IV

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╰┈ VENENO

C.

Dejé a los chicos atrás y seguí mi camino pero como el Carlos y yo vivimos bastante cerca, me alcanzó. Algo me va a pedir este.

—¡Cande! Necesito que me hagas la gamba con Mariela hoy a la noche, con Danilo. Ella va a estar sola en su casa y bueno, ya sabe' a qué voy —pidió el negro.

—Ah bueno, ¡Carlitos hoy la pone! —grité haciendo que me cague a pedo.

—No grites, tarada. Decime que sí podes.

—Puede que si, pero al Uruguayo no lo puedo ni ver ahora.

—Dale, hacelo por mi, yo te cubría cuando ibas a su casa —insistió y no pude decirle que no.

—Bueno, voy a ir, pero no me pidas que vaya con mi mejor cara. Y por favor, cuídense que no queremo' un mini Carlitos —accedí rodeando su cuello con mi brazo.

—Sos la mejor, Cande, gracias. Después le digo al Uruguayo que te coma la boca —agradeció y se fue corriendo.

Ahora el tema era ver cómo hacía para que me dejen salir de noche. Llegué a mi casa y había un silencio absoluto. Estaba mi mamá guardando un par de cosas en su cartera, pero me sorprendió ver lo bien que se vistió.

—Hola, ma, estás linda hoy... —me acerqué lentamente— ¿puedo ir a la casa de Mariela? La hija de don Hugo. Esa es mi compañera y me invitó a mi y a otras pibas.

—Si, anda... —contestó sin darme mucha bola.

Esperé a que pase un ratito y salí para allá. Cuando llegué Carlitos estaba por entrar y Danilo se sentó en la vereda.

—Pensé que no ibas a venir, gracias, cuando pueda te consigo lo que te dije —susurró lo último y entró.

Me senté al lado del Uruguayo pero un poco lejos. Él se distraía con cualquier boludez con tal de no hablarme.

—¿A vo' qué te pasa? Nuestro amigo la está por poner y tené' esa cara, ¿te enojaste? —se quejó como si nada.

—Si, ¿sabes que si? Estoy enojada, y con vos, porque cuando se te canta el orto me tratas mal —contesté de mal humor.

—¿Qué deci'? Nada que ver, no te trato mal...

—Hoy me trataste para el culo, y la otra vez también. No te entiendo, Uruguayo.

—Bue, ya está, no joda' má' —chasqueó la lengua.

—Andate a la mierda, Danilo —me levanté del piso y me fui.

—Dale, no te enoje', veni acá —gritó.

D.

¿Vo' qué deci', amigo? ¿La traté mal? —le pregunté al perro que estaba en frente mío.

Era obvio que el gil no me iba a contestar.

—A ver, si ladra', la voy a buscar —propuse como un pelotudo hablando con un perro.

Hice un movimiento para asustarlo y ladró.

Me paré y fui por donde ella se fue, camine un par de minutos pero no aparecía. Hasta que la enganche a punto de subir las escaleras.

—¡Reina! Perdón, sé que soy gil —me disculpé pero la cara de orto suya no se iba ni ahí.

—No sos un gil, sos un hijo de puta.

—Es que, entendeme, reina. Ver a tu mamá cagandote a pedo por mi culpa el otro día, me dejó mal por vo'. No quiero que tenga' problemas por mi culpa.

Aunque tratara de explicarle, las palabras correctas no me salían. Me re costaba decirle algo tan simple como un "te amo" o "me encantas".

—No te enojé', entendeme... —pedí agarrando su mano y balanceándola.

—Es que...¿qué querés que te diga, Uru? A mi me re gustas y que de la nada me trates así me la re baja, loco.

No sabía si festejar o pegarme un tiro por gustarle. Me llenaba de felicidad pero bronca saber lo difícil que sería para nosotros estar en una relación.

—Perdón, loca, en serio, perdoname —dije abrazándola fuerte.

—¡Dejamo' al negro solo! —recordó despegándose de ese abrazo que tanto necesitaba.

—Deja que yo lo cubro, vo' anda a descansar. Chau, reina —me despedí de ella y salí corriendo.















Holaaaaaaaaa, este es uno más corto pero porque son las 4:49 am y no tengo mucha batería pero bueno, calculo que voy a seguir haciendo algunos largos.

Los amo y el futuro de Danilo depende de la gente que vota o no 😠😠

VENENO -Danilo Sánchez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora