENENO -Danilo Sánchez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora