VENENO -Danilo Sánchez.

XIX

╰┈➤ VENENO

C.

Me había quedado a dormir con Danilo, habíamos cocinado pizzas y comimos con el Cochi y Anabella.

Al otro día tenía que volver a la escuela, por lo que no pude acompañarlo a Liniers, pero le prometí que para la próxima si iba a estar. Me lo crucé cuando volvía a mi casa, al parecer el también venía del club.

—¿Cómo andas, reina? —me saludó con un beso.

—Bien, por suerte, hoy ya termino las pocas tareas que me faltan, ¿vos, venís del club?

—Si, el entrenador quiere ver a mis viejos, dice que el papel que le di no sirve —chasqueó la lengua.

—Pero decile la verdad, Uru, no es tan complicado.

—Dale, ahora voy y le digo que soy un huérfano que vive con su hermano falopero —contestó sarcásticamente.

—Trato de ayudarte porque sé que de verdad querés jugar.

—Después me arreglo yo, dejá. Te perdiste los goles que hice, todos fueron para vo', hermosa.

—¿Será que es verdad  lo que me decís o es puro chamuyo?

—E' verda', si yo no te miento, aparte viste como me los bailo.

D.

Esa era otra mentira, "yo no te miento". Sé que algún día se va a enterar de todo, y quizás la decepcione un montón, pero si me llega a dejar, no me lo perdono nunca. No hay un solo segundo en el que no me arrepienta y quiera mejorar por ella, pero comienzo a pensar que ni el amor enorme que le tengo me puede arreglar, aún así la necesito más que a nadie, porque la felicidad que me da, no la encuentro en la droga y el alcohol.

—A ver, ¿predicción de goles para la final? —preguntó agarrándome la mano.

—Tres goles míos y dos de los demás, corta. Voy a ganar esa copa y te la voy a dedicar a vo', que so' la razón por la que juego y vivo.

—Gracias, Uruguayo, pero tenés que hacerlo por vos, ¿y si me muero mañana? tu vida no termina ahí, jugá y volvete el mejor del Fuerte, así podes tener una mejor vida y te vas de acá.

Todo lo que me decía ya parecía imposible, no veía un futuro, y menos sin ella.

—Yo de acá no me voy sin vos, aguantame unos años más que me vuelvo un campeón y tenemo' una vida en otro lado.

—Entonces, por favor, Uru, hace las cosas bien.

—Si, reina, lo voy a hacer.

—Sabes que te amo, ¿no? Voy a estar siempre que me necesites.

—Gracias, Can, en serio, gracias, sos todo para mi —susurré mientras la abrazaba.

Un día después la esperé afuera de su casa para ir a Liniers, pasaron unos pocos minutos y salió hermosa como de costumbre. No era tarde, así que caminamos tranquilos hasta la estación a esperar el tren.

—Anoche soñé que ganabas la final y besabas a Carlitos —confesó riendo.

—¿No será una predicción?

—¿Lo besarías a cambio de ganarla?

—Lo beso gratis —me reí— Nah, yo le soy fiel a la mujer de mi vida.

—No te hagas, yo sé que sos medio trolito en el fondo. Vi como mirabas al Cachucha, igual yo te apoyo.

—Wacha, a mi me encantas solo vos, ¿querés que te haga un hijo para demostrártelo? —amenacé.