15) El archipiélago del orígen

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El soldado que se presentó ante nosotros como el teniente Ochoa, nos pidió la mayor atención posible, su misión era ir contando barco por barco sobre el origen del virus-hongo... Ya sabrán porque le digo así. Aquel soldado nos contó que el General Mills, fue un miembro de los científicos enviados por parte de USA a investigar sobre el extraño suceso ocasionado en aquella isla asiática de la que escribí antes, en su reporte el informaba que al llegar a la isla, la encontraron completamente desolada, no habían rastros algunos de vida humana y los pocos animalitos domésticos que encontraron ahí, parecían muy temerosos de los humanos, como si algo o alguien los hubiera traumado de tal manera que ellos sintieran tanto pavor que con solo ver a las personas estos animalitos salieran corriendo.

El grupo de científicos comenzó a recoger datos y posibles evidencia de que fue lo que sucedió con las personas de aquella isla, al principio nada tenía sentido porque solo encontraban cadáveres de niños o adolescentes, pero los cuerpos de los adultos no estaban por ningún lado. Este suceso confundió mucho a los científicos que intrigados por la extraña desaparición y el genocidio de menores, intensificaron su búsqueda para encontrar algo o a alguien que pudiera dar testimonio de lo sucedido en ese pequeño archipiélago, hasta que la búsqueda tuvo sus frutos.

En un aísla mucho más pequeña de la zona, encontraron a un par de hermanitos que ni bien vieron a los científicos acercarse, se escondieron y comenzaron a lanzar piedras al azar, no parecían tener la intención de atacar a las personas sino más bien distraerlos. Se les gritó avisando que no eran malas personas y que solo querían ayudar, los niños al ver que eran personas normales se bajaron de la parte en la que estaban escondidos y corrieron a abrazar y llorar en los brazos de los desconocidos científicos. Cabe recalcar que lo contado aquí, es lo que contó el teniente Ochoa que a él le contaron por lo que sí bien en el ejército y servicio de inteligencia de USA se argumenta eso como una verdad absoluta, cabe la posibilidad de que no sea del todo cierto el origen de esto, pero bueno... Retomando... Los niños contaron que en una zona mucho más alejada del archipiélago, tenían un altar donde varios pescadores iban a rezar para pedir por una buena pesca, los niños contaron que en aquel lugar la gente iba a adorar a una especie de piedra extraña que supuestamente tenía por dentro un animal prehistórico, asumo que eso quizá era algún animal petrificado en ámbar o como sea que se diga, pero bueno... La cuestión es que en los últimos meses había sido azotado por varios tifones el archipiélago y eso afectaba las pescas, la gente comenzó a ir en masa hacia aquel altar o "santuario del hada" que era como le llamaban sus habitantes, ya que según ellos, al ir y golpear un poco fuerte el fósil, estos eran bendecidos por aquel animal con forma de hada tétrica. Los científicos le preguntaron a los niños si ellos sabían donde quedaba el santuario, pero ellos no supieron donde estaba ya que a aquel lugar solo iban los adultos y siempre solían ir en la noche porque supuestamente la piedra brillaba solo en la oscuridad.

Los niños contaron que la pesca no mejoraba y muchas personas comenzaron a abandonar los pueblos del archipiélago para ir a buscar mejor vida en las ciudades continentales, un sujeto que decía ser el guardián del santuario, le decía a la gente que el problema era la poca fe y que debían golpean su mano con fuerza contra la piedra para poder ser realmente bendecidos, entre tanta gente uno de ellos al golpear con fuerza quebró la piedra y esta soltó un pequeño polvito que aparentemente no hizo nada en aquel momento. La gente salió del santuario porque interpretaron que por haber destruido la piedra, iban a ser maldecidos así que sellaron el dichoso santuario para que nadie más volviera a entrar ahí. Días después de lo sucedido, extrañamente todas las personas que estuvieron dentro del pequeño santuario se enfermaron incluyendo el dichoso guardia. Todos tuvieron los sintomas que presentan las personas antes de convertirse en infectados, solo que según los niños, esas personas no se convirtieron mientras estuvieron vivas. Poco a poco se fueron muriendo y como en aquel archipiélago no tenían cementerios, las personas llevaban en una canoa al muerto y en una ceremonia extraña, prendían fuego al ataúd navegante para que luego este se hunda y los peces se coman lo poco que quede de aquel cuerpo, pero esto no sucedió con la persona que destruyó la dichosa piedra, la gente al ser muy supersticiosa al punto de que ni la misma familia del señor lo quería por miedo a una maldición, dejaron abandonado al hombre en su casa y a su suerte, la familia lo había abandonado y los vecinos a su alrededor no le dirigían la palabra al pobre señor que poco a poco fue empeorando su salud hasta morir.

Rumbo a los polos - el sobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora