8) El minimarket

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Todo estaba en relativa calma, los soldados se acostaron en una parte a descansar ya que ellos no habían dormido nada durante la noche anterior, los civiles comían y guardaban provisiones por si acaso, algunos intentaban contactarse e incluso una chica logró hacer funcionar un televisor para saber que estaba pasando exactamente. Pudimos ver como se hacía reportajes sobre lo sucedido y como habían quedado las ciudades destrozadas por las bombas lanzadas. Me sorprendió que el mismo gobierno se hiciera responsable de la detonación de las bombas argumentando que era un mal necesario para salvaguardar la integridad y salud de los demás americanos e incluso vi que habían ciertos problemas entre nuestro gobierno y el canadiense, ya que a pesar de haber detonado las bombas en Detroit que es una ciudad fronteriza con Canadá, los infectado igual lograron llegar a este país, aunque según los noticieros y los canadienses, ellos sí lograron controlar la situación sin recurrir a bombas.

Mientras todos realizaban diferentes actividades, después de yo haber comido me puse a recorrer el minimarket intentando encontrar algo con que distraerme y vaya sí lo encontré. En una habitación que era la de vigilancia, me topé con una escopeta Mossberg 500, que estaba prácticamente tirada en el suelo, a un lado de la computadora donde podían monitorear las cámaras del minimarket. Me senté en la computadora y me puse a mirar lo que había sucedido durante las horas anteriores donde no pude encontrar gran cosa excepto qué durante la madrugada, una horda de unos 50 infectados, pasaron por el minimarket caminando hacia el norte, es decir la zona por la que nosotros habíamos llegado. Mirando más atrás vi que los empleados y dueños de aquel lugar, solo trabajaron hasta el día en que comenzó todo y fue ahí donde me llevé el susto de mi vida porque cuando revisaba las diferentes cámaras del último día en el que trabajaron, pude ver claramente como un infectado apareció y se metió por la puerta delantera de la estación de gas que estaba a lado del minimarket. Al mismo tiempo por la puerta trasera salía el dueño del lugar y luego pasó a la puerta frontal para cerrarla y bajar las rejas de esta misma.

Me quedé en shock al percatarme de eso y rápidamente busqué las cámaras de la estación de gas... miré en las que gravaban desde adentro y en ellas no lograba ver a nadie, solo estaba el mostrador y la caja registradora. Adelantando toda la grabación me di cuenta de que el infectado se quedó ahí encerrado desde aquella noche, pero fue entonces que me percaté de algo... en la grabación decía que el infectado se quedó encerrado a las 23:47 h... pero el paciente cero llegó a nuestro hospital en la madrugada del siguiente día, lo que significaba que lo que yo creía que era el paciente cero, quizá no lo era porque en otra parte del estado, ya había aparecido otro infectado. Le quise contar de esto a alguien así que fui y se lo dije al señor que era mi copiloto en el camión. Le mostré las grabaciones y este me dijo que debíamos mejor no entrar a aquella caseta para evitar soltar a esa cosa o ser infectados y aunque esa era la idea más recomendable, no fue esa mi intención al mostrarle el video al señor. Le quise decir que lo que yo pensaba era que quizá la infección no comenzó precisamente en Detroit, sino que es muy probable que sucediera en otro lado y de ahí fue a parar a la ciudad más cercana comenzando el caos.

El señor se fue a contarle a todos lo que había visto por las cámaras, para que estos estuvieran atentos a cualquier sonido o actividad afuera de la tienda... yo continué mirando las cámaras y por sobretodo la que estaba dentro de la caseta donde por accidente descubrí que podía mover la cámara y al mismo tiempo hablar y oír por medio de esta, así que ahí me tienes de curioso y provocando al diablo como se suele decir, porque movía la cámara para todos lados intentando ver donde estaba el infectado, hasta que logré dar con él. Tras el mostrador, había unos cuantos exhibidores con dulces, me percaté que muchos de estos no estaban ahí e incluso uno de esos exhibidores estaba caído, por lo que hice zoom hacia ese punto en específico y logré ver una mano bajo varias cajas y fundas tiradas a las cuales en principio no les presté atención pensando que estos estaban ahí puestos de esa manera apropósito. Usando el micrófono de las cámaras de vigilancia, le hablé un poco al infectado que estaba bajo las cajas, como no reaccionaba, pensé que quizá se había muerto, asi que volví a mirar en las grabaciones, en el momento en el que el infectado entró a la caseta y descubrí que esta cosa, intentaba encontrar al dueño de la tienda cuando este la estaba cerrando, tuvo tanta suerte el señor de haber cerrado primero la puerta trasera y luego la delantera, porque si lo hubiera hecho al revés como lo hacen todos, seguramente hubiera sido atacado por el infectado que en la grabación se ve que entra, busca al dueño de la tienda, intenta saltar el mostrador y se cae detrás de este, se queda acostado un buen rato hasta que nuevamente se levanta, pero para cuando lo hace, el dueño del local ya se había ido. En serio que ese señor tuvo tanta suerte, si se hubiera dado cuenta de que alguien estaba dentro de la caseta y hubiera ido a mirar, estuviéramos hablando de otra cosa, pero bueno.

Rumbo a los polos - el sobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora