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La vida de Remus era sencilla, se levantaba con un beso de buenos días de parte de su esposo, si no había nada que requiriera su presencia de forma inmediata podían tener un poco de sexo matutino, tomaba una ducha a veces solo, a veces en compañía de su esposo, desayunaban juntos en el solario lo que los elfos les habían hecho, si Lucius no tenia pendientes en el día, lo pasaban juntos, podía ir a verificar la fundación de la que se hacía cargo o simplemente ocuparse de su jardín, algunas tardes venían algunos de sus amigos para salir por ahí o simplemente sentarse a tomar el té.
Tal vez a algunos les parecería aburrido, pero no para Remus que pasó momentos terribles desde que fue mordido por Greyback, le gustaba su paz, el silencio en la mansión, relajarse cuidando de su casa y dejarse consentir por su esposo, es por eso que ahora sus nervios estaban de punta, Dobby le había dicho que a las afueras de la mansión se encontraban los Potter en compañía de los Weasley.

-Expecto patronum- su pavo real emergió tan hermoso como siempre- busca a Lucius y dile que lo necesito de inmediato, los Potter y los Weasley están de visita y no quiero recibirlos solo- el ave plateada se fue de ahí dejando a Remus tratando de calmarse, no que tuviera miedo de sus visitas, pero realmente no quería perder los nervios con James y Lily, no tenía ningún problema con los Weasley salvo su ruidosa presencia, pero no quería decir algo inapropiado a sus ex amigos porque, si decían algo sobre su familia, los estaría echando a punta de crucios.

Dobby finalmente le informó que sus inesperados invitados ya se encontraban en el recibidor y Remus tuvo que juntar toda la paciencia de la que era poseedor para poder hacerles frente.

Molly y Arthur lo saludaron tan amables y cariñosos como solo ellos eran, James y Lily tuvieron la decencia de mantener un saludo cordial.

-Dobby, por favor trae té y algunas galletas para nuestros invitados y por favor mantén a Draco en la biblioteca, no lo dejes salir hasta que estas personas se vayan.

-Dobby cuidará del amo Draco

El elfo desapareció y Remus se dispuso a enfrentar a sus ex amigos, cuando llegó al recibidor y los vió, por un momento que se calmó al ver a Molly y Arthur, con ellos no tenía ningún problema, intercambiaron algunas palabras durante la guerra pero nada más; por otro lado, James y Lily se veían entre apenados y expectantes, se dió valor para lidiar con ello, se dijo mil veces que era por Draco y su atracción por Harry.

Cuando el té fue servido, James tuvo que abrir la boca.

-Ahora eres todo un Malfoy.

-Soy orgullosamente un Malfoy, ¿tienes algún problema?

Lily golpeó a su esposo y ambos susurraron una disculpa.

-Lamentamos venir sin invitación- interrumpió Molly- solo que hemos estado aprendiendo sobre el espectro autista y tenemos algunas preguntas, mis hijos han dicho que quieren ser amigos de Draco y quieren hacerlo bien.

Remus se conmovido con ello, los amigos de Draco eran pocos, niños que estuvieron juntos desde la cuna y por Circe que amaba a esos niños pero, no le haría daño a su hijo expandir sus amistades y contar con una red de apoyo más grande.

-Por supuesto, aprecio el gesto y estaré encantado de responder a sus preguntas.

Remus casi se olvidó de los viejos rencores y que Lucius no estaba ahí con él para darle apoyo, se dejó llevar por las dudas de los presentes, les prestó algunos libros y les recomendó otros, de hecho, se podría decir que pasó una tarde agradable hasta que, nuevamente, los Potter lo echaron a perder.

Los Weasley ya se habían despedido y un elfo los llevó al punto de aparición (no les iba a dar acceso a su red flu tan fácilmente) pero James y Lily lo veían con algo de pena.

Enchanted to meet youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora