07.

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El primero en despertar fue Sanemi quien se restregó los ojos intentando reaccionar, ya era de noche y viendo el reloj decorativo de Giyuu que indicaba las nueve en punto supo que debían apurarse ya que se retrasarían para patrullar

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El primero en despertar fue Sanemi quien se restregó los ojos intentando reaccionar, ya era de noche y viendo el reloj decorativo de Giyuu que indicaba las nueve en punto supo que debían apurarse ya que se retrasarían para patrullar.

Acercó su rostro al del menor y besó castamente sus labios acariciando su cabello, el pelinegro abrió sus ojos lentamente y sonrió levemente al ver al mayor.

─ ¿Qué hora es? Mm... Me duele... ─Intentó sentarse en el futón pero sintió una punzada en su cadera y hubiese caído de espaldas duramente si el peliblanco no hubiera reaccionado rápido.─ ¡Ah joder!... Duele mucho ─Sanemi lo recostó nuevamente en el futón y lo miró preocupado.

─ Lo siento, debí contenerme ─Giyuu negó moviendo su cabeza y acarició el cabello blanco del contrario.

─ No te disculpes, estoy bien, supongo que es normal que duela siendo la primera vez, no te sientas culpable ─Lo intento tranquilizar pero aún así eso no lograba calmar en absoluto al mayor.─ Nemi-...

─ Iré dónde Kocho a ver si tiene un calmante ─Se puso de pie llendo a buscar su uniforme sin siquiera prestar atención al apodo que le puso el pelinegro, por mucho que el menor quisiera detenerlo no era capaz de ponerse de pie.

─ ¡Shinazugawa! ¡Estoy bien, en serio! ─Alzó su voz intento que el mencionado lo escuchará.

─ No lo estás, no puedes ni ponerte de pie, ¿qué clase de prometido sería si te dejará sufrir y no hacer nada? Olvidalo, iré por un jodido medicamento para que estés mejor ─Termino de colocar su cinturón y se puso su chaqueta llendo hacia donde el menor.─ Volveré luego, lo prometo ─Besó la frente de éste y rápidamente salió de la finca dejando a Giyuu con las palabras en la boca, el pelinegro bufó rendido y cerró sus ojos intentando dormir de nuevo para ver si así el dolor desaparecía aunque sea un poco.

Mientras tanto el peliblanco corría hacia la finca Mariposa hasta que llegó y preguntó por Shinobu quien no se notaba cerca, gruñó frustrado y cuando estuvo a punto de maldecir la chica apareció como si alguien hubiera escuchado sus plegarias.

─ ¿Qué haces aquí, Shinazugawa-san? ¿No deberías estar en tu región patrullando? ─Preguntó con cierta curiosidad y echo una vista rápida al pecho descubierto del mayor.

─ Necesito de tu ayuda, ¿tendrás de casualidad un calmante corporal? ─Aquella pregunta dejó pensativa a la más baja pero luego de unos segundos asintió.

─ Si tengo, pero ¿Para qué los necesitas? ¿Sucedió algo? ─Preguntó curiosa a lo que el peliblanco desvió su mirada mostrándose nervioso.

─ Giy-... Digo, Tomioka siente un poco de dolor para articular sus brazos, y le dificultara si nos encontramos con algún demonio ─Habló de forma rápida.

─ Mmm... Ya veo... ¿Y tú crees que soy estúpida, Shinazugawa-san? ─Cambió su expresión relajada a una de enojo asustando al mayor, si por algo era conocida Shinobu es por ser una persona bastante tranquila, que se pusiera así era una mala señal.─ ¿Qué acaso no te has visto en un espejo? ¡Estas lleno de marcas! Y no hay que tener más de dos dedos de frente para saber lo que hicieron con Tomioka ─Se cruzó de brazos enfadada y el peliblanco se sonrojó hasta las orejas.

❝𝐎𝐜𝐞𝐚𝐧 𝐄𝐲𝐞𝐬❞ ─➢❨𝑆𝑎𝑛𝑒𝐺𝑖𝑦𝑢𝑢❩⸙ [𝘊𝘰𝘮𝘱𝘭𝘦𝘵𝘢]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora