9) Encerrados 1

8 3 0
                                    


El joven presumido ahora se había convertido en un infectado, no me imaginaba que los infectados también podía esparcir su virus por medio de secreciones, lo cual los volvía mucho más peligrosos por el riesgo de contagio. El grupo de chicos forcejeaba con el joven, pero esas cosas una vez convertidas, obtienen una fuerza sobrenatural, o quizá no, simplemente al no ser conscientes de sus límites, estos actúan por mera "necesidad". El soldado que estaba arriba del minimarket, no dudo y le disparó en la cabeza a esa cosa, logró neutralizarla y luego los chicos impactados comenzaron a insultar al soldado por haber matado a su amigo, yo les pregunté por el altavoz si el infectado les hizo algún rasguño o si les había mordido, a lo que los chicos dijeron que no, pero inmediatamente el soldado le metió un balazo a la chica en la cabeza para luego decirles que una vez un infectado los muerde o rasguña, ellos estaban condenados a morir. Yo desde la cámara no alcancé a ver si la chica tenía algún rasguño o mordida, pero por el actuar del militar supongo que sí le mordieron. Los chicos muy enojados, sacaron sus armas y dispararon al tejado de la tienda, para intentar darle al soldado, eso fue un grave error porque increíblemente el infectado que había escupido al joven, volvió a la vida por asi decirlo y se levantó, los chicos no se dieron cuenta de eso porque el cuerpo del infectado estaba detrás de ellos así que cuando vi aquello, les grité que tuvieran cuidado. Pensé que el infectado se les lanzaría para morderlos, pero no fue así.

Los 2 jóvenes se dieron la vuelta para mirar al infectado y antes de que estos alzaran sus armas hacia él para matarlo, esa cosa simplemente explotó en mil pedazos esparciendo su sangre y también la misma baba morada. Los chicos fueron salpicados por la sangre y la baba y ambos se revolcaban en el suelo del dolor, el soldado se asomó de nuevo por el tejado y les disparó a los chicos para acabar con su sufrimiento. Mientras tanto, dentro de la tienda, los sobrevivientes se abrazaban entre ellos al mismo tiempo que estaban recostados en el suelo por prevención debido a los balazos, todo el alboroto despertó al otro soldado que acudió a mí para preguntarme que había sucedido, yo le conté todo y este entonces intentó comunicarse con el equipo de rescate, fue entonces que nos enteramos que todo se había ido a la mierda por las palabras angustiadas de la otra persona que hablaba por el otro lado del comunicador - "¡Nadie los irá a rescatar, repito... nadie los irá a rescatar... todo se fue a la carajo, esas cosas han sido detectadas en Chicago, la ciudad es todo un desastre, hay incendios por todas partes, las calles están llenas de sangre, viseras vuelan como si fueran periódicos viejos y ya se han detectado avistamientos de esas cosas por otras ciudades tanto cercanas como lejanas del supuesta punto de inicio... Canadá ya se declaró en peligro porque Toronto ya fue infectada... esas cosas se expande demasiado rápido, se puede pasar desapercibido por los zombis normales, pero hay unos rojos, gordos y hasta uno gigante que puede detectar a la gente incluso si estos están bañados con la sangre de los otros infectados... no creo que volver a bombardear más ciudades sea la mejor opción... si esto lo planeó el gobierno, es obvio que se les salió de las manos... lo siento pero tendrán que buscar la forma de salvarse... cambio y fuera!" - fue lo último que escuchamos decir a ese tipo.

Con nuestra última esperanza destruida, tanto el militar como yo nos sentamos cabizbajos, meditando sobre lo que pasaba. El otro soldado apareció y le contamos lo sucedido, este entró un poco en desesperación así que sin importarle nada, salió por la puerta de atrás y fue hasta los camiones, nosotros lo veíamos a él por medio de las cámaras para saber qué haría, pensando que quizá nos abandonaría, pero este solo se quedó ahí dentro del camión por un momento para luego moverlo y ponerlo cerca de la entrada trasera, después se bajó e hizo lo mismo con los demás coches e hizo un tipo de cerramiento a la puerta de atrás. Se bajó del último camión y entró de nuevo al minimarket, lo vimos algo cansado y le preguntamos si estaba bien... pregunta estúpida, porque obvio que no lo iba a estar... él nos miró y dijo que intentó contactarse con su familia, pero estos no respondían. El otro soldado le preguntó si ya podía contactarse por medio de la radio y este dijo que sí e inmediatamente su compañero salió también por la puerta para hablar por la radio. Después de unos segundos, él también entró y nos dijo que ya se sentía mejor, porque su familia estaba a salvo y estaban bien.

Rumbo a los polos - el sobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora