VENENO -Danilo Sánchez.

I

╰┈➤ VENENO

C.

—¿Y Carlos? ¿viene o no viene?—preguntó Danilo mientras se preparaba para la boludez que íbamos a hacer.

—Bancá—dice Carlitos mirando hacia abajo desde arriba del edificio en el que nos encontrabamos.

—Fua, Uru, mira quién está ahí, tu novio —dije riendo.

Él chasqueó los labios al saber de quién hablaba. Se acercó hacia donde estábamos y miró hacia abajo.

—Deja de hacerte la canchera que ese Cachucha es re pajero. La otra vuelta, habían unas pibas en la parada del bondi, el chabón se bajó los lompas, le' mostró la poronga, todo —confesó provocando la risa de mi amigo, Carlos, pero la mía no, me la estaba aguantando y solo hice una cara de asco al imaginarlo.

—Nada que ver, re atrevido igual eh. Yo lo prendería fuego por enfermo—me negó con la cabeza.

—Che, Carlo', a este le hubiera re encantado estar ahí de seguro—dije para joder al Uru.

—Con la' pibas, con el Cachucha ni en pedo, esa so' vo—contestó Danilo.

—¿Qué? ¿ahora te gustan las pibas? Pensé que eras trolo, wacho —me reí y escuché a Carlos hacerlo también.

El recién nombrado juntó saliva dispuesto a escupirle al sarnoso de Cachucha.

—Mira que le tene' que pegar eh, sino déjamelo a mi —Carlitos empujó despacio al Uruguayo y este que quejó— ¿Qué empuja'? Mira si me caigo, gil.

Los tres empezamos a escupir hasta que Danilo le gritó y le dió justo en la cara.

—¡La concha de Dios, pendejo del orto! —se quejó el ciruja.

—¿Viste cómo le pegué? Soy un capo, aprendé de mi, reina.

—Callate, boludo, si vo' lo único que sabe' hacer son petes —jodí.

—Petes le hace' vo' a este —respondió señalando a Cachucha con la cabeza.

—Te voy a prender fuego, a vos y a tu hermano —gritó.

Justó un pibe lo tiró al piso y lo hizo rajar.

—Fua, está re lindo ese —chasquee la lengua viendo cómo se iba el chico.

—Lindo soy yo, a ese gil no lo conoce nadie—afirmó el Uru.

—Vo' esta' más pateado que la pelota de la canchita, Uruguayo.

—Eso deci' vo' ahora, pero de seguro en secreto soñas con casarte conmigo y acompañarme a entrenar —aseguró.

Obvio que si, Uru, sueño con eso incluso estando despierta. Lástima que como sos medio boludo no te das cuenta.

—Ya te dije que yo me voy a casar con Palermo, seguí soñando que te de un cuarto de bola.

Después estar con los chicos fui a la escuela con Carlos mientras hablábamos de boludeces.