❝𝐎𝐜𝐞𝐚𝐧 𝐄𝐲𝐞𝐬❞ ─➢❨𝑆𝑎𝑛𝑒𝐺𝑖𝑦𝑢𝑢❩⸙ [𝘊𝘰𝘮𝘱𝘭𝘦𝘵𝘢]

11.

Ya habían pasado aproximadamente dos semanas desde la batalla con Muzan y todos se recuperaban lentamente pero de forma efectiva. Lastimosamente las perdidas fueron inevitables, de los cazadores de rango menor que hashira casi el sesenta por ciento fue exterminado en el lapso de tiempo de aquella noche hasta el amanecer, y de los pilares, tres habían perdido la vida; Shinobu Kocho, Muichiro Tokito y Gyomei Himejima, quien a pesar de sobrevivir a la lucha contra el demonio más poderoso se negó como ultima voluntad a que trataran de mantenerlo vivo sabiendo que sus esperanzas de vida eran nulas y habían jóvenes que aún podía ser tratados.

Entre Giyuu y Sanemi el primero en recuperarse completamente fue el peliblanco, quien de los dos fue el que menos daño sufrió, el pelinegro en cambio trataba de acostumbrarse rápidamente a la falta de su brazo derecho y al constante cansancio que sentía por el desgaste de su cuerpo, obvio siendo ayudado por el mayor en todo este proceso, si por Sanemi fuera no permitiría que el menor hiciera ni el más mínimo esfuerzo físico pero éste era muy imprudente y no se quedaría quieto ni aunque se lo rogara. 

En el mediodía se convocó a la última reunión de pilares dónde asistieron el pilar del agua, del viento, del amor y de la serpiente ya que eran los unicos que sobrevivieron. Mitsuri apenas y salió ilesa perdiendo solo un brazo aunque terminando con varias cicatrices en la zona del pecho. Obanai por otro lado terminó con múltiples cortes en el rostro y perdió su ojo izquierdo por lo que casi toda su cabeza aún estaba vendada, al sanar, aquellas heridas quedarian marcadas por el resto de su vida pero tampoco es como si le importara mucho.

Finalmente Kiriya Ubuyashiki junto con sus hermanas se hicieron presentes y tras un largo silencio el menor empezó a hablar agradeciendo el arduo trabajo de los pilares, dejando en claro que desde hoy en adelante el cuerpo de cazadores de demonios quedaría disuelto y terminó con una reverencia arrodillándose junto con sus hermanas frente a ellos.

─ ¡Por favor no hagan eso! ¡No es necesario! ─Exclamó rápidamente Sanemi levantándose a medias.

─ Kiriya-sama, no se reverencien por favor ─Está vez la que habló fue la pelirosa bastante nerviosa.

─ Levanté la cabeza, Kiriya-sama, hablo en nombre de todos aquí que su trabajo fue explendido a pesar de tomar el cargo en tales circunstancias personales que se encontraba afrontando... Estoy seguro que su padre debe estar muy orgulloso ─Tras aquellas palabras del pelinegro los tres hermanos soltaron en llanto agradeciendo nuevamente, los cuatro ex-pilares sonrieron con empatía y luego de un rato aclarando detalles la reunión se dió por finalizada.

Apenas los Ubuyashiki se retiraron el salón quedó en un incómodo silencio que fue cortado por la una chica allí.

─ ¿Te has sentido bien, Tomioka-san? Yo aún no puedo acostumbrarme ─Sonrió levemente refiriéndose a la falta del brazo diestro de ambos.

─ Mm, ya me acostumbré aunque sigue siendo difícil ─Suspiro y observó de reojo a Obanai quien lo miraba intensamente, como si quisiera decirle algo, dejó pasar ésto y volvió a hablar.─ Gracias a Sanemi mi recuperación a sido mucho más rápida de lo esperado.